Almacenar electricidad barata
El mes de marzo se ha cerrado con un precio medio de la elec‐ tricidad en el mercado mayo‐ rista de 20,31 euros por MWh. Es el precio medio mensual más bajo desde abril de 2020, cuando estábamos encerrados en nuestras casas en medio de la pandemia de covid. El mes ya debutó con buena pin‐ ta: la semana que empezó el lunes 26 de febrero y terminó el domingo tres de marzo tuvo un precio medio de 4,53 euros por MWh, el precio semanal más bajo desde la creación del mercado, el uno de enero de 1998.
La estructura de la generación en el mes de marzo pasado en el sistema eléctrico peninsular explica los bajos precios: Precios baratos de la electrici‐ dad son siempre una buena noticia, pero la mejor noticia es la comparación de nuestros precios con los precios me‐ dios de otros mercados euro‐ peos.
La conclusión es clara. Gracias a la generación renovable, Es‐ paña tiene una potencial ven‐ taja competitiva respecto a sus socios europeos. Es cierto que en este mes de marzo he‐ mos disfrutado de una genera‐ ción hidráulica cuya aporta‐ ción ha sido muy superior a la media del año pasado, pero también lo es que a la vista de los bajos precios las empresas eléctricas han reducido la ge‐ neración nuclear, cuya partici‐ pación suele ser algo superior al 20%. Si hacemos abstrac‐ ción de los datos mensuales, el mensaje básico es que la generación eléctrica española puede tener, de forma sosteni‐ da, un precio medio inferior al europeo.
Desde un punto de vista teóri‐ co, nuestro consumo eléctrico debería estar aumentando. Cir‐ culan -aunque pocos- vehícu‐ los eléctricos y, en general, la tendencia futura -tecnología y costes mediante-, es sustituir combustibles fósiles por elec‐ tricidad. Sin embargo, la de‐ manda eléctrica en España es‐ tá estancada desde hace años. El consumo peninsular alcanzó su techo en 2008 con 264 TWh (Terawatios por hora) y, desde entonces, no ha deja‐ do de caer, aunque entre 2014 y 2018 se produjo una cierta recuperación. La demanda de 2023 en el mercado peninsular ha sido de 230 TWh, semejan‐ te a la que teníamos hace vein‐ te años. Era lógica una reduc‐ ción de la demanda entre 2021 y 2022 derivadas de la crisis provocada por la guerra de Ucrania, pero se entiende con dificultad una caída adicional del 2,1% entre 2022 y 2023, coincidiendo con una reduc‐ ción significativa de los pre‐ cios. Lo peor, la demanda in‐ dustrial, que, según datos dis‐ ponibles, se ha reducido entre un 5 y un 6%. La reducción del peso de la industria en nuestro PIB aflora a través de los dife‐ rentes indicadores.
Para los inversores en ener‐ gías renovables la situación empieza a ser compleja: bajan los precios y baja la demanda Para los inversores en renova‐ bles la situación empieza a ser compleja: bajan los precios y baja la demanda. Aunque mar‐ zo haya sido un mes especial, en 134 horas de las 744 que tiene el mes el precio ha sido cero, es decir, un 18% de las horas producir electricidad no ha generado ingresos. Para los consumidores es siempre una buena noticia, pero lo que es bueno para el comprador no suele serlo para el vendedor, y necesitamos seguir invirtiendo en renovables. No siempre va‐ mos a disponer de tanta apor‐ tación hidráulica. Es más, los episodios de sequía serán más recurrentes en el futuro. El go‐ bierno sigue firme en su deci‐ sión de cerrar las nucleares y necesitaremos sustituir la electricidad nuclear por electri‐ cidad renovable. Seguir invir‐ tiendo en renovables es condi‐ ción necesaria para que poda‐ mos materializar y mantener en el tiempo la ventaja compe‐ titiva derivada de unos pre‐ cios comparativamente bajos de la electricidad.
Una solución posible es con‐ fiar en que la demanda acaba‐ rá creciendo. El transporte se electrificará en buena medida, del mismo modo que lo harán los consumos energéticos en todo tipo de edificios. En los procesos industriales la elec‐ tricidad se irá haciendo hueco, junto con el hidrógeno. Produ‐ cir hidrógeno para consumo directo o para fabricar nuevos combustibles supondrá una demanda creciente de electri‐ cidad. El problema es ajustar tiempos entre inversión y de‐ manda, cuestión crucial para determinar el rendimiento de los fondos invertidos.
España aprovecha su aisla‐ miento para tener la electrici‐ dad más barata de Europa
Marcos Lema Los precios de marzo fueron tres veces más bajos que los de Francia y Ale‐ mania y cuatro que los de Ita‐ lia, gracias a la dificultad para exportar el excedente renova‐ ble a través de los Pirineos El mercado también proveerá soluciones. En algún momen‐ to, productores y consumido‐ res de electricidad podrán en‐ contrar acomodo entre sus as‐ piraciones y la realidad, y ce‐ rrar contratos de venta a plazo. Volumen, plazo y precio pue‐ den acordarse a satisfacción de ambas partes. El productor tendrá que aceptar la progresi‐ va maduración de su mercado y el comprador entender que la ausencia de volatilidad en un nivel de precios adecuado es un valor que perseguir en la gestión de su negocio.
La otra solución disponible es invertir en almacenamiento. Instalar baterías puede incre‐ mentar las horas de produc‐ ción y no verter al mercado en las horas de precio cercano a cero. Las baterías deberían re‐ ducir su coste para que su ins‐ talación sea rentable. Hasta entonces, necesitan soporte. Ese es el objetivo de los meca‐ nismos de capacidad, cuya aprobación se espera para es‐ te año: ayudar financieramente y de forma temporal a los acti‐ vos que aporten estabilidad al sistema eléctrico, que garanti‐ cen producción cuando no hay ni sol ni viento. Aplica a las ba‐ terías, pero también a los ci‐ clos combinados de gas. Con los datos de marzo, los ciclos combinados funcionaron, por término medio, 62 horas al mes. Un negocio ruinoso, pero imprescindible para garantizar que tenemos luz en todo mo‐ mento y lugar.
La otra solución disponible es invertir en almacenamiento. Instalar baterías puede incre‐ mentar las horas de produc‐ ción
No son sólo las baterías. Espa‐ ña tiene la posibilidad de inver‐ tir en bombeo hidráulico. Don‐ de sea posible, hacer reversi‐ bles las centrales hidroeléctri‐ cas: que produzcan cuando la electricidad sea cara y bom‐ been agua a la presa superior cuando la electricidad sea ba‐ rata. Sean baterías o bombeo, el almacenamiento subirá el precio en las horas de precio cercano a cero y lo bajará en las de precio alto, pero man‐ tendrá el precio medio lo más bajo posible. Podemos equivocarnos y to‐ mar un atajo: garantizar una rentabilidad mínima a las in‐
versiones en renovables a tra‐ vés de subastas. Con toda la producción vendida a precio fi‐ jo, no habrá mercado a plazo ni inversión en almacenamien‐ to. Ambas iniciativas serán in‐ necesarias. El inversor ya ten‐ drá la vida resuelta. Podemos insistir en el error y subvencio‐ nar permanentemente las ba‐ terías y el bombeo, pero sub‐ vención tras subvención aca‐ baremos matando nuestra ventaja competitiva, porque las subvenciones hay que pa‐ garlas y, como siempre, todo acaba en la tarifa.