¿La vivienda no baja? España es el tercer país de la UE con mayor parón de la construcción
El Partido Popular y el PSOE se han dado cuenta de que la vi‐ vienda es uno de los
mayores problemas económicos y so‐ ciales
de España desde hace años y han decidido ponerse manos a la obra. Al menos en lo que a promesas se refiere. El PP presentó el jueves una batería de medidas que inclu‐ yen aumentar la oferta de sue‐ lo, establecer incentivos fisca‐ les para la adquisición de los jóvenes y para que los propie‐ tarios saquen sus viviendas al mercado del alquiler o la pro‐ moción de viviendas para el al‐ quiler con colaboración públi‐ co-privada.
Uno de los motivos que expli‐ can las tensiones de precios es la escasez de nuevas pro‐ mociones. A pesar del des‐ equilibrio existente entre ofer‐ ta y demanda, la construcción y la inversión en obra nueva están muy por debajo de los registros previos a la pande‐ mia. Esto significa que se si‐ gue acumulando
que provoca que ca‐ da sacada al mercado sea poco menos que
un stock de demanda nueva vivienda
una subasta.
Esto explica que el precio de la vivienda nueva haya subido
que el de la vivienda de segunda mano, desde los niveles prepandemia. Y en las comunidades autónomas con mayores tensiones de deman‐ da, la escalada ha sido de más del doble. Por ejemplo, en Ma‐ drid la vivienda usada
y la nueva, un 34%, según los datos del INE. A pesar de la escasez de ofer‐
si el doble subido un 14% ca‐ ha
ta, la construcción avanza a medio gas. Los problemas son diversos. Por ejemplo, las em‐ presas tienen dificultades para aumentar su producción, por ejemplo, por
la escasez de mano de obra.
La cartera de pedidos es ahora más amplia que en el pico de la burbuja in‐ mobiliaria. Las empresas po‐ drían trabajar 20 meses conse‐ cutivos sin necesidad de que entraran nuevos compradores. También existen problemas con los planes urbanísticos, con la colaboración entre ad‐ ministraciones y empresas o con la disponibilidad de suelo. El resultado es que los niveles de producción en construcción en este inicio de 2024
están siendo un 18% inferiores
a los del año 2020, justo antes del estallido de la pandemia. Es cierto que en los últimos meses
la producción ha au‐ mentado,
en concreto, un 9% en el último año. Una cifra cla‐ ramente insuficiente. En los meses posteriores al confina‐ miento se congelaron las nue‐ vas promociones, ya que las empresas dudaban sobre la magnitud que tendría la crisis económica. Sin embargo, la rá‐ pida recuperación registrada desde el verano de 2020 ha dado tiempo más que suficien‐ te a España para reactivar al sector de la construcción. Pe‐ ro los deberes no se han he‐ cho.
Los datos de confir‐ man que la construcción toda‐ vía está muy lejos de recuperar el ritmo de obras que había an‐ tes de la pandemia. En concre‐ to, la inversión residencial en el cuarto trimestre de 2023 (úl‐ timo dato disponible) fue un 8% inferior a la del mismo pe‐ riodo del año 2019 con datos deflactados. Esto es, en térmi‐ nos reales. Se trata de uno de los peores registros de toda la eurozona. Sólo tres países es‐ tán peor,
inversión Finlandia, Malta y Lu‐ xemburgo.
La construcción no soluciona‐ rá, por sí sola, el problema de precios de la vivienda. Sobre todo porque buena parte de la demanda se concentra en el centro de las ciudades, donde no existe suelo disponible. Pe‐ ro lo que está claro es que sin nuevas promociones
será im‐ posible solucionar la crisis de precios
que ahoga a los más jóvenes.