El voto oculto a Aliança Catalana, el elefante en la habitación de las elecciones catalanas
Las direcciones de campaña de los diferentes partidos cata‐ lanes se hacen una pregunta: ¿Hay de Aliança Catalana, el partido ultradere‐ chista de la alcaldesa de Ri‐ poll, Silvia Orriols? La cuestión suscita una respuesta falsa o evitar cualquier valoración en los sondeos. Y eso, precisa‐ mente, es lo que provoca que
voto oculto en las encuestas se subestime
el apoyo de las formaciones a los que luego van a apoyar es‐ tos electores
ha preten‐ dido que las elecciones de 12 de mayo sean las de Puigde‐ mont. Pero cada vez más es‐ tán siendo las de Silvia Orriols. Un día pide un cinturón sanitario. Otro día
el propio Puig‐ demont lo aceptan. Y otro la ANC de Sabadell entra en cri‐ sis por invitar a sus debates electorales para el 12 de mayo a Aliança Catalana (ANC). Mucho ruido para un partido que solo controla el
que en las municipales del 2023 logró apenas 1.803 votos y que care‐ ce de representación en el Par‐ lament. En la encuesta de Ge‐ sop para 'El Periódico de Cata‐ lunya'
Carles Puigdemont Salvador Illa re Aragonès y miento de Ripoll, Pe‐ Ayunta‐ se le daba una intención de voto directo del 2,9%. Es una cifra altísima para un par‐
tido sin presencia en la Cáma‐ ra catalana. Nunca había pasa‐ do algo así. Ni siquiera en los inicios de Ciudadanos, el últi‐ mo gran fenómeno electoral que se dio en Cataluña. En general, la razón del voto oculto puede consistir en el re‐ chazo que puede suscitarse si no es bien visto en la comuni‐ dad a la que se pertenece. Aunque el voto oculto se da en todas las encuestas, es más evidente en las realizadas en el propio colegio electoral tras haber participado.
La atomización del indepen‐ dentismo radical: más partidos que nunca rivalizan con Junts
Antonio Fernández. Barcelona Desde Orriols a Ponsatí pasan‐ do por el Front Nacional de Ca‐ talunya. Tras el paso atrás de la ANC, hasta tres posibles lis‐ tas extremistas pueden mor‐ der una parte del voto que tra‐ dicionalmente consiguen Jx‐ CAT y la CUP
En el PSC están detectando voto para Aliança Catalana en
zonas del Baix Llobregat don‐ de tradicionalmente se les apoya a ellos. Es decir, ya no se trataría de una formación de la Cataluña profunda que emerge gracias a un discurso muy centrado en culpar a la in‐ migración de todos los males de Cataluña, del retroceso del catalán, a los problemas en los servicios sociales o los bajos salarios.
Orriols va de número uno por Girona. Pero
el partido se jue‐ ga en Barcelona, donde tam‐ bién podrían lograr escaños en
función precisamente del voto oculto que tenga esa forma‐ ción.
De todos los lados Expertos en demoscópica de las diferentes formaciones apuntan a que la formación de Orriols
podría pescar de diver‐ sos partidos,
no solo de Jx‐ CAT, como venden desde los republicanos. También de ERC, incluso de la CUP, en zonas co‐ mo Berga (con alcalde los anti‐ capitalistas), Manresa, Vic. La gran crisis por el debate de la ANC con Aliança Catalana fue en Sabadell, territorio tradicio‐ nal del PSC. Si consiguen salir por Barcelona, eso sería tres diputados más.
dos o Donde no pescará es en lona. El feudo de parece demasiado fideli‐ zado para el PP
Albiol
Bada‐ Xavier García
y para otras opciones políticas, para que pueda abrirse paso una opción así.
La frustración independentista de 2017 puede quedar en ma‐ nos de Aliança
Desde que el 'procés' fracasó en 2017, muchos se han pre‐ guntado quién ha gestionar la frustración que eso provocó. Si el voto oculto es el mismo o parecido a la intención de apo‐ yo directo que aflora en los sondeos, tal vez la respuesta será que la responsable de gestionar esta frustración será Aliança Catalana.
Lejos de la mayoría
Los nuevos diputados de Alia‐ nça Catalana, si al final pudie‐ se entrar en el Parlament, no se sumarían a los que ya hay. El independentismo
de la mayo‐
a los 68 diputados
ría en la Cámara catalana. Puigdemont, que quedaría se‐ gundo, estaría lejos de sumar una mayoría suficiente. Por tanto, el anuncio de que renun‐ cia a los votos de Aliança Ca‐ talana por parte de Puigdemo‐ nt tampoco sería tanto sacrifi‐ cio. Tampoco le servirían para desbancar una candidatura de
Salvador Illa. de no llegaría
"A partir de la información faci‐ litada por las CCAA y de los sistemas tecnológicos imple‐ mentados, se construyó
un cuadro de mando para la plani‐ ficación sanitaria
durante la pandemia, que se mostró de gran utilidad en los meses posteriores", expone Illa en el documento, que entre otras cuestiones también explica los contratos formalizados para la compra de material sanitaria y
cómo afrontaron los proble‐ mas derivados de algunas transacciones,
como el mate‐ rial que nunca se recibió.
La realidad, no obstante, es que el Gobierno no tuvo una
radiografía más o menos com‐ pleta hasta pasado un tiempo. Salvador Illa explica ante la co‐ misión de investigación en el Congreso de los Diputados que costaron varias semanas poner en marcha el sistema.
"Algunas comunidades no re‐ mitían datos
de algunas de las categorías y otras enviaban in‐ formación incompleta o incon‐ sistente. Los intentos para co‐ rregirlo realizados en los Con‐ sejos Interterritoriales del SNS [Sistema Nacional de Salud] de 16 y 18 de marzo no dieron los frutos esperados", añade. Así, siempre según el relato de Illa, el ministerio modificó la orden el 20 de marzo para que
fueran los centros hospitalarios quie‐
nes trasladaban sus deman‐ das y capacidad asistencial. Problemas de abastecimiento Salvador Illa señala a la Comu‐ nidad de Madrid como una es‐ pecie de
prueba piloto para medir las necesidades,
"dado que esta agrupaba entonces la mitad de los casos positivos covid-19 de España". "Se cuan‐ tificaron las necesidades y se celebraron los contratos de emergencia para la provisión de mascarillas quirúrgicas y FFP2, guantes de nitrilo, batas, gafas de protección, kits de diagnóstico rápido y dispositi‐ vos de ventilación mecánica invasiva. Esta previsión de ne‐ cesidades y compras permitió no solo asegurar durante va‐ rios meses el suministro sufi‐ ciente de material para hacer frente al Covid-19, sino tam‐ bién garantizar que este se mantendría incluso ante even‐ tuales retrasos o incumpli‐ mientos que pudieran produ‐ cirse por parte de algunos con‐ tratistas", subraya el documen‐ to.
Illa reconoce que hubo ''unos pocos'' que se aprovecharon en la venta de material sanita‐ rio Illa reconoce que hubo ''u‐ nos pocos'' que se aprovecha‐ ron en la venta de material sa‐ nitario
El exministro, cuestionado ahora por los contactos con Koldo García, clave en la pre‐ sunta trama de comisiones ile‐ gales, utilizó su comparecen‐ cia para defender su gestión al frente del ministerio. Según su criterio, pese a los problemas de abastecimiento y el mate‐ rial defectuoso abonado y ex‐ traviado, actuó con "prontitud, celeridad, prudencia y efica‐ cia". Sobre el exasesor de José Luis Ábalos, Illa también echó balones fuera. "Vi al señor Kol‐ do García solo una vez, le indi‐ qué cuál era el procedimiento y le dije que se dirigiera a los técnicos. El resultado fue que no contrató nada, esto es el único contacto que yo he teni‐ do con este señor", declaró.
beneficios. En 2022, las gran‐ des tecnológicas y otros valo‐ res de crecimiento se hundie‐ ron al desplomarse las valora‐ ciones, a pesar de que los be‐ neficios eran buenos. El razo‐ namiento-bastante válido-era que, en el caso de las acciones de crecimiento, los beneficios se producen en un futuro más lejano que en el caso de las acciones de valor más baratas, por lo que unos rendimientos de los bonos a largo plazo más elevados deberían hacer que esos beneficios futuros tu‐ vieran menos valor. Más vale pájaro en mano que ciento vo‐ lando cuando este obtiene un rendimiento seguro superior al 4% que cuando es del 0%. La diferencia esta vez es que los tipos eran altos desde el principio. El bono estadouni‐ dense a 10 años perdió casi un 20% en términos de precios en 2022 a medida que subían los rendimientos, mientras que es‐ te año
En aquel entonces, los inverso‐ res vendieron crecimiento mu‐ cho más que valor, sin prestar demasiada atención al tamaño (tanto los miembros más gran‐ des como los más pequeños del S&P obtuvieron malos re‐ sultados). Este año,
sólo ha bajado un 6%. los inver‐
sores han comprado más cre‐ cimiento que valor, mientras que el tamaño ha tenido una mayor importancia.
Esto es lógico. Además de que los cambios en los tipos tienen un impacto menor cuando ya son altos que cuando son muy bajos, los inversores se han dado cuenta de los diferentes efectos de unos tipos más al‐ tos en los balances. Las valo‐ raciones, aunque siguen sien‐ do muy altas, también son más bajas que a finales de 2021. No obstante, esto no ha‐ ce que resulten más fáciles de digerir las victorias de los grandes valores para los inver‐ sores que siguen esperando que algún día los más peque‐ ños demuestren su valía.