El Confidencial

El Harrier jugará en España la prórroga, pero al partido del F-35 le quedan muchos minutos

- Juanjo Fernández

En estos días, el Harrier, el avión de despegue vertical esencial para la Armada, ha protagoniz­ado algunos titula‐ res. El motivo es que el Depar‐ tamento de Defensa estadou‐ nidense ha adjudicado dos contratos para el manteni‐ miento de este modelo hasta 2029. En cualquier otro lugar, la noticia habría pasado com‐ pletamente desapercib­ida. Pe‐ ro en España, hablar del Ha‐ rrier, y su posible fecha de sali‐ da, es casi lo mismo que ha‐ blar del F-35 y de su fecha de entrada.

En realidad, no es una novedad para los expertos, ya que se esperaba esta confirmaci­ón desde hace años. Son los pla‐ nes establecid­os con antela‐ ción por el Marine Corps norte‐ americano, usuario principal de los AV-8B Harrier junto con las marinas de guerra italiana y española. Ahora solo se han concretado los detalles y mon‐ tos, después de que el Depar‐ tamento de Defensa adjudica‐ ra el 27 de marzo a Boeing y a Technology Security Associa‐ tes sendos contratos, por un valor conjunto de unos 27 mi‐ llones de dólares para garanti‐ zar el apoyo y armamento del AV-8B hasta 2028 y 2029, res‐ pectivamen­te.

A partir de lo anterior han co‐ menzado a circular especula‐ ciones de todo tipo. La más sonada es la de la fecha, ya que los documentos estable‐ cen una fecha concreta (2029) a partir de la cual finaliza todo apoyo técnico a la aeronave. Esto hace que muchos crean que esta misma fecha debería ser la de llegada a nuestro país del potencial relevo de los Ha‐ rrier: el famoso 'Innombrabl­e'. En realidad, poco o nada tiene que ver una cosa con la otra.

¿Qué hay más allá del Euro‐ fighter? Los 6.250 M para un caza del que nadie se atreve a hablar

Juanjo Fernández El Gobierno ha dado un acelerón y avanza en la mayoría de los grandes programas de armamento. Sin embargo, hay una generosa partida en los presupuest­os de 2023 de la que pocos se atre‐ ven a hablar. Al menos en pú‐ blico

La fecha de caducidad del AV8B está marcada a fuego des‐ de hace años. Es algo asumi‐ do por la Armada y un debate recurrente entre analistas y ex‐ pertos. Si a finales de 2029 ce‐ sa el soporte, no se puede mantener la operativid­ad más allá de 2030. Pero el hecho de que esta 'noticia no noticia' ha‐ ya causado cierto revuelo y se haya especulado -de nuevocon la llegada del F-35 a Espa‐ ña, denota el alto voltaje del asunto. Una sensibilid­ad que, es evidente, trasciende lo ma‐ terial.

Qué dice la letra pequeña Estados Unidos tienen previsto que sus Harrier dejen de volar hacia finales de 2026. De he‐ cho, se acaban de graduar los dos últimos pilotos que han realizado la conversión al AV8B

y que, en teoría, tan solo vo‐ larán dos años con el modelo (al menos en despliegue­s ope‐ rativos).

Desde 2022, los Marines tan solo han tenido cuatro escua‐ drones operativos. Hoy, ya so‐ lo quedan dos: el VMA-231 y el VMA-223, quien será el último en operar con este emblemáti‐ co modelo. Por el contrario, el retiro de los veteranos F/A18C/D Hornet -similar al que sirve en España con el Ejército del Aire y del Espacio- que eran volados por pilotos del Cuerpo de Marines, no será efectivo hasta 2030 y se segui‐ rán formando pilotos hasta 2027.

AV8-B del US Marine Corps en un despegue convencion­al. (Juanjo Fernández)

Así que lo interesant­e de estos contratos recién adjudicado­s es, por un lado, las cuantías; y por otro, el hecho de diferen‐ ciar ambos en matices sutiles. El que se lleva Boeing es para soporte del avión y "garantiza el apoyo a los ejemplares del Cuerpo de Marines, de Italia y España" hasta 2028. El segun‐ do, ganado por Technology Se‐ curity Associates (TSA), está orientado al armamento y fina‐ liza en 2029 para "apoyar a Ita‐ lia y España" (ya no aparece la mención al US Marine Corps). Pero la desaparici­ón definitiva del Harrier va a depender de la paulatina llegada de ejempla‐ res del F-35; por ello tampoco es raro que el gobierno esta‐ dounidense tenga previsto pro‐ longar algún tiempo la vida de los viejos si surgen contra‐ tiempos con las entregas de los nuevos. Esto afecta de for‐ ma muy diferente a Italia y a España.

Para Italia, el ritmo de entregas de F-35 está siendo lento y, de momento, la marina italiana tan solo dispone de cuatro de los 15 ejemplares contratado­s. Por ello es casi seguro que ha‐ cia 2029 varios de sus AV-8B todavía sigan dando guerra. Por esto, previendo un posible retraso en las entregas, el mantenimie­nto del soporte al programa hasta finales de 2029 no resulta nada fuera de lo normal y, de hecho, se con‐ taba con ello desde hace años. Qué dice el caso italiano Los transalpin­os podrán sufrir retrasos, pero su programa ya está en marcha y consolidad­o. Saben lo que quieren y cómo llegar. Ellos formaron parte desde el inicio del Programa JSF (Joint Strike Fighter) del que nació el F-35. Lo hicieron como socios de segundo nivel, es decir, con una participac­ión solo inferior a la de Reino Uni‐ do - y Estados Unidos, obvia‐ mente-, similar a la de Países Bajos y superior, por ejemplo, a la de Turquía.

Queda claro que su implica‐ ción con el modelo viene de le‐ jos y es firme. El nivel de socio en el programa no es cuestión de voluntades -que tambiénsin­o de inversione­s. Y los ita‐ lianos pusieron mucho dinero: unos 1.900 millones de dóla‐ res frente a los 2.500 millones de Reino Unido o los 1.000 de Turquía. Ser socio de segundo nivel tenía muchas ventajas, como poder colocar personal propio en la oficina de progra‐ mación del JSF, solicitar cier‐ tas modificaci­ones para los aviones de su flota y asegurar‐ se importante­s compensaci­o‐ nes económicas en forma de plantas de fabricació­n de com‐ ponentes y ensamblaje. F-35B de los Marines listo para despegar de un LHD. (US Na‐ vy)

Aun así, no recibieron su pri‐ mer F-35A o Alfa (versión te‐ rrestre) hasta el 7 de septiem‐ bre de 2015 y tuvieron que pa‐ sar dos años más, hasta el 24 de octubre de 2017, para que el primer Bravo (o versión na‐ val de despegue vertical) de la Marina Militare alzara el vuelo. Otro año después, el 30 de no‐ viembre de 2018, los Alfa de la Fuerza Aérea obtuvieron su Calificaci­ón Operativa Inicial o IOC, primer paso para alcanzar su capacidad operativa com‐ pleta. Los modelos navales van más lentos. Hasta julio de 2021 no se produjo la primera toma de un Bravo de la Marina Militare sobre la cubierta de su portaavion­es, el Cavour. En teoría, los F-35 navales debe‐ rían obtener su IOC en 2024, pero parece que se va a retra‐ sar.

Todo esto nos aporta una vi‐ sión que no se puede ni debe obviar en la toma de decisio‐ nes: los largos plazos que su‐ ponen los programas de de‐ fensa. Si Italia, con su implica‐ ción política, militar y económi‐ ca en el programa F-35, con in‐ dustria relacionad­a y con plan‐ tas de montaje, no va a ser ca‐ paz de retirar sus viejos avio‐ nes antes de 2029, ¿qué va a ocurrir con España, cuando ni siquiera ha sido capaz todavía de tomar una decisión al res‐ pecto?

El F-35 y las infografía­s fantas‐ ma: este es el fallo crítico de la industria de defensa europea

Jesús M. Pérez Triana El fallo estructura­l de los programas multinacio­nales europeos es que reúnen a varios países con necesidade­s, presupuest­os y sentidos de la urgencia dife‐ rentes que hacen que los pro‐ yectos se arrastren por los pa‐ sillos

'Spain is different' España tiene una curiosa his‐ toria de amor-odio con el 'In‐ nombrable' o 'Voldemort' (co‐ mo se refieren al F-35 en cier‐

tos ámbitos militares por las tensiones que genera hablar de él en público). Cuando se iniciaba el programa JSF, Espa‐ ña prefirió no adhirirse. En ese momento, aquello pareció una decisión razonable pese al in‐ terés manifiesto. A finales de los años 90, la situación eco‐ nómica no era muy boyante y el país se encontraba en fase de recuperaci­ón tras una fuer‐ te crisis. No había mucho dine‐ ro, pero sí muy buenas relacio‐ nes con Estados Unidos. En esos años, el JSF se veía co‐ mo un programa de valor solo para la Armada, pues era el re‐ emplazo natural para sus Ha‐ rrier.

Eran tiempos en los que la Flo‐ tilla de Aeronaves iba de la mano de la US Navy. Se nos considerab­a aliado preferente y estábamos al máximo nivel a la hora de priorizar el envío de recambios o suministro de ma‐ terial. Por eso en la propia Ar‐ mada, o al menos en algunos sectores de ella, se pensó que no merecía la pena entrar en el JSF con el desembolso que suponía para tan solo 14-16 aviones que, además, luego se podrían adquirir como parte de un pedido de la propia marina norteameri­cana, algo que ya se había hecho en otras oca‐ siones.

AV8B PLUS de la Armada. (Juanjo Fernández)

El problema es que luego han venido crisis económicas más profundas, cambios de go‐ bierno, desencuent­ros con Es‐ tados Unidos y, en los últimos años, un cierto rechazo a las adquisicio­nes de material mili‐ tar norteameri­cano. En este úl‐ timo punto, resulta interesant­e ver cómo este rechazo, unas veces fundado y otras no tan‐ to, ha sido concentrad­o en el F-35, como si fuera lo único que se compra al otro lado del Atlántico.

Reforzar la industria nacional de defensa debe ser una priori‐ dad. Nos asegura independen‐ cia y posibilita rentables expor‐ taciones, pero llega hasta don‐ de llega. Nadie critica los sis‐ temas antiaéreos Patriot que España ha adquirido, ni los que va a modernizar y adquirir, como tampoco se ha dicho na‐ da sobre la implantaci­ón del sistema de combate Aegis en las fragatas de la Armada, tal vez porque es el mejor para guerra antiaérea. Pero es ha‐ blar del 'Innombrabl­e' y se desata la tormenta. Tarde, mal y nunca

Que el futuro del ala fija (los aviones) de la Armada pasa por el modelo americano es una realidad insoslayab­le. A día de hoy, este es el único ca‐ za que puede despegar y ate‐ rrizar en el portaerona­ves LHD Juan Carlos I. Así que, o llegan los F-35, o perderemos capaci‐ dades clave en mantener nuestro poder de disuasión y nuestra proyección aeronaval. Un poder que, pese a lo que piensen algunos, no es posible sustituir a corto-medio plazo por aeronaves remotament­e tripuladas (RPA) o drones. Es‐ to no significa que estas nue‐ vas plataforma­s se deban ig‐ norar; pero su incorporac­ión todavía debe ser como activos complement­arios. Mucho cuidado con sacar con‐ clusiones erróneas del caso turco. Ellos van a llevar drones a su buque portaerona­ves, ge‐ melo del español Juan Carlos I, porque les han vetado la compra del F-35, no por elec‐ ción propia. Y ya hemos expli‐ cado aquí el gran problema que supone para ellos. Eurofighte­r español del Ala 11 con base en Morón. (Juanjo Fernández)

Pero ya no se trata solo de la Armada. Para el Ejército del Ai‐ re y del Espacio se trataría de una segunda plataforma con la que reemplazar los F-18 y esperar al FCAS con tranquili‐ dad. Una decisión que evitaría poner toda la defensa aérea sobre los hombros de un único modelo, con los riesgos que eso conlleva. A la vez, el tán‐ dem europeo-americano fun‐ ciona, como lo demuestra el hecho de que todos nuestros socios en el programa Euro‐ fighter (Alemania, Reino Unido e Italia) han optado por idénti‐ ca solución. Algo que, además, permitiría al Ejército del Aire y a la Armada interopera­r con to‐ dos los países europeos y alia‐ dos, puesto que casi todos tie‐ nen, o van a tener, F-35 en su inventario. Y eso pese a que "no era un avión para Europa". Pero llegamos tarde. Fíjense en los plazos del caso italiano. Las adquisicio­nes de defensa no son como ir a un concesio‐ nario a comprar un coche. Re‐ quieren mucha dosis de políti‐ ca, negociació­n y dinero, que se traduce en tiempo. Incluso tomando una decisión de in‐ mediato, por más que ya se haya estudiado el mercado, va a ser imposible que haya un re‐ emplazo del Harrier antes de 2030, lo que implicará un hue‐ co. Un hueco nefasto donde se perderá, como mínimo, expe‐ riencia, capacidad y doctrina. Y será peor cuanto más tiempo transcurra.

rá para acercarse a la solución de dos Estados. Hoy esta es completame­nte inviable. Y lo seguirá siendo aunque Israel se deshaga del espantoso lide‐ razgo de Netanyahu.

Feijóo apoya la solución de los dos Estados y critica el "prota‐ gonismo" exterior de Sánchez

Carlos Rocha El líder del PP acusa al presidente del Go‐ bierno de usar "la brocha gor‐ da" y defiende el reconoci‐ miento de Palestina a partir de una "negociació­n" y cuando haya una mayor "masa crítica de más países con peso" Es imposible una solución de dos estados si Israel no siente que los palestinos pueden controlar el terrorismo. Y, aun‐ que más o menos lo han he‐ cho en Cisjordani­a, sabemos que ahora mismo no es posi‐ ble en Gaza. Hoy nos aferra‐ mos a la idea de los dos esta‐ dos solo porque otras, como la prolongaci­ón del 'statu quo', o la de un solo estado en el que judíos y musulmanes tengan que aprender a convivir en pie de completa igualdad,

les pa‐

recen aún más intolerabl­es a unos o a otros.

Un gesto aceptable Entonces, si es lo moralmente correcto, pero es políticame­nte irrelevant­e, ¿debería el Go‐ bierno español seguir con su plan de reconocer a Palestina? Para muchos miembros del PSOE que trabajan en el ámbi‐ to de las relaciones exteriores, se trata de poner en marcha una bola de nieve. España no logrará demasiado por sí mis‐ ma. Pero quizá, piensan, anime a otros países europeos. Quizá Reino Unido sea más explícito con sus intencione­s. Quizá si

Estados Unidos acaba ideando un pacto a gran escala para la región, parecerá que España ha sido pionera y que ha recu‐ perado un liderazgo internacio‐ nal que sus presidente­s siem‐ pre ambicionan a pesar de nuestra creciente irrelevanc­ia diplomátic­a.

Soy escéptico con todas esas ideas. Además, es evidente que la propuesta del Gobierno responde también a sus nece‐ sidades internas: pasar página de la amnistía y los casos de corrupción y, de paso, poner en un aprieto al PP. Este, a pesar de todo, debería ignorar la ma‐ rrullería de Sánchez y, llegado el caso, apoyar la propuesta, que no es ajena a su ideario. España no logrará demasiado por sí misma. Pero quizá, pien‐ san, anime a otros países eu‐ ropeos

Pero, sea como sea, debemos recordarle a Israel que el mun‐ do es plenamente consciente de los brutales excesos que ha cometido en Gaza y que no pueden salirle gratis. No me haría ninguna ilusión al respec‐ to. Pero el reconocimi­ento de Palestina como Estado es, pe‐ se a sus enormes limitacion­es políticas, un paso aceptable.

metros de la frontera.

Sus abogados reciben la noti‐ cia con una sensación agridul‐ ce porque a día de hoy siguen sin respuesta del Gobierno es‐ pañol para hacer efectivo el traslado. El auto lo deja en ma‐ nos de la administra­ción: “Pro‐ cede, por lo tanto, adoptar la medida cautelar positiva insta‐ da, con el fin de que por la Ad‐ ministraci­ón se realicen las ac‐ tuaciones oportunas el orden a promover el traslado a España del solicitant­e de asilo. Será la Administra­ción la que debe va‐ lorar el medio más idóneo para hacer efectiva esta decisión y dará cuenta a la Sala de lo rea‐ lizado para su cumplimien­to”. Contra esta decisión cabe re‐ curso ante el propio Tribunal Supremo.

La BBC contradice la versión de España sobre el trágico sal‐ to a la valla de Melilla este ve‐ rano

El Confidenci­al Un documental de la BBC contradice la versión del Ministerio de Interior sobre el multitudin­ario salto a la valla de Melilla de este verano que acabó en tragedia y eleva la ci‐ fra de víctimas y desapareci‐ dos

DEMOS explica que el 4 de marzo interpusie­ron una peti‐ ción a la Audiencia Nacional para que ordenara al órgano administra­tivo correspond­ien‐ te “el cumplimien­to inmediato” del auto. Dos días después, la Audiencia Nacional ordenó que se notificara su decisión al Ministerio de Asuntos Exterio‐ res y a la embajada de España en Marruecos. Desde enton‐ ces, los abogados de Basir ha realizado dos peticiones más a la Audiencia Nacional en el mismo sentido. “A pesar de ello, las administra­ciones con‐ cernidas han continuado in‐ cumpliendo la resolución judi‐ cial”, denuncian.

Basir junto a sus abogados Adilia de las Mercedes y Arse‐ nio Cores. EFE (María Traspa‐ derne)

A juicio de los letrados Arsenio G. Cores y Adilia de las Merce‐ des, esto “demuestra los obs‐ táculos interpuest­os por el Mi‐ nisterio de Asuntos Exteriores contra los derechos de las per‐ sonas refugiadas africanas ne‐ gras” y acusan al Gobierno de “racismo”. “Que el Gobierno ig‐ nore una resolución de la Au‐ diencia Nacional es una de‐ mostración más de que no existen vías efectivas de acce‐ so al derecho de asilo para las personas africanas negras, co‐ mo ha afirmado el ministro Grande-Marlaska en el Congre‐ so de los Diputados y en el Parlamento Europeo”, añaden. Este caso resucita las críticas vertidas por diversas ONG y colectivos en defensa de los derechos de migrantes. Su te‐ sis es que a estas personas no les queda más remedio que ju‐ garse la vida en la valla o cru‐ zando el mar porque la buro‐ cracia a la hora de solicitar asi‐ lo no es una opción viable. Es‐ paña da asilo a un 90% de su‐ daneses como los que murie‐ ron en la valla de Melilla, pero para ello tendrían que haber te‐ nido acceso a ello o armarse de paciencia como en el caso de Basir.

Las muertes en la valla fronte‐ riza de Melilla fueron objeto de estudio por parte de la Fisca‐ lía, pero archivó sus pesquisas tras seis meses de pesquisas sin hallar ningún responsabl­e en la tragedia ni indicios de de‐ lito. Sin embargo, la Fiscalía advirtió al Gobierno de su obli‐ gación de poner en marcha medidas necesarias para ga‐ rantizar que los migrantes ten‐ gan posibilida­des reales de so‐ licitar asilo en las oficinas di‐ plomáticas o consulares espa‐ ñolas en los países de origen o de tránsito, así como en los puestos fronterizo­s de Ceuta y Melilla, “a fin de asegurar que los migrantes que intenten ac‐ ceder al país mediante el salto de la valla hayan podido optar previament­e por acudir al sis‐ tema legalmente establecid­o”.

 ?? ?? Externa
Externa

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain