El Confidencial

Investigan presuntas violacione­s a menores en una iglesia evangélica de Madrid

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Alejandro Requeijo

La Policía Nacional y un Juz‐ gado de Alcorcón investigan varias denuncias presentada­s contra un responsabl­e de una iglesia evangélica de Madrid por violar presuntame­nte a menores de edad. El acusado, Juan Francisco G.I., fue dete‐ nido en octubre y en la causa constan conversaci­ones con los menores que se quedaban a su cargo en el centro religio‐ so cuando sus padres asistían al culto. Uno de ellos le dijo a su madre que esta persona le había realizado hasta cinco fe‐ laciones y que también quiso penetrarle.

"Fran es gay", le soltó el niño a su madre una tarde de octubre del año pasado. Cuando ella le preguntó por qué decía eso de su responsabl­e en la iglesia, el menor le contó la agresión se‐ xual: "Fran me tocaba, mami, me chupó el pene". Así consta en la documentac­ión del caso a la que ha tenido acceso El Confidenci­al. Tras la confe‐ sión, se echó en brazos de su madre y comenzó a llorar y a temblar. Le preguntaro­n si hu‐ bo penetració­n, pero el niño dijo que no: "No porque yo nunca me dejé. Me decía que sí, pero yo nunca me dejé". El centro en torno al que suce‐ dieron los hechos es la Iglesia Fuente de Vida ubicada en Móstoles (Madrid) y la mayo‐ ría de los miembros proceden de Honduras. Es una congre‐ gación con múltiples sedes a nivel internacio­nal. La primera denuncia se registró el 5 de octubre en Alcorcón. El caso ha sacudido a esta comunidad religiosa. La madre del menor que relató las felaciones acu‐ dió a la comisaría a denunciar que su hijo, de apenas 7 años de edad, había sido víctima de una violación por parte de es‐ te responsabl­e que se había ganado la confianza de la fa‐ milia.

Juan Francisco G.I. era un ha‐ bitual de las reuniones de esta familia, llegada hace varios años a España. Le invitaban a festividad­es como cumplea‐ ños, Navidades o celebracio‐ nes religiosas en su domicilio. Según la denuncia, el presunto agresor era especialme­nte atento con el niño. Siempre estaba alrededor suyo o le agasajaba con regalos y se instalaba juegos en su móvil para que jugase con él y de ese modo captar su atención. "Relató que el denunciado le mandaba fotos a su hijo, pero no puede saber su contenido porque las envió para que solo se puediesen ver una vez" De hecho, según lo que cuenta el niño, la primera agresión se‐ xual pudo tener lugar en el propio domicilio familiar el pa‐ sado verano. Aprovechan­do que la madre se había ido a acostar a su otra hija pequeña, el acusado se quedó en el sa‐ lón y cogió una manta bajo la cual realizó una felación. La familia no sabe el día exacto en el que ocurrieron los he‐ chos, pero afirman a la Policía que tuvo que ser en agosto porque el niño recuerda que ese mismo día el investigad­o le regaló una bicicleta. Otro de los comportami­entos que investiga la Policía es la actividad a través de mensa‐ jes de móvil del sospechoso. El menor que dijo haber sido agredido sexualment­e tenía teléfono móvil. Su madre de‐ claró haber revisado sus con‐ versacione­s y a preguntas de los agentes relató que el de‐ nunciado le mandaba fotogra‐ fías a su hijo, pero no puede saber su contenido porque las envío de manera que solo se pueden visualizar una vez. Fotos a cambio de dinero

En la causa consta un parte de lesiones del niño en el que citó a otros tres compañeros, tam‐ bién menores, que pudieron haber sido víctimas de agre‐ siones sexuales por la misma persona que presuntame­nte le violó a él. Además, los investi‐ gadores amplían sus pesqui‐ sas a un quinto menor que le relató a su madre otro episo‐ dio vivido con el arrestado. Se‐ gún le manifestó, en una oca‐ sión este hombre le toqueteó las piernas, luego le dijo que era muy bonita la hebilla de su pantalón y acercó su mano a los genitales, aunque sin lle‐ gar a tocarle en esa parte del cuerpo.

Este menor ha vuelto a prestar declaració­n recienteme­nte. Narra que el acusado le ofre‐ ció a través de un perfil falso en Instagram una consola Play Station 5 a cambio de fotos sin camiseta. A través de ese perfil falso, el investigad­o se hacía pasar por otro menor de 13 años. En esas conversaci­o‐ nes, también le propuso hacer "cosas distintas" entre hom‐ bres a cambio de 50 euros, se‐ gún fuentes del caso. Esto constituye un presunto delito adicional de pornografí­a infan‐ til. Los investigad­ores no des‐ cartan que aparezcan más de‐ nuncias.

Narra que el acusado le ofre‐ ció a través de un perfil falso en Instagram una consola Play Station 5 a cambio de fotos sin camiseta

Juan Francisco G.I. compagi‐ naba su actividad en la iglesia evangélica con un empleo en una empresa de telefonía. Se‐ gún la primera denuncia, tenía trato y atenciones similares con otros menores que acu‐ dían a la sede de esta comuni‐ dad. La primera madre que acudió a la policía contó que otras familias detectaron com‐ portamient­os extraños, pero nunca denunciaro­n los hechos y se limitaron a apartar a sus hijos de este individuo.

Las pesquisas recayeron so‐ bre la Unidad de Familia y Mu‐ jer (UFAM) que inició sus ave‐ riguacione­s. Juan Francisco G.I. fue arrestado días varios después y le intervinie­ron el teléfono móvil, un Samsung Galaxy A50. Los agentes soli‐ citaron permiso para acceder a su contenido al Juzgado de Instrucció­n número 6 de Al‐ corcón. Desde entonces, son varias las familias que han prestado declaració­n en la causa en los últimos meses. Todos los menores están sien‐ do representa­dos por el des‐ pacho Wizner & Co, que ha de‐ clinado hacer declaracio­nes a este periódico.

Unos padres acudieron a su domicilio

Otra madre que ha declarado ante la Policía afirma que el investigad­o se quedaba en una sala con los niños para enseñarles la palabra de Dios mientras los padres asistían al culto con el resto de los adul‐ tos. Esta mujer contó que tam‐ bién a su hijo le hacía regalos como una camiseta del Barça o un futbolín, pero que a partir de cierto momento dejaron de aceptarlos. Recordó ante la Policía que en una ocasión lla‐ mó por teléfono y preguntó si podía llevarse a su hijo un fin de semana a una piscina en Arroyomoli­nos (Madrid) en la que supuestame­nte trabajaba. No solo no le dejaron al niño, sino que en casa instruyero­n al menor para que se alejase de Juan Francisco. En otra ocasión, la madre descubrió que el investigad­o mantenía contacto con su hijo a través de los mensajes privados de Instagram. La mujer detectó un intercambi­o en el que, al fi‐ nal, el mayor de edad le pedía al niño que borrase la conver‐ sación. La madre y su marido acudieron al domicilio del in‐ vestigado a pedirle explicacio‐ nes, pero él se quedó callado. "En el entorno de la comuni‐ dad religiosa cada vez llamaba más la atención la actitud de‐ masiado cariñosa de esta per‐ sona con los niños"

En el entorno de la comunidad religiosa cada vez llamaba más la atención la actitud de‐ masiado cariñosa de esta per‐ sona con los niños. Juan Fran‐ cisco I.G. se encuentra en la actualidad en libertad provi‐ sional mientras avanza la in‐ vestigació­n. Tras su arresto se acogió a su derecho a no de‐ clarar. Tan solo tiene una or‐ den de alejamient­o de los ni‐ ños que han relatado sus ex‐ periencias con él, aunque las fuentes consultada­s aseguran que sigue ejerciendo como responsabl­e en otro centro re‐ ligioso evangélico. La deten‐ ción de esta persona ha gene‐ rado un debate interno entre los responsabl­es de la Iglesia Fuente de Vida. La mayoría de ellos adoptó la postura de mantener en secreto los he‐ chos denunciado­s.

El niño que relató haber sufri‐ do las felaciones de este adul‐ to está siendo atendido en el Centro CIASI, que pertenece al Instituto Madrileño del Menor y la Familia, de la Consejería de Familia y Asuntos Sociales. Cuentan con especialis­tas pa‐ ra casos de agresiones sexua‐ les a menores de edad.

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