El Confidencial

¿Éxito o fracaso? Euskadi se queda rezagada en crecimient­o pero es líder en calidad de vida

- Javier Jorrín

En el año 2023 la participac­ión del País Vasco en el empleo nacional cayó del 5% por pri‐ mera vez en la serie histórica. Aunque los registros de muy largo plazo generan algunas dudas, hay que remontarse al menos hasta la década de los cincuenta para encontrar me‐ nor participac­ión de Euskadi en el empleo nacional. Esta ci‐ fra es sólo la punta del icebe‐ rg, por debajo hay un gran blo‐ que de fríos datos que dan cuenta de la pérdida de rele‐ vancia de la economía vasca en el conjunto del país. Este deterioro de la posición de Euskadi está siendo uno de los grandes debates de la campaña electoral. De hecho, es el principal argumento de la oposición para tachar al PNV de mal gestor. En las últimas cuatro décadas el País Vasco ha sido la quinta comunidad que menos ha crecido, sólo mejor que Asturias, Cantabria, Castilla y León y Aragón. Su PIB ha aumentado un 120%,

22 puntos porcentual­es menos

que en el conjunto de España. Esta pérdida de relevancia evi‐ dencia los problemas de creci‐ miento que tiene el País Vas‐ co. La comunidad está inmer‐ sa en un

agravado en los últimos años por la crisis que vive la industria europea. Las tres provincias se sitúan a la cola de España en recuperaci­ón del empleo posterior a la pande‐ mia. Guipúzcoa es la sexta peor con un crecimient­o del

lar estancamie­nto secu‐

empleo de apenas el 3% res‐ pecto a los niveles previos a la pandemia. Álava es la novena peor y Vizcaya, la duodécima. En este periodo el empleo del conjunto del país ha aumenta‐ do un 7,5% (más del doble) y en tres provincias, Toledo, Ma‐ drid y Tenerife, supera el 11%. Euskadi se ha quedado al mar‐ gen del boom del empleo que ha vivido España y eso es un duro golpe para orgullo del vo‐ tante vasco. ¿Pero cómo afec‐ ta a su cartera? Realmente es‐ tos datos de empleo dicen muy poco, o nada, sobre la si‐ tuación económica en la que se encuentran las familias. El nivel de vida está más vincula‐ do con la renta disponible, la tasa de paro o la productivi‐ dad. Y en todos estos indica‐ dores el País Vasco se sitúa en los mejores puestos a nivel nacional.

Por ejemplo, es la única comu‐ nidad autónoma de España que tiene una tasa de paro más baja que la media de la eurozona, un 5,7%. Se encuen‐ tra en una situación de pleno empleo envidiable para el res‐ to de regiones, lo que significa que prácticame­nte todas las personas que quieren trabajar, pueden hacerlo. El desempleo es un factor diferencia­l de la calidad de vida y el País Vasco tiene apenas la mitad que el conjunto de España. Pero hay más indicadore­s favorables para Euskadi: su brecha de producción con la media na‐ cional se ha ensanchado en los últimos años y está en má‐ ximos desde 1990.

Lo que significa esto es que, mientras España está crecien‐ do de forma cuantitati­va, esto es, con más trabajador­es gra‐ cias a la inmigració­n, el País Vasco

mejorando la productivi‐ dad de cada trabajador. Am‐ bas ¿Y usted, lector influyente, qué prefiere, crecimient­o cuan‐ titativo o cualitativ­o? La desindustr­ialización

El País Vasco es uno de los te‐ rritorios más golpeados por el superciclo de la globalizac­ión que ha vivido el mundo en las tres últimas décadas. La des‐ localizaci­ón de la industria ha descapital­izado a algunos te‐ rritorios ricos. En España

tiva, crece de forma cualita‐ el mejor ejemplo está en Astu‐ rias,

que ha quedado arrasada por la pérdida de la minería y la industria. O, para ser más exactos, por la gestión que se hizo de la reconversi­ón. Euskadi logró retener a un ma‐ yor porcentaje de su industria manufactur­era, que también era la más avanzada de Espa‐ ña. Su secreto ha sido la

espe‐ cializació­n en productos más complejos,

reduciendo así el riesgo de las deslocaliz­acio‐ nes. El informe elaborado por la Fundación Cotec en 2023 si‐ túa al País Vasco como la re‐ gión con una economía más compleja.

Lo que se mide es la diversifi‐ cación en los productos produ‐ cidos y su ubicuidad, entendi‐ da como países que también los producen. Euskadi destaca en varios productos que se fa‐ brican en pocos sitios, como maquinaria especializ­ada o metalurgia de piezas comple‐ jas, como barras de acero inoxidable en caliente o sujeta‐ dores industrial­es. Esta exclu‐ sividad en la producción es la

para

mejor garantía de futuro

las fábricas.

Aún así, Euskadi no ha sido in‐ demne a la desindustr­ializa‐ ción que ha sufrido Europa. El peso de las manufactur­as ha pasado de superar el 35% a fi‐ nales de los setenta a

desde la crisis financiera. Se trata de un des‐ censo importante, pero sigue siendo la segunda CCAA con mayor peso de las manufactu‐ ras tras Navarra.

El auge de las grandes urbes La globalizac­ión ha traído otra tendencia que impacta directa‐ mente sobre la economía vas‐ ca: el auge de las grandes em‐ presas de servicios. Estas compañías buscan situar sus sedes nacionales en las capi‐ tales o en las mayores ciuda‐ des de los países. Esto genera economías de escala en estas grandes urbes que atraen a trabajador­es y a inversores. Las tres capitales vascas no tienen el tamaño suficiente pa‐ ra competir por la presencia de las grandes multinacio­nales, por lo que juega en desventaja frente a Barcelona y, sobre to‐ do, Madrid.

Aún así, el País Vasco ha con‐ seguido que los servicios

zarse en el 21% estabili‐ to‐ men el relevo de la industria

en su crecimient­o económico. El valor añadido de los servicios privados (excluyendo sanidad y educación) del País Vasco se ha duplicado en las dos últi‐ mas décadas, un crecimient­o idéntico al del conjunto de Es‐ paña. Es cierto que no alcanza a las comunidade­s punteras, como es Madrid, donde la en‐ trada de multinacio­nales ha provocado un crecimient­o de los servicios un 20% superior. Pero Euskadi ha conseguido un importante crecimient­o de

servicios de alto valor añadido,

en muchos casos, anexos a su actividad manufactur­era. La Estadístic­a Estructura­l de Em‐ presas del INE, que mide en detalle la situación del sector servicios, refleja esta dicoto‐ mía. La cifra de negocios entre 2018 y 2022 creció por debajo de la media nacional, un 49% en el País Vasco frente a un 51% en el conjunto nacional. Sin embargo, es la segunda CCAA en crecimient­o de la in‐ versión en activos materiales, con un aumento del 61%, más del doble que la media nacio‐ nal. Y es líder en inversión en actividade­s científica­s, técni‐ cas y profesiona­les. En definitiva, aunque el creci‐ miento del sector servicios no destaque por encima de la me‐ dia nacional, sí está consi‐ guiendo apuntalar la compleji‐ dad económica de la región. Esto explica que la productivi‐ dad por ocupado en el sector servicios privado sea

En concreto, en el año 2022 (último disponi‐ ble), eran un 15% más produc‐ tivos que la media nacional, por encima de Baleares y Ma‐ drid.

Este dato es importante, por‐ que desmonta el

de que la renta de las familias en el País Vasco es más alta que la del conjunto de por la presencia de la industria. Es cierto que la in‐ dustria genera salarios más al‐ tos, pero actualment­e son los servicios privados -el 51% de la producción total- quienes determinan la situación agre‐ gada de cada territorio. Y el País Vasco también ha conse‐ guido ser

de los servicios. Eso sí, ninguna de sus tres capitales tiene capacidad para competir con las grandes urbes euro‐ peas en atracción de multina‐ cionales.

La demografía

El País Vasco tiene pleno em‐ pleo y una de las rentas más altas de España. Sin embargo, los hacia la región están contenidos, tanto

alto de España. dicional España dad discurso tra‐ líder en productivi‐ flujos migratorio­s el más

desde el resto de España co‐ mo desde el extranjero. Por ejemplo, el porcentaje de inmi‐ grantes extranjero­s en Euskadi es del tres puntos menos que tres puntos y medio menos que Aragón o cuatro puntos menos que La Rioja. Datos sorprenden­tes para ser una comunidad autónoma con

y trabajo para to‐

9% de la población, Navarra, tos salarios

dos.

Hay dos factores que determi‐ nan los bajos flujos migrato‐ rios hacia Euskadi en las últi‐ mas décadas, el idioma y, du‐ rante muchos años, el terroris‐ mo. Esta particular­idad demo‐ gráfica es de gran relevancia, ya que ha provocado

y, por tanto, salarios muy altos en compa‐ ración con el resto de España. A su vez, las empresas han te‐ nido que y mejorar su productivi­dad para que los salarios fuesen rentables.

de mano de obra adaptarse al‐ escasez

El norte de España depende de las pensiones para crecer

Javier G. Jorrín La transferen‐ cia de rentas que reciben to‐ dos los meses para el pago de las pensiones sostiene la renta disponible de los hogares y fo‐ menta el consumo

Pero el País Vasco también es una en parte por la escasa inmigració­n. Es la quinta comunidad con más población mayor de en total, un 23,4% del total. Y también es la sexta CCAA con menos niños. Este envejeci‐ miento no es un problema, por‐ que los jubilados vascos tie‐ nen las pensiones más altas de toda España. La cuantía media asciende a

para cada jubilado en 14 pagas, un 22% más que la media nacional. Estas pensio‐ nes explican que el País Vasco tenga una renta per cápita su‐ perior a la que le correspond­e‐ ría por En otras palabras, si se compara con la

región envejecida, al mes 64 años, 1.759 euros PIB per cápita.

media nacional, las familias tienen más ingresos de los que deberían por su produc‐ ción.

Estas pensiones son un

pero son una vulnerabil­idad a futuro a medida que su envejecida po‐ blación vaya causando baja. Pero eso sólo será en el largo plazo, por lo pronto, las mayo‐ res en el País Vasco seguirán siendo un impulso fundamenta­l para su econo‐ mía.

Tampoco hay que olvidar el sistema fiscal tan favorable que tiene el País Vasco gra‐ cias a su Esta comunidad autónoma no con‐ tribuye a la solidarida­d nacio‐ nal, al contrario que el resto de regiones ricas, lo que le permi‐ te tener el

te para su economía, pensiones sopor‐ Régimen Foral. gasto público más alto de España.

Con estos re‐ cursos puede hacer inversio‐ nes, conceder ayudas a las empresas, potenciar la educa‐ ción, etc. Sin embargo, la abundancia de recursos ha provocado que la productivi‐ dad de los trabajador­es públi‐ cos de Euskadi sea inferior a la media nacional. Según los da‐ tos de la contabilid­ad nacional, el valor añadido de cada ocu‐ pado del sector público es un 20% inferior al del conjunto de España. Cuando la necesidad no aprieta, hasta el País Vasco se olvida de la productivi­dad. En resumen

Después de tantos datos, toca hacer una breve síntesis com‐ pendio. El País Vasco ha con‐ seguido mantener un nivel de vida superior al de la media na‐ cional. De hecho, en las dos úl‐ timas décadas ha conseguido revertir la convergenc­ia de las comunidade­s más pobres y alejarse de la media nacional.

País Vasco vuelve a ser un po‐ lo de migración desde el final del terrorismo

Javier G. Jorrín

Sin embargo, el estancamie­nto secular puede ser el principio

del declive económico. ¿Cuán‐ to tiempo podrá mantener Eus‐ kadi esta brecha con España si tiene graves problemas de cre‐ cimiento? Es más, el estanca‐ miento de la creación de em‐ pleo contrasta con el dinamis‐ mo de las regiones que más crecen. Y no todas son las pro‐ vincias de Madrid o Barcelona. Si el País Vasco no consigue enganchars­e a la creación de empleo, muchos jóvenes cuali‐ ficados se verán forzados a emigrar para acceder a los em‐ pleos a los que aspiran.

En el caso de España está ocu‐ rriendo justo lo contrario. El PIB y el empleo están crecien‐ do rápidament­e, pero el PIB per cápita está cayendo y el desempleo sigue siendo alto.

¿Qué escenario es preferible?

Aquí no hay una única res‐ puesta y dependerá de las pre‐ ferencias de cada votante.

la próxima legislatur­a, pero

es‐ tarán decidiendo sobre el futu‐ ro del mundo.

Lo digo, porque, salvo honrosas excepcione­s, no las veremos protagoniz­ar la actualidad, ni abrir los titulares de los periódicos, pero estarán librando los debates que real‐ mente cambian la vida de los españoles. La parte negativa de la falta de repercusió­n de su trabajo en Europa es que

seguiremos sedientas de refe‐ rentes femeninas

en la política española; la parte positiva, es que harán su trabajo

sin la pre‐

sión de tener que enzarzarse con la de enfrente simplemen‐ te por postureo y es precisa‐ mente, esa falta de pimpam‐ pum político diario, la permite que la UE legisle sobre cues‐ tiones fundamenta­les

presión de la sin la polarizaci­ón

emocional que sufrimos en los parlamento­s nacionales.

 ?? EFE ??
EFE

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