¿Es el PNV de izquierdas o de derechas? El regreso al orden de los nacionalistas
El PNV de que tuvo España, pero en 2009 apoyó la reforma de José Luis Rodríguez Zapatero y en febre‐ ro de 2023 hizo lo mismo con la de Irene Montero. La pasada legislatura, los jeltzales tam‐ bién respaldaron la ley trans, la de eutanasia o la del solo sí es sí, tres normas con una altísi‐ ma carga ideológica y abande‐ radas por la pero una de sus últimas iniciativas en el Congreso ha sido presen‐ tar una enmienda al decreto ómnibus para echar a los oku‐ pas en 48 horas. El PNV es el partido que en 1977, en su asamblea de refundación, se declaró aconfesional, pero que mantiene en los actos del Al‐ derdi Eguna -el Día del Partido, el último domingo de septiem‐ bre-,
¿Es de izquierdas o de de‐ rechas?, ¿Se ha lanzado a los brazos de Pedro Sánchez, co‐ mo critica el PP, o es una ex‐ presión genuina del conserva‐ durismo como censuran
y
A lo largo de la campaña del 21-A, el candidato,
ha prometido un mayor control de las ayudas públicas, "barrios seguros", y ha plantea‐ do revisar las penas de los multirreincidentes y, "si es ne‐ cesario", aumentarlas. Ha car‐ gado contra el candidato de Bildu, por de‐ fender la eliminación de la de‐ ducción por compra de vivien‐ da habitual y ha comparado el programa económico de su contrincante con el del Go‐ bierno de Venezuela. "Quieren controlarles las nóminas y los ahorros para decidir
lo que hay que ha‐ cer con un banco", defendió Pradales, dirigiéndose a los es‐ pectadores, en el debate de ETB-2. Se refería a la propues‐ ta de la izquierda abertzale por garantizar el control público de Kutxabank.
Estos mensajes de los jeltza‐ les han tenido un destinatario claro, de la formación, aquellos que se han distanciado del partido por, precisamente, esa identifi‐ cación con la izquierda en el Congreso de los Diputados, por esa inclusión del PNV en el llamado
En su electorado más tradicio‐ nal pueden pesar algunas cuestiones de carácter social, como la ley de eutanasia -el
sa. la celebración de una mi‐ mar Podemos? dales, Imanol Pra‐ Pello Otxandiano, venezolano izquierda, Su‐ al estilo los votantes moderados "bloque progresista".
42,8% de los votantes peneu‐ vistas se declaran católicos no practicantes y un 19,5%, practi‐ cantes, según datos del CIS-, pero también influyen
y económi‐
ticas de fiscalidad las polí‐
cas.
Significativas fueron las pala‐ bras del exdiputado general de Vizcaya pidiendo a su partido el pasa‐ do verano que se abstuviese en la investidura de Alberto Núñez Feijóo una vez que Vox se mostró dispuesto a dar su apoyo al dirigente popular sin condicionar su entrada en el Gobierno. "La tradición demo‐ cristiana del PNV no se sopor‐ ta bien con
que han hecho un destrozo social y a los que he‐ mos soportado con nuestro voto", señaló Pradera en un du‐ ro artículo con la posición de los jeltzales publicado en Deia. Días después, en una entrevis‐ ta en El Correo, aseguró que
demitas José Alberto Pradera esos ministros po‐ "Arzalluz no hubiera tenido complejos".
"¿Me va a decir que Feijóo es peor que Az‐ nar?", formuló de forma retóri‐ ca.
"Hemos tenido siempre claro que una sociedad avanza en la medida que hay
creación de ri‐ queza y redistribución
de la misma y, por lo tanto, para no‐ sotros todo es uno. Son las dos caras de la misma mone‐ da", respondió Pradales a la pregunta de si el PNV es un partido de izquierdas o de de‐ rechas en la entrevista que concendió a El Confidencial al inicio de la campaña electoral. El candidato a lehendakari no ubicó al partido en
ninguno de los dos lados del eje,
tan solo remarcó que esa idea, la mis‐ ma, aseguró que le había per‐ mitido a él liderar las listas del partido: "Fíjate que soy
hijo de una familia trabajadora
en un barrio obrero, de una zona obrera y soy el candidato del PNV".
"Ni a la izquierda ni a la dere‐ cha:
el PNV está donde ha es‐ tado siempre, con Euskadi y con la democracia, al lado de la sociedad vasca", defendió el presidente del PNV,
el pasado mes de sep‐ tiembre, en el acto con el que el partido celebra la apertura del curso político. Ya entonces la presión del PP sobre los na‐ cionalistas se había redoblado, pero, sobre todo, el partido ve‐ nía de dos elecciones de las que salió maltrecho. En las municipales del 28-M
tuzar, perdió alrededor de 80.000 votos, en 23-J,
las generales 100.000.
Andoni Or‐
del
"No doy por hecho el pacto PNV-PSE. Con Sánchez es co‐ mo Santo Tomás, ver para creer"
Itziar Reyero. Bilbao El candi‐ dato a lehendakari del PNV de‐ nuncia la "agenda oculta" de Bildu, que aspira a ganarle el 21-A, y alimenta la tesis de una traición del PSE. Sobre la inde‐ pendencia, apunta: "Tenemos paciencia histórica, ahora esta‐ mos en clave de autogobierno" Votantes de centro-izquierda Si se le pregunta a los votan‐ tes del PNV,
la respuesta pue‐
de parecer ambigua. En el eje izquierda-derecha, ellos se ubi‐ can de forma nítida en el cen‐ tro-izquierda, pero a la hora de situar al partido lo hacen en el centro-derecha, como se pue‐ de ver en los dos gráficos que acompañan a esta informa‐ ción. Esta dicotomía responde, según la analista y politóloga a que en el partido
"La más liberal y conservadora, y la hu‐ manista y socialdemócrata. Y la convivencia de esas dos al‐ mas es lo que ha hecho que el PNV haya sido
en Euskadi desde la Transición", sostiene. La especialista además aclara que el PNV nunca hubiera po‐ dido convertirse en un
aquellos que son capaces de recibir votos diversos, sin un giro al centroizquierda. En el eje ideológico, en el que el 0 representa la ex‐ trema izquierda, el 10, la extre‐ ma derecha y el 5, el centro, la sociedad vasca se sitúa de for‐ ma mayoritaria entre el 3 y el 5, es decir,
y es ahí donde tiene que competir porque es donde están los votantes". Silván apunta, no obstante, que el PSE, socio los últimos años del PNV en Euskadi, ha podido influir en determinadas políti‐ cas. También el hecho de que en el contexto actual de "pola‐ rización" en la política nacio‐ nal, el PNV "se haya visto obli‐ gado a
Eva Silván, "conviven dos almas". ferencia "atrapalotodo", quierda el partido de re‐ partido "escorada a la iz‐ situarse mucho más a la izquierda
de lo que le hubie‐ se gustado" en esa pugna en‐ tre el PSOE y el PP.
Por el contrario, director del
no considera que los socialistas en Euskadi hayan empujado al PNV a abrazar de‐ terminadas cuestiones socia‐ les. "El PNV con el PSE ha teni‐ do un freno en el debate terri‐ torial e identitario, que no ha avanzado nada en 10 años, o en cerrar más acuerdos con Bildu, pero con las políticas so‐ ciales apunta el experto. En la última legislatura, en el Parlamento vasco, el PNV y el PSE han sa‐ cado adelante 44 con el apoyo de la oposición, a pe‐ sar de que entre los dos su‐ man mayoría absoluta. Bildu ha respaldado 28 normas, Po‐ demos, 33, el PP, 21, y Vox, 5. Por su parte, la pasada legisla‐ tura, los jeltzales fueron uno de los socios clave de Sán‐ chez en el Congreso. Solo en dos grandes proyectos no die‐ ron su apoyo: en la reforma la‐ boral y en la ley de vivienda, pero sí secundaron las princi‐ pales iniciativas, no solo las de carácter social, también el im‐ puesto a la banca, a las ener‐ géticas y a las grandes fortu‐ nas. Además de los ERTE, el Ingreso Mínimo Vital o el tope al gas.
mez, metro, Braulio Gó‐ DeustoBaró‐ se ha sentido cómodo", 59 leyes,
La solidez del PP en Álava compromete la hegemonía del PNV frente a Bildu
Itziar Reyero Los populares confían en subir 2 escaños en su antiguo feudo, Álava, y es‐
quivar la ‘opa’ del PNV para concentrar el voto antiBildu. La coalición abertzale está dispa‐ rada en la provincia vasca más española
El PNV "ha querido representar a todo el país, ser un partido con que cree en el desarrollo eco‐ nómico y en la protección de
aspiración hegemónica,
los que se han quedado atrás. Y eso le permite proteger a los empresarios y a los ciudada‐ nos a través de políticas públi‐ cas que requieren de gasto y de impuestos", defiende Gó‐ mez. El historiador
especialista en Historia Contemporánea y viceconseje‐ ro de Cultura en el Gobierno de
no duda, a la hora de calificar al PNV como "un
vera, Patxi López, Antonio Ri‐
partido conservador, clásico, demócrata cristiano", pero "con una visión de la cuestión social más generosa y abierta" que el PP. Y un partido, remar‐ ca, que ha contado histórica‐ mente con un en Euskadi y que, por tanto, ha tenido dinero para gastar. "Si tuvieras que gestionar un país con una economía más limita‐ da, se haría más difícil, pero te‐
alto presupuesto
niendo un presupuesto amplio y generoso, estás abierto a lo que se te pida", señala en refe‐ rencia a lo que considera una buena predisposición de los jeltzales para atender las reivindicaciones de diversos colectivos.
El historiador añade que en esa idea de entre las fuerzas de izquierdas ha pesado el hecho de que en
encuadrar al PNV
determinados momentos de la historia se haya situado junto a estas y "frente a la derecha española", pero eso, remarca, difícilmente justifica la ubica‐ ción de la formación como una fuerza progresista. Rivera po‐ ne el ejemplo de la
"Se tiende a pensar que todo lo que era antifran‐ quista
franquista. oposición era necesariamente de izquierdas, y no es así", zanja.
reescribir ideas ajenas y sus convicciones compradas: a Mi‐ lei les gusta mucho gritar sus ideas, no son suyas".
no es que Milei plagie en serie, por qué no le ha pasado factu‐
pese a que saltó a la políti‐ ca gracias a su éxito como
salvo que La noticia, por tanto, ya ra, tuliano con, ejem, pias.
En efecto, el personaje televisivo de Milei triunfó por sus ínfulas intelectuales incen‐ diarias, que le hacían colisio‐ nar con tertulianos a los que no consideraba a su altura académica. Los plagios, de los que Milei no quiere oír hablar ("creo que le avergüenzan", asegura Benegas), reflejarían el de su elaborado personaje catódico. "Los pla‐ gios vuelven a demostrar que detrás de la vehemencia de Mi‐ lei,
postureo ideas sino se esconde una persona in‐ segura. Los plagios compen‐ sus carencias", zanja
sarían
Benegas.
Elon Musk y Javier Milei, en‐ cantados de conocerse. (EFE) Mirar hacia otro lado Hablamos con el periodista ar‐ gentino au‐ tor de varias investigaciones junto
Tomás Rodríguez, ter‐ pro‐
a los plagios de Milei, pu‐ blicadas en la revista Noticias. PREGUNTA. ¿Por qué las acu‐ saciones de plagio no han ero‐ sionado a Milei? ¿Tendrá algo que ver su condición de candidato trumpiano, es decir, con uno de esos políticos a los que los escándalos le res‐ balan? RESPUESTA. Por un lado, hay algo del clima de época. no voy a contestar nada muy ori‐ ginal: la posverdad. A los vo‐ tantes de Milei (no a cualquier votante, desde luego, sino al votante convencido, "mileista" diríamos) no le importa nada de lo que le digas sobre él: creen en lo que QUIEREN creer, no en lo que dice la evidencia. Cuando sacamos esa portada [sobre los plagios de Milei] uno de los argumentos en favor de Milei que más circulaban en redes era: "No me importa que haya plagiado, lo que importa es que sus ideas son las co‐ rrectas" o "Todo escritor pla‐ gia, todos toman ideas de otros autores (sin detenerse a pensar en la enorme diferencia entre tomar ideas de otros, lo cual es perfectamente legíti‐ mo, y hacer copy paste del tra‐
ser Juan Luis Gonzálezsobre con
bajo de alguien más). No se detuvieron a pensar en lo que implica que un, entonces, can‐ didato a presidente, coaptara el trabajo intelectual de al‐ guien más, siendo además una persona que viene del mundo de la academia, lo que es más grave aún.
Los casos de derecho de autor son complejos, perfectamente te puede pasar que en un tribu‐ nal cinco peritos digan que al‐ go es plagio y un juez diga que no lo es. Pero lo grave son las implicaciones profundas: un candidato a presidente, que además se hace el gran acadé‐ mico, resulta no ser quien dice ser, porque ese texto no lo es‐ cribió.
P. ¿Cómo respondió Milei a las acusaciones?
R. Desde el momento uno en que salió aquella portada de Noticias, Milei se limitó a con‐ testar que era "una operación" de la revista. De hecho, si revi‐ sas las noticias de estos últi‐ mos días en Argentina, verás que Milei mantiene una pelea encarnizada con Jorge Fonte‐ vecchia, el dueño de Editorial Perfil [y editor de la revista No‐ ticias]. A partir de que sale la portada de Noticias sobre los plagios, Milei rompe relación con Fontevecchia y con Perfil y pasa a echar pestes de él. De hecho, hace unos días, le deseo la quiebra a Editorial Perfil y Fontevecchia salió a contestarle.
P. Las revelaciones sobre los plagios empezaron cuando so‐ lo era candidato emergente, es decir, Milei no tenía el poder que tiene ahora, pero la prensa no se sumó demasiado al asunto. ¿Por qué?
"Milei tuvo, y todavía tiene, prensa adicta, aunque esto po‐ dría estar quebrándose"
R. Lisa y llanamente porque Milei tuvo prensa adicta -y to‐ davía tiene bastante, aunque esto podría estar quebrándo‐ se-. Es muy claro quiénes han obrado como periodistas de verdad y quienes no respecto al fenómeno Milei. Los perio‐ distas se dividen entre los que hacen preguntas incisivas y los que le han hecho entrevis‐ tas a la medida -cabe destacar que Milei solo le da entrevistas a quien no le va a preguntar in‐ cisivamente y hasta edita la entrevista antes de entregárse‐ la a los periodistas-. Básica‐ mente porque sabe, y de he‐ cho ha ocurrido, que si se en‐ cuentra a un periodista de ver‐ dad no va a resistir la más mí‐ nima pregunta en serio. Pero el crecimiento de Milei se explica, en buena medida, por una prensa adicta. Cuando sa‐ camos la portada de Noticias solo Maria O'Donnell, Pablo Duggan y Carlos Claa me sa‐ caron en sus programas ha‐ blando del tema. El resto, si‐ lencio. Hoy por hoy parece que su guerra contra los medios es tan alevosa que el pacto de "no agresión" entre Milei y cier‐ tos periodistas podría quebrar‐ se, pero aún no se sabe. La comedia de la casta La primera vez que le interro‐ garon en público por los pla‐ gios, el candidato Milei dijo que eran
de la prensa porque "la casta tenía miedo" a su éxito. Lo dice en el prólogo de El camino del liber‐ tario: "Javier Milei, con un dis‐ curso a contracorriente, propo‐ ne nada más y nada menos que la libertad, con una profun‐ didad no vista en muchísimo tiempo". Pero si hablamos de los libros de Milei, "libertad profunda" es también
cas informaciones tóxi‐ Benegas Lynch sinóni‐ mo de "morro máximo". ¡Viva
el libertinaje, carajo!
Mubadala. Por su parte, Mas‐ dar, otra firma emiratí, tiene un acuerdo de
coinversión con Iberdrola de 15.000 millones
de euros. Esta sociedad, ade‐ más, es una de las mejor situa‐ das para convertirse en el so‐ cio minoritario de Endesa de un paquete de renovables de 2.000 millones de euros. Varias fuentes del sector ener‐ gético temen el poder e in‐ fluencia que Abu Dabi puede ejercer sobre el mercado ener‐ gético español. Cabe destacar que Naturgy
en mercados como el del gas, las renovables, el biomen‐ tano o el hidrógeno verde. Ade‐ más, Naturgy también es rival de Iberdrola y Endesa en gene‐
sa compite con Cep‐
ración renovable y en comer‐ cialización de luz y gas.
El Gobierno afronta la opa emi‐ ratí a Naturgy en pleno choque entre su mayor proveedor de gas y Abu Dabi
Juan Cruz Peña El Ejecutivo debe decidir si permite a Abu Dabi controlar Naturgy. El emi‐ rato está en guerra diplomáti‐ ca con Argelia, principal pro‐ veedor de gas de España gra‐ cias al contrato con la gasista española, clave para la seguri‐ dad de suministro nacional ¿Qué pasaría si hay por activos que interesa a Cep‐ sa y Naturgy? ¿Qué nivel de in‐ formación sobre
podría manejar Abu Dabi de ambas compañías? ¿Puede
tas una puja precios gasis‐
influir sobre Iberdrola gracias al respaldo financiero que le está ofreciendo? Son pregun‐ tas que arrojan expertos del sector energético español con‐ sultados por este diario. Pero a su vez, fuentes jurídicas también coinciden en que, des‐ de el punto de vista legal,
es muy difícil imponerle condicio‐ nes
al tratarse de sociedades distintas. "Habría que levantar el velo hacia arriba e imponer el veto sobre derechos políti‐ cos en Naturgy, argumentando que en última instancia el due‐ ño de todos los activos men‐ cionados es el mismo (en refe‐ rencia al emirato)".
Nadie duda de que, en última instancia, todo pertenece al Gobierno de Abu Dabi y está controlado por su Emir, pero bloquear la operación desde el punto de vista legal no es tan fácil, consideran los expertos consultados. En este sentido, subrayan el hecho de que la opa sobre Naturgy se haga precisamente con TAQA, una empresa que hasta ahora no tenía ninguna otra inversión en España. "Es probable que sus abogados les hayan recomen‐ dado hacerlo así para
evitar problemas de competencia",
señala un abogado con amplia experiencia en el sector ener‐ gético.
A la espera de la CNMC
En este contexto, y con la ma‐ yoría de las partes a favor de que se consume la opa, en el sector apuntan a la figura de la presidenta de la CNMC,
como uno de los
Fernández, Cani
pocos elementos independien‐ tes que podría hacer algo para evitar la acumulación de poder y que se desvirtúe el mercado energético.
Para el Gobierno, el problema es que si sus exigencias son muy duras, puede poner en riesgo la operación. Los analis‐ tas del Santander creen que el Gobierno puede vetar dicha potencial opa después de que
Teresa Ribera frenara el pro‐ yecto Géminis,
por tratarse de una empresa estratégica para los intereses nacionales. El Gobierno está dando a enten‐ der por sus declaraciones y ac‐ titud que pretende resolver la situación de Naturgy, como desea Criteria Caixa, su socio en otras empresas.