El trilema de Moncloa para aceptar la opa emiratí por Naturgy (pese a una gran pega)
Eso es a lo que se enfrenta el Gobierno con la opa de Taqa (Abu Dabi) sobre Naturgy, señalan fuentes próximas al Ejecutivo. Según explican, el potencial desem‐ barco de los emiratíes en la compañía gasista es
que tienen que asumir para resolver el conflicto in‐ terno que arrastra la compañía y solucionar el problema para Criteria Caixa, socio en otras cuestiones.
"Ahora mismo, en el mundo, solo hay capitales en
dispues‐ tos a invertir una suma tan grande como la que requiere esta opa con la condición de que el control y el poder siga en manos de otro (refiriéndose a Criteria Caixa) o al menos tenga que ser compartido", se‐ ñalan fuentes próximas al Eje‐ cutivo. "Tanto CVC como GIP habrán buscado en los dos úl‐ timos años hasta debajo de las piedras, pero es probable que esta sea la mejor respues‐ ta que han encontrado", aña‐ den.
El Gobierno es consciente de
menor Rusia u Oriente Medio el mal China,
que una empresa estratégica como Naturgy no puede seguir inmersa en una pelea interna entre los accionistas que está bloqueando cualquier proyecto y que vive bajo
perenne por los problemas de sus accionistas para salir del capital con las plusvalías deseadas. Por ello, ahora el Ejecutivo parece abierto a ceder con condicio‐ nes a la entrada de la empresa de Abu Dabi.
gobernanza una crisis de
No obstante, las fuentes con‐ sultadas aseguran que no es ni de lejos la solución ideal que le gustaría al Ejecutivo, de ahí la incomodidad que algunos miembros del ala socialista del Gobierno están mostrando con esta operación. Desde Sumar ya se han posicionado abierta‐ mente en contra y piden la in‐ tervención de la SEPI, como ya se ha hecho en Telefónica. Mientras,
el Partido Popular se está mostrando contrario a la
aunque pide que el Gobierno vigile el desembarco, según fuentes del PP citadas por El Periódico.
El problema de Argelia
Por un lado, el Gobierno debe‐ rá afrontar varios problemas de primer orden. En primer lu‐ gar, está
el conflicto diplomáti‐ co entre Abu Dabi y Argelia,
principal proveedor de gas pa‐ ra España. El Gobierno debe garantizar por encima de todo, la seguridad de suministro energético de España, y eso pasa porque Argelia continúe el envío de gas contratado con Naturgy a largo plazo por el gasoducto Medgaz. Ese tubo, que conecta energéticamente África y Eurasia, es uno de los principales activos estratégi‐ cos que toca suelo español Fuentes próximas al Ejecutivo creen que si Argelia amenaza con interrumpir el suministro,
serán los propios Emiratos Árabes Unidos
quienes se en‐ cargarán de resolver el proble‐ ma y evitar cualquier problema para la seguridad de suminis‐ tro en España. Conflictos de interés y acumu‐ lación de poder Diversas fuentes ven mucho más complicado resolver los problemas de conflictos de in‐ terés y acumulación de poder e influencia en el sector ener‐ gético español que podría te‐ ner Abu Dabi en el futuro. Pa‐ saría a controlar
Por otro lado, es el máximo accionista, con un 60% del capital, de En este caso, a través del fondo