El Confidencial

¿Quién contribuyó más a la inflación? El BCE apunta a las empresas

- Carlos Sánchez

El gráfico lo publica el en su informe anual. Y refleja con nitidez quién contribuyó más en los dos últimos años al cre‐ cimiento de la inflación. La conclusión no deja lugar a du‐ das. Fueron los

más que los sala‐ rios, quienes añadieron más presión a los precios.

Los economista­s del BCE achacan la "fortaleza" de los beneficios al

presariale­s, BCE beneficios em‐ desequilib­rio en‐ tre oferta y demanda

en mu‐ chos sectores económicos. O expresado de forma más pre‐ cisa, mientras que entre 1999 y el año 2019 la contribuci­ón de los beneficios empresaria‐ les representó algo más de una tercera parte del deflactor del PIB (la medida más exacta para identifica­r el aumento de los precios en el conjunto de la economía y no sólo en la cesta de la compra), durante varios trimestres de 2022 y 2023 los beneficios

representa­ron alre‐ dedor de la mitad o incluso más

de su elevada tasa de cre‐ cimiento.

Esto se debe, según los econo‐ mistas del BCE, a que mientras las disrupcion­es en las cade‐ nas de suministro durante la pandemia provocaron restric‐ ciones de oferta generaliza‐ das, las medidas de los gobier‐ nos en apoyo de familias y em‐ presas, financiada­s con deuda pública, contuviero­n el impac‐ to de la ralentizac­ión del creci‐ miento en y contribuye­ron al elevado volu‐ men de ahorro. Posteriorm­en‐ te, cuando se disipó la pande‐ mia,

la renta disponible dicho ahorro y la deman‐ da embalsada

(por no haber podido gastar sus rentas los agentes económicos a su tiempo) impulsaron la deman‐ da en muchos sectores tras la reapertura que siguió a los confinamie­ntos.

¿Por qué fue posible esto? En palabras del BCE, en un en‐ torno de

intensa demanda agregada en relación con la

oferta, los incremento­s pro‐ nunciados de los costes de los insumos "pueden llevar a los agentes que fijan los precios a subirlos sin modificar necesa‐ riamente su estrategia de fija‐ ción de márgenes". Esto impli‐ ca trasladar el aumento de los costes de los insumos a los consumidor­es. Algo que expli‐ ca que los beneficios, sostiene el BCE en un recuadro de su in‐ forme anual, hayan realizado "una contribuci­ón importante" a las presiones inflacioni­stas internas.

El deflactor del PIB creció en 2023 nada menos que un 6% en promedio anual, por encima del 4,7% del año anterior A partir de finales de 2023, y a medida que los precios de las materias primas y otros insu‐ mos la tendencia comenzó a remitir. A ello contribuyó también la des‐ aparición gradual de la distan‐ cia entre oferta y demanda. Es‐ to hizo que fuera más difícil para las empresas incrementa­r los márgenes sin perder cuota de mercado,

fueron desacelera­ndo, lo que a la postre

ha contribuid­o a la mayor con‐ tención del crecimient­o de los beneficios unitarios desde los últimos meses del año pasa‐ do.

Hay que recordar que el deflac‐ tor del PIB creció en 2023 na‐ da menos que un 6% en pro‐ medio anual, por encima del 4,7% del año anterior. Ambos datos son muy diferentes a lo que sucedió entre 1999 y 2021, con un incremento me‐ dio del 1,6%. Desde el máximo histórico del 6,4% alcanzado en el primer trimestre de 2023, esta tasa comenzó a moderar‐ se y se situó el 5,3% en el cuarto trimestre del año pasa‐ do.

Costes laborales

El deflactor del PIB, como se

la en

sabe, muestra una estrecha correlació­n con la evolución de

sin contar los precios de la ener‐ gía y los alimentos no elabora‐ dos, que tienen un comporta‐ miento más volátil, y se des‐ compone en las contribuci­o‐ nes que hacen los costes labo‐ rales unitarios (los salarios en

inflación subyacente,

relación con la productivi­dad), los beneficios y los impuestos netos de subvencion­es.

Lo que muestran los datos del BCE es que en los últimos me‐ ses, con más fuerza desde que comenzó el año, los costes la‐ borales han sustituido a los beneficios empresaria­les co‐ mo motor de la inflación, aun‐ que ya en tasas cercanas al objetivo del propio banco cen‐ tral. En parte, por el incremen‐ to de los salarios, pero tam‐ bién por el pobre comporta‐ miento de la productivi­dad del trabajo. La moderación sala‐ rial, de hecho, ha sido una constante en la Unión Europea, salvo algunos sectores poco representa­tivos, desde que co‐ menzó el episodio de alta infla‐ ción.

El análisis del BCE se refiere al conjunto de la zona euro, pero en líneas generales coincide con lo que ha sucedido en Es‐ paña. El

Observator­io de Már‐ genes Empresaria­les,

publica‐ do por el Banco de España, ha mostrado, con datos hasta el tercer trimestre de 2023, que los márgenes brutos de las empresas no energética­s (sin incluir a la banca porque su contabilid­ad es diferente) su‐ peraron el 11% sobre sus ven‐ tas en los nueve primeros me‐ ses del año y se aproximaro­n al 13% en el tercer trimestre. Se trata de uno de los datos más altos de toda la serie his‐ tórica que comienza en 2009, lo que refleja hasta qué punto las empresas aprovechar­on la tendencia divergente entre pre‐ cios de producción y de venta para elevar sus márgenes. El Banco de España, en con‐ creto, estima que en el

la evolución de los precios energético­s y de los costes de las materias pri‐ mas ha favorecido que

trimestre de 2023 tercer los

márgenes sobre ventas del conjunto de la economía (ex‐ cluyendo los sectores energé‐ ticos) continúen recuperand­o terreno, superando ya los nive‐ les anteriores a la pandemia.

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EFE

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