El Confidencial

El informe del FMI que revela cómo se está fragmentan­do el comercio mundial

- Carlos Sánchez

¿Qué consecuenc­ias está te‐ niendo para el comercio mun‐ dial la creciente tensión geo‐ política entre bloques? La res‐ puesta la acaba de dar el Fon‐ do Monetario Internacio­nal (FMI) y, según sus estimacio‐ nes, ya se han producido "dis‐ minuciones significat­ivas" tan‐ to en los flujos comerciale­s como en los de inversión ex‐ tranjera directa (IED). En con‐ creto, según sus cálculos, des‐ de la guerra de Ucrania las re‐ laciones económicas entre bloques enfrentado­s han caído entre un 12% y un 20%.

Lo peor, sin embargo, puede ser lo que está por delante. El estudio considera que si bien la fragmentac­ión de los inter‐ cambios comerciale­s "es toda‐ vía relativame­nte pequeña", el desacoplam­iento entre los blo‐ ques geopolític­os rivales du‐ rante la Guerra Fría, es decir, EEUU y la UE, por un lado, y China y Rusia, por otro, sugiere que podría empeorar conside‐ rablemente si persisten las tensiones geopolític­as y se in‐ tensifican las políticas restric‐ tivas del comercio.

Esto se manifiesta, por ejem‐ plo, en que China ya no es el mayor socio comercial de EEUU. Su participac­ión en las importacio­nes de bienes esta‐ dounidense­s ha caído aproxi‐ madamente ocho puntos por‐ centuales en seis años, del 22% al 14% en 2023. La causa, lógicament­e, tiene que ver con el incremento de los aranceles, que frenó las importacio­nes chinas. Pekín, de hecho, tam‐ poco es ya un destino destaca‐ do para la inversión directa de EEUU en el mundo. Ha perdido posiciones frente a mercados emergentes como India, Méxi‐ co y los Emiratos Árabes Uni‐ dos en el número de proyectos de IED anunciados.

El informe está avalado por al‐ gunos de los mejores econo‐ mistas del FMI, liderados por Gita Gopinath, vicedirect­ora gerente y anteriorme­nte res‐ ponsable de su división de es‐ tudios. Su principal conclusión es que la desilusión por los be‐ neficios desiguales del comer‐ cio, la fragilidad de las cade‐ nas de suministro globales al‐ tamente especializ­adas, como se observó durante la pande‐ mia, y las fricciones geopolíti‐ cas exacerbada­s por la guerra en Ucrania están contribuye­n‐ do a repensar los compromi‐ sos con el libre comercio. Se recuerda, por ejemplo, que en 2015 el gobierno chino anunció la iniciativa "Made in China 2025", con el objetivo de mejorar su industria manufac‐ turera, reducir su dependenci­a de la tecnología extranjera y aumentar el contenido nacio‐ nal de componente­s y materia‐ les básicos al 70% para 2025. Tres años más tarde, EEUU au‐ mentó los aranceles sobre una amplia gama de importacio‐ nes procedente­s de China, mientras que otras economías avanzadas y de países emer‐ gentes han tomado medidas en la misma dirección. Un nuevo entorno geopolític­o El informe, sin embargo, aclara que, pese a los cambios en el entorno geopolític­o, no hay se‐ ñales de cambios significat­i‐ vos en la globalizac­ión medida como la relación entre el co‐ mercio mundial y el PIB. Lo que ha cambiado, por el con‐ trario, son los flujos entre blo‐ ques, pero no tanto el volumen de comercio mundial. Desde que comenzó lo que se ha lla‐ mado hipergloba­lización, en los primeros años 2000, el co‐ mercio de bienes respecto del PIB ha fluctuado entre un 41% y un 48%, si bien la inversión extranjera directa se ha con‐ traído de forma relevante. De representa­r el 3,4% durante la crisis financiera, ha bajado hasta el 2,5%.

El análisis se centra en el co‐ mercio entre EEUU y China y confirma los efectos adversos que han tenido los aranceles, aunque la principal aportación del trabajo es que identifica que a consecuenc­ia de las ten‐ siones geopolític­as entre su‐ perpotenci­as han aparecido una serie de países que el FMI llama "conectores" que facili‐ tan el comercio mundial y el funcionami­ento de las cade‐ nas de suministro.

Lo que está ocurriendo, sostie‐ ne el estudio, es que las cade‐ nas de suministro (claves en una economía globalizad­a) se han ensanchado debido a la participac­ión de nuevos países que antes no participab­an en el comercio, lo que permite ce‐ rrar la creciente brecha entre bloques rivales. Turquía, por ejemplo, además de países del antiguo bloque soviético, esta‐ rían cumpliendo ese papel de‐ bido al bloqueo occidental a las exportacio­nes procedente­s de Rusia, incluidas las mate‐ rias primas. Esto hace, sostie‐ ne el artículo, que algunos paí‐ ses tengan incentivos para ali‐ nearse con un bloque u otro a fin de lograr beneficios econó‐ micos. Por decirlo de alguna manera, son naciones cada vez más necesarias para ga‐ rantizar el funcionami­ento del comercio mundial.

Lo que se preguntan los auto‐ res del estudio es por qué las economías no alineadas no in‐ terviniero­n como conectores en la década de 1950 y lo es‐ tán haciendo ahora. Y a la luz de los datos estadístic­os lle‐ gan a la conclusión de que los países no alineados en la épo‐ ca de la Guerra Fría tenían una huella económica mucho me‐ nor. En 1950, Occidente y los bloques del Este, juntos, repre‐ sentaron aproximada­mente el 85% del PIB mundial y más de la mitad de la población mun‐ dial. Los países no alineados eran en su mayoría economías en desarrollo, que recibieron ayuda exterior, asistencia téc‐ nica y equipamien­to militar motivados por considerac­io‐ nes geopolític­as

Las economías no alineadas de hoy están mucho más inte‐ gradas en los mercados mun‐ diales

Sin embargo, las economías no alineadas de hoy están mu‐ cho más integradas en los mercados mundiales. La rela‐ ción comercio/PIB fue equiva‐ lente al 80% en 2019, el doble que en 1960. Mientras que el arancel promedio de la nación

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EFE

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