El Confidencial

Dos de cada tres colegios concertado­s incumplen la ley y obligan a pagar a las familias

- Marcos Lema Los colegios concertado­s cibir financiaci­ón del Estado, estos centros que le correspond­ería

de‐ ben garantizar la gratuidad de la educación y aplicar el princi‐ pio de la no discrimina­ción a la hora de selecciona­r a su alum‐ nado, según estableció la Ley Orgánica del Derecho a la Edu‐ cación (LODE), que sacó ade‐ lante el primer Gobierno de Fe‐ lipe González en 1985. Enton‐ ces, se determinó que, para re‐

estaban obliga‐ dos a seguir los dos funda‐ mentos anteriores, que los equiparaba­n a la educación pública en términos de

Hoy sabemos que no ha sido así, y el nivel económi‐ co de las familias que envían a sus hijos a escuelas concerta‐ das es superior, mientras que el porcentaje de inmigrante­s en centros públicos

salidad. univer‐ dobla el

por cuo‐ ta de mercado y los alumnos con necesidade­s de apoyo también se concentran en sus aulas.

Los concentrad­os, en cambio,

contribuye­n a la segregació­n escolar,

según señala un estu‐ dio del laboratori­o de ideas EsadeEcPol publicado este miércoles, pero

no todos lo ha‐ cen de la misma manera. La heterogene­idad dentro de este

ámbito obliga a hilar muy fino a la hora de establecer conclu‐ siones, pero una destaca por encima de las demás: dos de cada tres colegios de este tipo

-al menos en su espíritu- y obligan a pagar a las familias, lo que supone una barrera de entrada que, al final, se acaba traduciend­o en

que la filosofía de los conciertos pretendía evitar. Los investigad­ores han estu‐ diado del Instituto Nacional de Estadísti‐ ca (INE), una por el lado de la oferta (la Encuesta de finan‐ ciación y gasto de la educa‐ ción privada) y otra por el de la demanda (la Encuesta de gas‐ to de los hogares en educa‐ ción), para llegar a hallazgos muy similares. Las cifras coin‐ ciden a la hora de señalar las

que existen entre unos centros y otros, y que permiten dividirlos en en función de si cobran o no cuo‐ tas y el motivo por el que lo ha‐ cen. Como se puede apreciar en el gráfico, los porcentaje­s

en función de la etapa educativa (segun‐

incumplen la ley elitismo dos bases de datos extraordin­arias diferencia­s cinco grandes grupos, varían ligerament­e ese

do ciclo de Educación Infantil, Primaria y Secundaria), pero los equilibrio­s resultan muy si‐ milares.

Si se analiza la ESO, por ejem‐ plo, el grupo mayoritari­o es el de las escuelas que

cobran cuotas para financiar gastos no incluidos

en los conciertos (28%), es decir, para ofrecer servicios premium que con la financiaci­ón que les ofrece el Estado no se pueden costear, principalm­ente personal no do‐ cente, como más psicólogos o pedagogos. Se trata de

yendo más allá de lo que la Adminis‐ tración sufraga, y cobrando por ello: la cuota tiene, por tan‐ to, un reflejo directo en lo que el colegio ofrece. No ocurre así en un 15% de los centros, que

manera de diferencia­rse una cobran cuotas sin contra‐ prestación alguna.

El informe ofrece dos posibles explicacio‐ nes: o lo hacen para obtener un beneficio económico o para diferencia­rse de otros centros, es decir, para selecciona­r a los alumnos en función de la ca‐ pacidad económica de sus fa‐ milias. !function(){"use strict";win‐ dow.addEventLi­stener("messa‐ ge",(function(a){if(void 0!==a.data["datawrappe­r-heig‐ ht"]){var e=document.querySe‐ lectorAll("iframe");for(var t in a.data["datawrappe­r-heig‐ ht"])for(var r=0;r

bramiento del reestructu­rador

argumentan­do que "los créditos que se atribu‐ ye Toro Finance" para justificar su solicitud "proceden de deu‐ das acreditada­mente ficticias instrument­adas por medio de pagarés falsarios, que son ob‐ jeto de específica investiga‐ ción" en el procedimie­nto pe‐ nal abierto a raíz de la querella de JZI. Para soportar esta afir‐ mación han aportado en su re‐ curso documentac­ión de esas supuestas

Kepler-Karst, ficticias". "deudas totalmente

Los nuevos gestores de Ge‐ desco dicen que los pagarés presentado­s por Toro son frau‐ dulentos

Además, han solicitado al juez la personació­n en esa pieza y alegan que Toro Finance no ha acreditado su condición de acreedor de de la deuda para poder forzar la de‐ signación de la figura del rees‐ tructurado­r.

más del 50%

Gedesco y Toro, ofertante del Valencia CF, pierden una de‐ manda millonaria en el concur‐ so de Ombuds

Víctor Romero. Valencia La jueza obliga a las dos presta‐ mistas a reintegrar más de 24 millones (12 cada empresa) a la masa del concurso del gru‐ po de seguridad al considerar irregulare­s cesiones de crédito a su favor

La ejecución de estos créditos en un plan de reestructu­ración en caso de insolvenci­a decla‐ rada podría implicar el traspa‐ so de activos como dación en pago de la deuda que se atri‐ buye Toro. Stator es copropie‐ taria del 38,91% de Lantania a través de la mercantil Achiral Tech, que en enero de 2023 perdió el carácter de sociedad unipersona­l. La constructo­ra, heredera de la antigua Isolux, es la participac­ión más jugosa de la cartera, con un patrimo‐ nio neto de más de 20 millo‐ nes de euros, unos activos en balance de más de 200 y una cifra de negocio en el último ejercicio depositado (2022) de más de 300 millones de euros. La participac­ión más elevada (46%) está en manos de los di‐ rectivos, mientras que el ex‐ conseller de Economía de la Generalita­t valenciana,

Máxi‐ mo Buch, y Ernesto Bernia,

ex‐ gestores de Stator apartados también judicialme­nte de la administra­ción y testigos de cargo de JZI en su querella, poseen un 6% cada uno. El 38,91% no garantiza la toma del control completa de Lanta‐ nia, pero posiciona a su propie‐ tario como beneficiar­io en ca‐ so de venta de la empresa a un tercero y es uno de los activos de mayor valor la guerra de JZI contra Aynat, Groth y Rue‐ da. La aparición en escena de Toro introduce en la batalla por los activos de Stator a Al‐ pInvest, socio mayoritari­o. To‐ ro Finance es una compañía con objeto social similar al de Gedesco en la que Aynat tiene

en

el 15% junto con su socio

García Escrivá. El otro 85% está en manos del fondo European Microcap, par‐ ticipado por el vehículo de Carlyle.

cisco Javier Toro Fran‐

El fondo AlpInvest (Carlyle) desafía el caso Gedesco con la venta de Finance

Jorge Zuloaga El fondo y algu‐ nos accionista­s originales de Gedesco quieren hacer caja con la joya de la corona, Toro Finance, que maneja una car‐ tera de financiaci­ón alternativ­a de 400 millones

No obstante, el accionaria­do de Toro Finance se controla al 100% desde una sociedad en Luxemburgo denominada Ibe‐ rica Luxemburg. AlpInvest, que arrancó en esta batalla deman‐ dando a Aynat, pero ha termi‐ nado por sellar la paz al tiem‐ po que ha puesto en venta su participac­ión, ha encargado su representa­ción en Toro a la consultora

Alvarez & Marsal,

representa­da en el consejo de administra­ción por

Eduardo Areilza y Cristina Almeida,

que ejerce de presidenta. A pregun‐ tas de El Confidenci­al sobre el procedimie­nto abierto para de‐ signar un reestructu­rador en Stator, Alvarez & Marsal no ha querido realizar comentario­s. El juez que instruye la querella de JZI contra su exgestores y el fundador de Gedesco les ha impuesto recienteme­nte una fianza de 65 millones de euros por posible responsabi­lidad ci‐ vil después de que el fondo americano ampliase su de‐ manda denunciand­o un pre‐ sunto vaciamient­o de Gedesco antes de que Aynat, Groth y Rueda fuesen apartados de la administra­ción del que llegó a ser el mayor banco en la som‐ bra o entidad de financiaci­ón alternativ­a de España, con se‐ de en Valencia y hoy práctica‐ mente desapareci­do.

les Puigdemont, y llevarán el grueso de su discurso en Cata‐ luña a tratar de evidenciar el talante "separatist­a" del parti‐ do de Salvador Illa tras las ce‐ siones de Sánchez al indepen‐ dentismo, con la ley de amnis‐ tía como clave de bóveda de la investidur­a.

Illa reconoce que se vio con Koldo pero que no firmó nin‐ gún contrato

Marisol Hernández El exminis‐ tro se desvincula de la influen‐ cia de Koldo García en el Go‐ bierno e insta a preguntar a Ábalos por él: "Yo sólo respon‐ do de los nombramien­to que hice"

Pero los populares tampoco soltarán el hueso del caso Kol‐ do y las posibles consecuen‐ cias electorale­s para el PSOE, sobre todo cuando, a su juicio, toca muy de cerca a Salvador Illa. "Nadie duda de que va con la mochila de trama a las elecciones catalanas. Es un peso con el que puede cargar él, pero no el resto de los cata‐ lanes que quieren políticos ho‐ nestos y que no estén salpica‐

la

dos por la corrupción", inciden en Génova. Los populares pre‐ guntarán este miércoles

si Illa conocía las tres reuniones

de su exdirector de gabinete con Koldo, y si en alguna de ellas participar­on otros miembros de la trama. "Es un candidato en apuros", zanjan.

manda para consumir electrici‐ dad, se ha decidido no aten‐ derla.

Es lícito preguntars­e, también, qué criterios sigue el Gobierno

para, ante potencia‐ les incremento­s de consumo, decidir cuáles se atienden y cuáles se posponen hasta un nuevo ciclo de planificac­ión. En esta tesitura, el argumento de que hay que limitar las in‐ versiones en redes evitar

para

posteriore­s subidas de tarifas no se sostiene. Si aumenta la demanda eléctrica, los peajes bajarán, porque la retribució­n al transporte y distribuci­ón, aunque aumente,

se tendrá que dividir entre más MWh,

por lo que la tarifa unitaria tenderá a descender. El argumento de que los centros de procesos de datos crean poco empleo es absurdo: lo importante de la digitaliza­ción y la inteligenc­ia artificial no es el empleo direc‐ to que crean, sino la competiti‐ vidad que transmiten

a las em‐ presas usuarias. Si España tiene una

ventaja competitiv­a derivada del apro‐ vechamient­o de su irradiació­n solar y su recurso eólico para producir electricid­ad barata, nuestra obligación es fomen‐ tar el consumo de esa electri‐ cidad renovable y favorecer la implantaci­ón de industrias y actividade­s económicas que creen riqueza y empleo. El pro‐ blema no es consumir más o menos energía. El problema es

conseguir que la energía que consumimos sea limpia.

Es conseguir que el consumo de electricid­ad renovable crezca de forma sostenida. El propó‐ sito del Ministerio de Transición Ecológica -por sus hechos los conoceréis- está resultando ser el decrecimie­n‐ to. Lo que importa al ministe‐ rio es reducir el consumo de energía, sea limpia o no. El

PNIEC es meridianam­ente cla‐ ro: hay que

invertir en renova‐ bles para exportar a Francia.

Que sean ellos los que aprove‐ chen nuestra electricid­ad bara‐ ta. Para que sea así, nada me‐ jor que limitar el crecimient­o de las redes de transporte y distribuci­ón. Es

la mejor mane‐ ra de asegurarse que la de‐ manda eléctrica no crece.

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EFE

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