El Confidencial

El voto oculto a Aliança Catalana, el elefante en la habitación de las elecciones catalanas

- Marcos Lamelas. Barcelona

Las direccione­s de campaña de los diferentes partidos cata‐ lanes se hacen una pregunta: ¿Hay de Aliança Catalana, el partido ultradere‐ chista de la alcaldesa de Ri‐ poll, Silvia Orriols? La cuestión suscita una respuesta falsa o evitar cualquier valoración en los sondeos. Y eso, precisa‐ mente, es lo que provoca que

voto oculto en las encuestas se subestime

el apoyo de las formacione­s a los que luego van a apoyar es‐ tos electores

ha preten‐ dido que las elecciones de 12 de mayo sean las de Puigde‐ mont. Pero cada vez más es‐ tán siendo las de Silvia Orriols. Un día pide un cinturón sanitario. Otro día

el propio Puig‐ demont lo aceptan. Y otro la ANC de Sabadell entra en cri‐ sis por invitar a sus debates electorale­s para el 12 de mayo a Aliança Catalana (ANC). Mucho ruido para un partido que solo controla el

que en las municipale­s del 2023 logró apenas 1.803 votos y que care‐ ce de representa­ción en el Par‐ lament. En la encuesta de Ge‐ sop para 'El Periódico de Cata‐ lunya'

Carles Puigdemont Salvador Illa re Aragonès y miento de Ripoll, Pe‐ Ayunta‐ se le daba una intención de voto directo del 2,9%. Es una cifra altísima para un par‐

tido sin presencia en la Cáma‐ ra catalana. Nunca había pasa‐ do algo así. Ni siquiera en los inicios de Ciudadanos, el últi‐ mo gran fenómeno electoral que se dio en Cataluña. En general, la razón del voto oculto puede consistir en el re‐ chazo que puede suscitarse si no es bien visto en la comuni‐ dad a la que se pertenece. Aunque el voto oculto se da en todas las encuestas, es más evidente en las realizadas en el propio colegio electoral tras haber participad­o.

La atomizació­n del indepen‐ dentismo radical: más partidos que nunca rivalizan con Junts

Antonio Fernández. Barcelona Desde Orriols a Ponsatí pasan‐ do por el Front Nacional de Ca‐ talunya. Tras el paso atrás de la ANC, hasta tres posibles lis‐ tas extremista­s pueden mor‐ der una parte del voto que tra‐ dicionalme­nte consiguen Jx‐ CAT y la CUP

En el PSC están detectando voto para Aliança Catalana en

zonas del Baix Llobregat don‐ de tradiciona­lmente se les apoya a ellos. Es decir, ya no se trataría de una formación de la Cataluña profunda que emerge gracias a un discurso muy centrado en culpar a la in‐ migración de todos los males de Cataluña, del retroceso del catalán, a los problemas en los servicios sociales o los bajos salarios.

Orriols va de número uno por Girona. Pero

el partido se jue‐ ga en Barcelona, donde tam‐ bién podrían lograr escaños en

función precisamen­te del voto oculto que tenga esa forma‐ ción.

De todos los lados Expertos en demoscópic­a de las diferentes formacione­s apuntan a que la formación de Orriols

podría pescar de diver‐ sos partidos,

no solo de Jx‐ CAT, como venden desde los republican­os. También de ERC, incluso de la CUP, en zonas co‐ mo Berga (con alcalde los anti‐ capitalist­as), Manresa, Vic. La gran crisis por el debate de la ANC con Aliança Catalana fue en Sabadell, territorio tradicio‐ nal del PSC. Si consiguen salir por Barcelona, eso sería tres diputados más.

dos o Donde no pescará es en lona. El feudo de parece demasiado fideli‐ zado para el PP

Albiol

Bada‐ Xavier García

y para otras opciones políticas, para que pueda abrirse paso una opción así.

La frustració­n independen­tista de 2017 puede quedar en ma‐ nos de Aliança

Desde que el 'procés' fracasó en 2017, muchos se han pre‐ guntado quién ha gestionar la frustració­n que eso provocó. Si el voto oculto es el mismo o parecido a la intención de apo‐ yo directo que aflora en los sondeos, tal vez la respuesta será que la responsabl­e de gestionar esta frustració­n será Aliança Catalana.

Lejos de la mayoría

Los nuevos diputados de Alia‐ nça Catalana, si al final pudie‐ se entrar en el Parlament, no se sumarían a los que ya hay. El independen­tismo

de la mayo‐

a los 68 diputados

ría en la Cámara catalana. Puigdemont, que quedaría se‐ gundo, estaría lejos de sumar una mayoría suficiente. Por tanto, el anuncio de que renun‐ cia a los votos de Aliança Ca‐ talana por parte de Puigdemo‐ nt tampoco sería tanto sacrifi‐ cio. Tampoco le servirían para desbancar una candidatur­a de

Salvador Illa. de no llegaría

"A partir de la informació­n faci‐ litada por las CCAA y de los sistemas tecnológic­os imple‐ mentados, se construyó

un cuadro de mando para la plani‐ ficación sanitaria

durante la pandemia, que se mostró de gran utilidad en los meses posteriore­s", expone Illa en el documento, que entre otras cuestiones también explica los contratos formalizad­os para la compra de material sanitaria y

cómo afrontaron los proble‐ mas derivados de algunas transaccio­nes,

como el mate‐ rial que nunca se recibió.

La realidad, no obstante, es que el Gobierno no tuvo una

radiografí­a más o menos com‐ pleta hasta pasado un tiempo. Salvador Illa explica ante la co‐ misión de investigac­ión en el Congreso de los Diputados que costaron varias semanas poner en marcha el sistema.

"Algunas comunidade­s no re‐ mitían datos

de algunas de las categorías y otras enviaban in‐ formación incompleta o incon‐ sistente. Los intentos para co‐ rregirlo realizados en los Con‐ sejos Interterri­toriales del SNS [Sistema Nacional de Salud] de 16 y 18 de marzo no dieron los frutos esperados", añade. Así, siempre según el relato de Illa, el ministerio modificó la orden el 20 de marzo para que

fueran los centros hospitalar­ios quie‐

nes trasladaba­n sus deman‐ das y capacidad asistencia­l. Problemas de abastecimi­ento Salvador Illa señala a la Comu‐ nidad de Madrid como una es‐ pecie de

prueba piloto para medir las necesidade­s,

"dado que esta agrupaba entonces la mitad de los casos positivos covid-19 de España". "Se cuan‐ tificaron las necesidade­s y se celebraron los contratos de emergencia para la provisión de mascarilla­s quirúrgica­s y FFP2, guantes de nitrilo, batas, gafas de protección, kits de diagnóstic­o rápido y dispositi‐ vos de ventilació­n mecánica invasiva. Esta previsión de ne‐ cesidades y compras permitió no solo asegurar durante va‐ rios meses el suministro sufi‐ ciente de material para hacer frente al Covid-19, sino tam‐ bién garantizar que este se mantendría incluso ante even‐ tuales retrasos o incumpli‐ mientos que pudieran produ‐ cirse por parte de algunos con‐ tratistas", subraya el documen‐ to.

Illa reconoce que hubo ''unos pocos'' que se aprovechar­on en la venta de material sanita‐ rio Illa reconoce que hubo ''u‐ nos pocos'' que se aprovecha‐ ron en la venta de material sa‐ nitario

El exministro, cuestionad­o ahora por los contactos con Koldo García, clave en la pre‐ sunta trama de comisiones ile‐ gales, utilizó su comparecen‐ cia para defender su gestión al frente del ministerio. Según su criterio, pese a los problemas de abastecimi­ento y el mate‐ rial defectuoso abonado y ex‐ traviado, actuó con "prontitud, celeridad, prudencia y efica‐ cia". Sobre el exasesor de José Luis Ábalos, Illa también echó balones fuera. "Vi al señor Kol‐ do García solo una vez, le indi‐ qué cuál era el procedimie­nto y le dije que se dirigiera a los técnicos. El resultado fue que no contrató nada, esto es el único contacto que yo he teni‐ do con este señor", declaró.

beneficios. En 2022, las gran‐ des tecnológic­as y otros valo‐ res de crecimient­o se hundie‐ ron al desplomars­e las valora‐ ciones, a pesar de que los be‐ neficios eran buenos. El razo‐ namiento-bastante válido-era que, en el caso de las acciones de crecimient­o, los beneficios se producen en un futuro más lejano que en el caso de las acciones de valor más baratas, por lo que unos rendimient­os de los bonos a largo plazo más elevados deberían hacer que esos beneficios futuros tu‐ vieran menos valor. Más vale pájaro en mano que ciento vo‐ lando cuando este obtiene un rendimient­o seguro superior al 4% que cuando es del 0%. La diferencia esta vez es que los tipos eran altos desde el principio. El bono estadouni‐ dense a 10 años perdió casi un 20% en términos de precios en 2022 a medida que subían los rendimient­os, mientras que es‐ te año

En aquel entonces, los inverso‐ res vendieron crecimient­o mu‐ cho más que valor, sin prestar demasiada atención al tamaño (tanto los miembros más gran‐ des como los más pequeños del S&P obtuvieron malos re‐ sultados). Este año,

sólo ha bajado un 6%. los inver‐

sores han comprado más cre‐ cimiento que valor, mientras que el tamaño ha tenido una mayor importanci­a.

Esto es lógico. Además de que los cambios en los tipos tienen un impacto menor cuando ya son altos que cuando son muy bajos, los inversores se han dado cuenta de los diferentes efectos de unos tipos más al‐ tos en los balances. Las valo‐ raciones, aunque siguen sien‐ do muy altas, también son más bajas que a finales de 2021. No obstante, esto no ha‐ ce que resulten más fáciles de digerir las victorias de los grandes valores para los inver‐ sores que siguen esperando que algún día los más peque‐ ños demuestren su valía.

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EFE

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