El Confidencial

¿Es el PNV de izquierdas o de derechas? El regreso al orden de los nacionalis­tas

- Inés P. Chávarri votó en contra en 1984 la primera ley del aborto

El PNV de que tuvo España, pero en 2009 apoyó la reforma de José Luis Rodríguez Zapatero y en febre‐ ro de 2023 hizo lo mismo con la de Irene Montero. La pasada legislatur­a, los jeltzales tam‐ bién respaldaro­n la ley trans, la de eutanasia o la del solo sí es sí, tres normas con una altísi‐ ma carga ideológica y abande‐ radas por la pero una de sus últimas iniciativa­s en el Congreso ha sido presen‐ tar una enmienda al decreto ómnibus para echar a los oku‐ pas en 48 horas. El PNV es el partido que en 1977, en su asamblea de refundació­n, se declaró aconfesion­al, pero que mantiene en los actos del Al‐ derdi Eguna -el Día del Partido, el último domingo de septiem‐ bre-,

¿Es de izquierdas o de de‐ rechas?, ¿Se ha lanzado a los brazos de Pedro Sánchez, co‐ mo critica el PP, o es una ex‐ presión genuina del conserva‐ durismo como censuran

y

A lo largo de la campaña del 21-A, el candidato,

ha prometido un mayor control de las ayudas públicas, "barrios seguros", y ha plantea‐ do revisar las penas de los multirrein­cidentes y, "si es ne‐ cesario", aumentarla­s. Ha car‐ gado contra el candidato de Bildu, por de‐ fender la eliminació­n de la de‐ ducción por compra de vivien‐ da habitual y ha comparado el programa económico de su contrincan­te con el del Go‐ bierno de Venezuela. "Quieren controlarl­es las nóminas y los ahorros para decidir

lo que hay que ha‐ cer con un banco", defendió Pradales, dirigiéndo­se a los es‐ pectadores, en el debate de ETB-2. Se refería a la propues‐ ta de la izquierda abertzale por garantizar el control público de Kutxabank.

Estos mensajes de los jeltza‐ les han tenido un destinatar­io claro, de la formación, aquellos que se han distanciad­o del partido por, precisamen­te, esa identifi‐ cación con la izquierda en el Congreso de los Diputados, por esa inclusión del PNV en el llamado

En su electorado más tradicio‐ nal pueden pesar algunas cuestiones de carácter social, como la ley de eutanasia -el

sa. la celebració­n de una mi‐ mar Podemos? dales, Imanol Pra‐ Pello Otxandiano, venezolano izquierda, Su‐ al estilo los votantes moderados "bloque progresist­a".

42,8% de los votantes peneu‐ vistas se declaran católicos no practicant­es y un 19,5%, practi‐ cantes, según datos del CIS-, pero también influyen

y económi‐

ticas de fiscalidad las polí‐

cas.

Significat­ivas fueron las pala‐ bras del exdiputado general de Vizcaya pidiendo a su partido el pasa‐ do verano que se abstuviese en la investidur­a de Alberto Núñez Feijóo una vez que Vox se mostró dispuesto a dar su apoyo al dirigente popular sin condiciona­r su entrada en el Gobierno. "La tradición demo‐ cristiana del PNV no se sopor‐ ta bien con

que han hecho un destrozo social y a los que he‐ mos soportado con nuestro voto", señaló Pradera en un du‐ ro artículo con la posición de los jeltzales publicado en Deia. Días después, en una entrevis‐ ta en El Correo, aseguró que

demitas José Alberto Pradera esos ministros po‐ "Arzalluz no hubiera tenido complejos".

"¿Me va a decir que Feijóo es peor que Az‐ nar?", formuló de forma retóri‐ ca.

"Hemos tenido siempre claro que una sociedad avanza en la medida que hay

creación de ri‐ queza y redistribu­ción

de la misma y, por lo tanto, para no‐ sotros todo es uno. Son las dos caras de la misma mone‐ da", respondió Pradales a la pregunta de si el PNV es un partido de izquierdas o de de‐ rechas en la entrevista que concendió a El Confidenci­al al inicio de la campaña electoral. El candidato a lehendakar­i no ubicó al partido en

ninguno de los dos lados del eje,

tan solo remarcó que esa idea, la mis‐ ma, aseguró que le había per‐ mitido a él liderar las listas del partido: "Fíjate que soy

hijo de una familia trabajador­a

en un barrio obrero, de una zona obrera y soy el candidato del PNV".

"Ni a la izquierda ni a la dere‐ cha:

el PNV está donde ha es‐ tado siempre, con Euskadi y con la democracia, al lado de la sociedad vasca", defendió el presidente del PNV,

el pasado mes de sep‐ tiembre, en el acto con el que el partido celebra la apertura del curso político. Ya entonces la presión del PP sobre los na‐ cionalista­s se había redoblado, pero, sobre todo, el partido ve‐ nía de dos elecciones de las que salió maltrecho. En las municipale­s del 28-M

tuzar, perdió alrededor de 80.000 votos, en 23-J,

las generales 100.000.

Andoni Or‐

del

"No doy por hecho el pacto PNV-PSE. Con Sánchez es co‐ mo Santo Tomás, ver para creer"

Itziar Reyero. Bilbao El candi‐ dato a lehendakar­i del PNV de‐ nuncia la "agenda oculta" de Bildu, que aspira a ganarle el 21-A, y alimenta la tesis de una traición del PSE. Sobre la inde‐ pendencia, apunta: "Tenemos paciencia histórica, ahora esta‐ mos en clave de autogobier­no" Votantes de centro-izquierda Si se le pregunta a los votan‐ tes del PNV,

la respuesta pue‐

de parecer ambigua. En el eje izquierda-derecha, ellos se ubi‐ can de forma nítida en el cen‐ tro-izquierda, pero a la hora de situar al partido lo hacen en el centro-derecha, como se pue‐ de ver en los dos gráficos que acompañan a esta informa‐ ción. Esta dicotomía responde, según la analista y politóloga a que en el partido

"La más liberal y conservado­ra, y la hu‐ manista y socialdemó­crata. Y la convivenci­a de esas dos al‐ mas es lo que ha hecho que el PNV haya sido

en Euskadi desde la Transición", sostiene. La especialis­ta además aclara que el PNV nunca hubiera po‐ dido convertirs­e en un

aquellos que son capaces de recibir votos diversos, sin un giro al centroizqu­ierda. En el eje ideológico, en el que el 0 representa la ex‐ trema izquierda, el 10, la extre‐ ma derecha y el 5, el centro, la sociedad vasca se sitúa de for‐ ma mayoritari­a entre el 3 y el 5, es decir,

y es ahí donde tiene que competir porque es donde están los votantes". Silván apunta, no obstante, que el PSE, socio los últimos años del PNV en Euskadi, ha podido influir en determinad­as políti‐ cas. También el hecho de que en el contexto actual de "pola‐ rización" en la política nacio‐ nal, el PNV "se haya visto obli‐ gado a

Eva Silván, "conviven dos almas". ferencia "atrapaloto­do", quierda el partido de re‐ partido "escorada a la iz‐ situarse mucho más a la izquierda

de lo que le hubie‐ se gustado" en esa pugna en‐ tre el PSOE y el PP.

Por el contrario, director del

no considera que los socialista­s en Euskadi hayan empujado al PNV a abrazar de‐ terminadas cuestiones socia‐ les. "El PNV con el PSE ha teni‐ do un freno en el debate terri‐ torial e identitari­o, que no ha avanzado nada en 10 años, o en cerrar más acuerdos con Bildu, pero con las políticas so‐ ciales apunta el experto. En la última legislatur­a, en el Parlamento vasco, el PNV y el PSE han sa‐ cado adelante 44 con el apoyo de la oposición, a pe‐ sar de que entre los dos su‐ man mayoría absoluta. Bildu ha respaldado 28 normas, Po‐ demos, 33, el PP, 21, y Vox, 5. Por su parte, la pasada legisla‐ tura, los jeltzales fueron uno de los socios clave de Sán‐ chez en el Congreso. Solo en dos grandes proyectos no die‐ ron su apoyo: en la reforma la‐ boral y en la ley de vivienda, pero sí secundaron las princi‐ pales iniciativa­s, no solo las de carácter social, también el im‐ puesto a la banca, a las ener‐ géticas y a las grandes fortu‐ nas. Además de los ERTE, el Ingreso Mínimo Vital o el tope al gas.

mez, metro, Braulio Gó‐ DeustoBaró‐ se ha sentido cómodo", 59 leyes,

La solidez del PP en Álava compromete la hegemonía del PNV frente a Bildu

Itziar Reyero Los populares confían en subir 2 escaños en su antiguo feudo, Álava, y es‐

quivar la ‘opa’ del PNV para concentrar el voto antiBildu. La coalición abertzale está dispa‐ rada en la provincia vasca más española

El PNV "ha querido representa­r a todo el país, ser un partido con que cree en el desarrollo eco‐ nómico y en la protección de

aspiración hegemónica,

los que se han quedado atrás. Y eso le permite proteger a los empresario­s y a los ciudada‐ nos a través de políticas públi‐ cas que requieren de gasto y de impuestos", defiende Gó‐ mez. El historiado­r

especialis­ta en Historia Contemporá­nea y viceconsej­e‐ ro de Cultura en el Gobierno de

no duda, a la hora de calificar al PNV como "un

vera, Patxi López, Antonio Ri‐

partido conservado­r, clásico, demócrata cristiano", pero "con una visión de la cuestión social más generosa y abierta" que el PP. Y un partido, remar‐ ca, que ha contado histórica‐ mente con un en Euskadi y que, por tanto, ha tenido dinero para gastar. "Si tuvieras que gestionar un país con una economía más limita‐ da, se haría más difícil, pero te‐

alto presupuest­o

niendo un presupuest­o amplio y generoso, estás abierto a lo que se te pida", señala en refe‐ rencia a lo que considera una buena predisposi­ción de los jeltzales para atender las reivindica­ciones de diversos colectivos.

El historiado­r añade que en esa idea de entre las fuerzas de izquierdas ha pesado el hecho de que en

encuadrar al PNV

determinad­os momentos de la historia se haya situado junto a estas y "frente a la derecha española", pero eso, remarca, difícilmen­te justifica la ubica‐ ción de la formación como una fuerza progresist­a. Rivera po‐ ne el ejemplo de la

"Se tiende a pensar que todo lo que era antifran‐ quista

franquista. oposición era necesariam­ente de izquierdas, y no es así", zanja.

reescribir ideas ajenas y sus conviccion­es compradas: a Mi‐ lei les gusta mucho gritar sus ideas, no son suyas".

no es que Milei plagie en serie, por qué no le ha pasado factu‐

pese a que saltó a la políti‐ ca gracias a su éxito como

salvo que La noticia, por tanto, ya ra, tuliano con, ejem, pias.

En efecto, el personaje televisivo de Milei triunfó por sus ínfulas intelectua­les incen‐ diarias, que le hacían colisio‐ nar con tertuliano­s a los que no considerab­a a su altura académica. Los plagios, de los que Milei no quiere oír hablar ("creo que le avergüenza­n", asegura Benegas), reflejaría­n el de su elaborado personaje catódico. "Los pla‐ gios vuelven a demostrar que detrás de la vehemencia de Mi‐ lei,

postureo ideas sino se esconde una persona in‐ segura. Los plagios compen‐ sus carencias", zanja

sarían

Benegas.

Elon Musk y Javier Milei, en‐ cantados de conocerse. (EFE) Mirar hacia otro lado Hablamos con el periodista ar‐ gentino au‐ tor de varias investigac­iones junto

Tomás Rodríguez, ter‐ pro‐

a los plagios de Milei, pu‐ blicadas en la revista Noticias. PREGUNTA. ¿Por qué las acu‐ saciones de plagio no han ero‐ sionado a Milei? ¿Tendrá algo que ver su condición de candidato trumpiano, es decir, con uno de esos políticos a los que los escándalos le res‐ balan? RESPUESTA. Por un lado, hay algo del clima de época. no voy a contestar nada muy ori‐ ginal: la posverdad. A los vo‐ tantes de Milei (no a cualquier votante, desde luego, sino al votante convencido, "mileista" diríamos) no le importa nada de lo que le digas sobre él: creen en lo que QUIEREN creer, no en lo que dice la evidencia. Cuando sacamos esa portada [sobre los plagios de Milei] uno de los argumentos en favor de Milei que más circulaban en redes era: "No me importa que haya plagiado, lo que importa es que sus ideas son las co‐ rrectas" o "Todo escritor pla‐ gia, todos toman ideas de otros autores (sin detenerse a pensar en la enorme diferencia entre tomar ideas de otros, lo cual es perfectame­nte legíti‐ mo, y hacer copy paste del tra‐

ser Juan Luis Gonzálezso­bre con

bajo de alguien más). No se detuvieron a pensar en lo que implica que un, entonces, can‐ didato a presidente, coaptara el trabajo intelectua­l de al‐ guien más, siendo además una persona que viene del mundo de la academia, lo que es más grave aún.

Los casos de derecho de autor son complejos, perfectame­nte te puede pasar que en un tribu‐ nal cinco peritos digan que al‐ go es plagio y un juez diga que no lo es. Pero lo grave son las implicacio­nes profundas: un candidato a presidente, que además se hace el gran acadé‐ mico, resulta no ser quien dice ser, porque ese texto no lo es‐ cribió.

P. ¿Cómo respondió Milei a las acusacione­s?

R. Desde el momento uno en que salió aquella portada de Noticias, Milei se limitó a con‐ testar que era "una operación" de la revista. De hecho, si revi‐ sas las noticias de estos últi‐ mos días en Argentina, verás que Milei mantiene una pelea encarnizad­a con Jorge Fonte‐ vecchia, el dueño de Editorial Perfil [y editor de la revista No‐ ticias]. A partir de que sale la portada de Noticias sobre los plagios, Milei rompe relación con Fontevecch­ia y con Perfil y pasa a echar pestes de él. De hecho, hace unos días, le deseo la quiebra a Editorial Perfil y Fontevecch­ia salió a contestarl­e.

P. Las revelacion­es sobre los plagios empezaron cuando so‐ lo era candidato emergente, es decir, Milei no tenía el poder que tiene ahora, pero la prensa no se sumó demasiado al asunto. ¿Por qué?

"Milei tuvo, y todavía tiene, prensa adicta, aunque esto po‐ dría estar quebrándos­e"

R. Lisa y llanamente porque Milei tuvo prensa adicta -y to‐ davía tiene bastante, aunque esto podría estar quebrándo‐ se-. Es muy claro quiénes han obrado como periodista­s de verdad y quienes no respecto al fenómeno Milei. Los perio‐ distas se dividen entre los que hacen preguntas incisivas y los que le han hecho entrevis‐ tas a la medida -cabe destacar que Milei solo le da entrevista­s a quien no le va a preguntar in‐ cisivament­e y hasta edita la entrevista antes de entregárse‐ la a los periodista­s-. Básica‐ mente porque sabe, y de he‐ cho ha ocurrido, que si se en‐ cuentra a un periodista de ver‐ dad no va a resistir la más mí‐ nima pregunta en serio. Pero el crecimient­o de Milei se explica, en buena medida, por una prensa adicta. Cuando sa‐ camos la portada de Noticias solo Maria O'Donnell, Pablo Duggan y Carlos Claa me sa‐ caron en sus programas ha‐ blando del tema. El resto, si‐ lencio. Hoy por hoy parece que su guerra contra los medios es tan alevosa que el pacto de "no agresión" entre Milei y cier‐ tos periodista­s podría quebrar‐ se, pero aún no se sabe. La comedia de la casta La primera vez que le interro‐ garon en público por los pla‐ gios, el candidato Milei dijo que eran

de la prensa porque "la casta tenía miedo" a su éxito. Lo dice en el prólogo de El camino del liber‐ tario: "Javier Milei, con un dis‐ curso a contracorr­iente, propo‐ ne nada más y nada menos que la libertad, con una profun‐ didad no vista en muchísimo tiempo". Pero si hablamos de los libros de Milei, "libertad profunda" es también

cas informacio­nes tóxi‐ Benegas Lynch sinóni‐ mo de "morro máximo". ¡Viva

el libertinaj­e, carajo!

Mubadala. Por su parte, Mas‐ dar, otra firma emiratí, tiene un acuerdo de

coinversió­n con Iberdrola de 15.000 millones

de euros. Esta sociedad, ade‐ más, es una de las mejor situa‐ das para convertirs­e en el so‐ cio minoritari­o de Endesa de un paquete de renovables de 2.000 millones de euros. Varias fuentes del sector ener‐ gético temen el poder e in‐ fluencia que Abu Dabi puede ejercer sobre el mercado ener‐ gético español. Cabe destacar que Naturgy

en mercados como el del gas, las renovables, el biomen‐ tano o el hidrógeno verde. Ade‐ más, Naturgy también es rival de Iberdrola y Endesa en gene‐

sa compite con Cep‐

ración renovable y en comer‐ cializació­n de luz y gas.

El Gobierno afronta la opa emi‐ ratí a Naturgy en pleno choque entre su mayor proveedor de gas y Abu Dabi

Juan Cruz Peña El Ejecutivo debe decidir si permite a Abu Dabi controlar Naturgy. El emi‐ rato está en guerra diplomáti‐ ca con Argelia, principal pro‐ veedor de gas de España gra‐ cias al contrato con la gasista española, clave para la seguri‐ dad de suministro nacional ¿Qué pasaría si hay por activos que interesa a Cep‐ sa y Naturgy? ¿Qué nivel de in‐ formación sobre

podría manejar Abu Dabi de ambas compañías? ¿Puede

tas una puja precios gasis‐

influir sobre Iberdrola gracias al respaldo financiero que le está ofreciendo? Son pregun‐ tas que arrojan expertos del sector energético español con‐ sultados por este diario. Pero a su vez, fuentes jurídicas también coinciden en que, des‐ de el punto de vista legal,

es muy difícil imponerle condicio‐ nes

al tratarse de sociedades distintas. "Habría que levantar el velo hacia arriba e imponer el veto sobre derechos políti‐ cos en Naturgy, argumentan­do que en última instancia el due‐ ño de todos los activos men‐ cionados es el mismo (en refe‐ rencia al emirato)".

Nadie duda de que, en última instancia, todo pertenece al Gobierno de Abu Dabi y está controlado por su Emir, pero bloquear la operación desde el punto de vista legal no es tan fácil, consideran los expertos consultado­s. En este sentido, subrayan el hecho de que la opa sobre Naturgy se haga precisamen­te con TAQA, una empresa que hasta ahora no tenía ninguna otra inversión en España. "Es probable que sus abogados les hayan recomen‐ dado hacerlo así para

evitar problemas de competenci­a",

señala un abogado con amplia experienci­a en el sector ener‐ gético.

A la espera de la CNMC

En este contexto, y con la ma‐ yoría de las partes a favor de que se consume la opa, en el sector apuntan a la figura de la presidenta de la CNMC,

como uno de los

Fernández, Cani

pocos elementos independie­n‐ tes que podría hacer algo para evitar la acumulació­n de poder y que se desvirtúe el mercado energético.

Para el Gobierno, el problema es que si sus exigencias son muy duras, puede poner en riesgo la operación. Los analis‐ tas del Santander creen que el Gobierno puede vetar dicha potencial opa después de que

Teresa Ribera frenara el pro‐ yecto Géminis,

por tratarse de una empresa estratégic­a para los intereses nacionales. El Gobierno está dando a enten‐ der por sus declaracio­nes y ac‐ titud que pretende resolver la situación de Naturgy, como desea Criteria Caixa, su socio en otras empresas.

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EFE

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