La implosión de la izquierda: IU señala el serio problema de Yolanda Díaz
Hay una cuita aparentemente menor en el seno de Sumar, como es el puesto que ocupa‐ rá Izquierda Unida en las listas, que es útil para comprender el momento que atraviesan a los partidos a la izquierda del PSOE y hasta qué punto las elecciones del 9-J serán claves para el futuro de ese espacio político.
Manu Pineda, actual eurodipu‐ tado, ganó las primarias de IU para ser su candidato a las eu‐ ropeas. La oferta que se le hi‐ zo fue que concurriera en las listas de Sumar en el quinto puesto, o que IU pasara al cuarto si la elegida era una mujer, dada la necesidad de una papeleta paritaria. El quin‐ to no garantiza ser elegido, pe‐ ro finalmente irá a parar a Más Madrid, lo que abre la posibili‐ dad de adelantar una posición. IU, como organización, se jue‐ ga mucho más en estas elec‐ ciones que el resto de parti‐ dos: la presencia en el Parla‐ mento europeo les resulta ne‐ cesaria por los recursos que asegura.
Las negociaciones de las lis‐ tas están siendo complicadas y más con el anuncio de que
Compromís ocupará el tercer puesto. Si el nombre que apor‐ ta es el de Mónica Oltra, el res‐ to de los partidos tendrían po‐ co que objetar. Si no fuera así, tras el nombramiento de Jau‐ me Asens como número 2, IU tendría difícil asumir que se le haya colocado tan abajo. Ayer había una sensación de humi‐ llación notable. Solucionar fuera el problema interno
Hay que recordar el origen de todos los problemas y cómo la nueva política los agudizó. El PCE, para situarse en los nue‐ vos tiempos y dar cabida a las distintas corrientes que orbita‐ ban por la izquierda (el trots‐ kismo y el entorno que se lla‐ mó 'rojo, rosa y verde') formó Izquierda Unida. Pero con el declive electoral, los jóvenes, que no encontraban camino para subir en la estructura e imponer nuevas tesis, busca‐ ron resolver los problemas in‐ ternos de sucesión desde fue‐ ra: montaron Podemos para conseguir lo que IU les nega‐ ba. La experiencia nació tan exitosa, que dio lugar a una fórmula que se fue repitiendo: se buscaba fuera lo que no se conseguía dentro. Los comu‐ nes, Más Madrid o Adelante
Andalucía, fueron derivadas de esa fractura.
Las consecuencias evidentes para Sumar es que las baro‐ nías tienen mucho más poder que su líder nacional El momento ahora es distinto, en la medida en que, en lugar de solucionar las aspiraciones fallidas montando un nuevo partido, se ha encontrado un camino a través de lo regional. Los partidos que integran Su‐ mar se han asentado desde la preeminencia en un territorio. Las consecuencias evidentes para la formación nacional es que las baronías tienen mucho más poder que su líder.
En la época del PCE/IU había un partido claramente vertical, que ha mutado, y eso es Su‐ mar, en un paraguas que cobi‐ ja a diferentes formaciones, y cuya dirección debe jugar ante todo el papel de mediadora en‐ tre los distintos 'accionistas'. El mismo nombre de la forma‐ ción indica el propósito: se tra‐ taba de crear un espacio en el que se reunieran fuerzas dis‐ persas que ayudaran al Go‐ bierno progresista a subsistir. Y, para eso, había que sumar, no construir un partido. Esta fórmula tiene ventajas e inconvenientes. Más que defi‐ nir claramente un proyecto po‐ lítico, lo que era complicado dadas las diferentes sensibili‐ dades que integran la forma‐ ción, se trataba de construir un espacio eficiente que garanti‐ zase que los votos no se per‐ dían. Eso ha llevado a que su líder apenas tenga capacidad de acción interna, porque bue‐ na parte del poder está en ma‐ nos de las baronías, y que ha‐ cia el exterior dependa de que el PSOE no le cierre los espa‐ cios. Una posición difícil. La implosión de la izquierda Una de las consecuencias lla‐ mativas de este giro en el es‐ pacio de la izquierda, animada por el sistema electoral de las europeas, es que concurrirán Sumar, Podemos, una escisión de Adelante Andalucía, las iz‐ quierdas nacionalistas (el blo‐ que ERC-Bildu-BNG), e incluso Izquierda española, que aspira a robar votantes a los socialis‐ tas desde un lado diferente. Si el propósito era unir a los votantes que se situaban a la izquierda del PSOE, parece que el efecto está siendo el contra‐ rio
Por si fuera poco, esta semana se ha anunciado que se pre‐ sentará a las europeas un nue‐ vo partido, Polo de la Izquier‐ da, constituido por personas y colectivos que pertenecieron a IU/PCE y que estarán encabe‐ zados por el exeurodiputado por IU Javier Couso. Su progra‐ ma tiene un componente geo‐ político claro y recoge un sen‐ tir político diferente del de la izquierda actual, con el que es‐ peran conseguir votos de sim‐ patizantes de la antigua IU. Su presentación oficial tendrá lu‐ gar el 10 de mayo. Mucha oferta: si el propósito era unir a los votantes que se situaban a la izquierda del PSOE, parece que el efecto es‐ tá siendo el contrario. La iz‐ quierda sufrió una implosión, cuyos resultados se perciben ahora. Y esa tendencia irá en aumento si los resultados de las europeas no favorecen a Sumar y brindan algún espacio institucional a formaciones co‐ mo Podemos.
La tentación del abandono Se hace preciso volver a la ca‐ sa madre de la mayoría de ellos, IU, que es la formación que más está sufriendo las consecuencias de esta deriva. El descontento interno es gran‐ de, ya que se perciben como el partido que ha cedido sistemá‐ ticamente (servilismo es un término que utilizan con fre‐ cuencia) y la que ha puesto la estructura y la mano de obra cuando había que hacer cam‐ paña en cada elección.
El golpe en las municipales del pasado año resonó muy fuerte entre sus cuadros y sus bases. Y además son el partido que tiene organización en gran par‐ te de los territorios de España con menor vitalidad. Cuentan con fuerza en Andalucía y es‐ tán presentes en Asturias, Cantabria, Castilla-León, Extre‐ madura o Castilla-La Mancha. Los territorios con más vigor, Madrid, Cataluña, Valencia, han sido ocupados por otras fuerzas, que les han desprecia‐ do. Se perciben cada vez más débiles a cambio de nada: a menudo piensan que Sumar ha sido el enésimo intento pa‐ ra hacerlos desaparecer como formación.