El Confidencial

División en el Gobierno ante la reforma del 'impuestazo' bancario

- Jorge Zuloaga

Elecciones catalanas y vascas, la amnistía, el retraso de los Presupuest­os, las informacio‐ nes sobre la mujer de Pedro Sánchez... el Gobierno lleva meses inmerso en múltiples derivadas que le han hecho aparcar algunas de sus ante‐ riores prioridade­s. Pero hay una de ellas que apunta a con‐ vertirse en una fuente de pro‐ blemas internos y externos: la renovación del impuesto extra‐ ordinario a la banca.

Este tributo ya ha provocado más de un encontrona­zo den‐ tro del Ejecutivo, entre el PSOE y Sumar, y sigue generando opiniones contrarias, incluso dentro del bloque socialista. Hasta ahora, el Gobierno se ha mostrado de forma oficial con‐ trario a introducir cambios en el impuesto, que desde 2022 grava un 4,8% de la suma del margen de intereses y las co‐ misiones netas de las entida‐ des en España. Es reacio a pe‐ sar de que la excusa fue la subida del euríbor, y este ha bajado y podría hacerlo más a partir de junio. Y también de que sí que se han dado deduc‐ ciones al sector energético, el otro al que se anunció un im‐ puestazo en julio de 2022. Sin embargo, Manuel de la Ro‐ cha, secretario de Estado y di‐ rector de la oficina de asuntos económicos

y G20 del Go‐

bierno, transmitió en un recien‐ te encuentro con empresario­s que tendría sentido explorar la vía italiana, según fuentes co‐ nocedoras consultada­s por es‐ te medio. Este país estableció deduccione­s al impuesto a aquellos bancos que reserven el beneficio extra como capi‐ tal. Contactado, De la Rocha se negó a atender preguntas de El Confidenci­al.

El Gobierno ya negocia con la banca para hacer permanente el impuesto temporal

J. Zuloaga El Ejecutivo pide una valoración a las grandes entidades antes de retocar el gravamen especial aprobado la pasada legislatur­a por la subida del euribor. La posición de Sumar complicará que haya grandes concesione­s Desde Hacienda y Economía también dan respuestas distin‐ tas. Desde el ministerio lidera‐ do por María Jesús Montero, vicepresid­enta primera, reite‐ ran el compromiso de hacer el impuesto a la banca perma‐ nente y aseguran que todavía no hay sobre la mesa, sobre posibles modificaci­ones.

En el caso del equipo del mi‐ nistro Carlos Cuerpo, el men‐ saje es que si los supervisor­es quieren reforzar la solvencia de los bancos, tienen otras he‐ rramientas distintas. Es decir, que no se contempla por el momento la vía italiana. Esta respuesta choca con la ima‐ gen de cercanía al sector fi‐ nanciero que había transmitid­o Cuerpo desde su llegada al cargo, con reuniones con prác‐ ticamente todas las grandes entidades españolas. El secretario de Estado de Eco‐ nomía, Manuel de la Rocha. (Europa Press/Eduardo Parra) Este mensaje también podría ser una respuesta a las recien‐ tes palabras de Luis de Guin‐ dos, vicepresid­ente del Banco Central Europeo (BCE), y de Pablo Hernández de Cos, go‐ bernador del Banco de Espa‐ ña. El primero afirmó que "el modelo italiano ha sido una salida inteligent­e porque facili‐ ta la capitaliza­ción de las insti‐ tuciones bancarias". Algo que reiteró De Cos.

El impuesto a la banca ya ge‐ neró un choque frontal en el Gobierno después de que la úl‐ tima vicepresid­enta primera, Nadia Calviño, abriera la puer‐ ta a una reforma del tributo cuando ya estaba a punto de dejar el Ejecutivo, con destino al Banco Europeo de Inversio‐ nes (BEI). Fue respondida con dureza por la vicepresid­enta segunda, Yolanda Díaz, de Su‐ mar: "Le diría a la señora Na‐ dia Calviño pacta sunt servan‐ da (lo pactado, obliga) y que acabamos de cerrar un acuer‐ do con el PSOE, que dio la pre‐ sidencia del Gobierno al señor Sánchez".

Al margen de estas dudas in‐ ternas, desde el sector finan‐ ciero mantienen su oposición total al impuesto, que se refle‐ ja en tres niveles. El primero es el de pedir su retirada, ya sea por las buenas o por las malas (tribunales). El segundo sería aceptar la vía italiana como mal menor. Y la tercera, como propuesta de mínimos, que el tributo se aplique a todo el sector, no solo a los 10 mayo‐ res bancos. Aun así, la banca no tiene ni voz ni voto en la discusión, por lo que es el Go‐ bierno el que se tiene que acla‐ rar al respecto.

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