La gran cuestión de la que pende el futuro de las bolsas: ¿importan más los tipos o los beneficios?
Las empresas están comen‐ zando a reportar su primer conjunto de ganancias para 2024, y importan más de lo ha‐ bitual para las acciones por‐ que el otro principal apoyo pa‐ ra los mercados elevados -la esperanza de recortes de ti‐ pos- está siendo eliminado. El problema es que Wall Street espera muchas ganancias es‐ te año, el próximo año y, en pronósticos tempranos, 2026.
El futuro parece brillante, pien‐ san inversores y analistas, aunque es extremadamente raro que la realidad resulte me‐ jor de lo originalmente espera‐ do. Trimestre a trimestre, por supuesto, las empresas tien‐ den a hablar negativamente sobre las ganancias a medida que se acerca la temporada, como han hecho nuevamente en los últimos meses, para po‐ der reportar un "éxito". Las "sorpresas" en las ganancias no deberían ser una sorpresa, pero las ganancias trimestra‐ les aún tienden a ser más débi‐ les de lo originalmente predi‐ cho.
Mucho depende de que las empresas predigan que las ga‐ nancias serán aún mejores en los próximos trimestres, por‐ que el mercado en su conjunto está posicionado para un cre‐ cimiento inusualmente rápido. El S&P 500 cotiza a un múlti‐ plo de 21 veces las ganancias previstas para los próximos 12 meses, un nivel superado solo durante la burbuja de las pun‐ tocom y el rebote de la pande‐ mia.
La buena noticia es que una economía más fuerte de lo es‐ perado debería ser buena para las ganancias. La mala noticia es que una economía más fuerte de lo esperado significa menos recortes de tasas este año, y tal vez ninguno, lo que perjudica la valoración de las ganancias futuras. Esto se hi‐ zo evidente el miércoles, cuan‐ do la inflación nuevamente su‐ peró las predicciones, los ren‐ dimientos de los bonos au‐ mentaron y las acciones caye‐ ron bruscamente. Los merca‐ dos de futuros ahora están po‐ sicionados para una probabili‐ dad del 12,5% de que no haya recorte de tasas este año, de lejos el más alto hasta ahora, según la herramienta CME FedWatch.
El S&P 500 va camino de su vi‐ gésimo récord histórico en 2024 tras la pausa de tipos
L. P. Ante unos tipos de interés que, según Jerome Powell, presidente de la Fed, han llega‐ do a su pico, el indicador esta‐ dounidense no deja de acumu‐ lar récords, hasta superar los 5.250 puntos
Dejando de lado el miércoles, en general, los inversores si‐ guen apostando a que las ga‐ nancias más altas más que compensarán el impacto de las tasas que están por enci‐ ma de lo que pensaban ante‐ riormente. Hay razones para la duda así como razones para la esperanza, nuevamente prove‐ nientes de las ganancias y de la Reserva Federal.
La razón para la duda es que la historia no ha sido amable con los pronosticadores de Wall Street. Las ganancias del S&P han sido inferiores a la primera cifra pronosticada cada año desde la crisis financiera de 2008-09, salvo uno: 2018. In‐ cluso ese año fue mejor solo porque las expectativas inicia‐ les estaban deprimidas; los primeros pronósticos se hicie‐ ron cerca de los mínimos de los colapsos de China y del pe‐ tróleo a principios de 2016. Peor aún, las expectativas es‐ tán particularmente elevadas. Las ganancias operativas del S&P de este año (la forma es‐ tándar en que los inversores