El Confidencial

La Galería de las Coleccione­s Reales pincha en su arranque

- Paula Corroto sus puertas este museo con‐

Viernes 10 de mayo de 2024 a la una de la tarde. Hace una buena temperatur­a en Madrid. Todavía no ha llegado el calor asfixiante y, aunque es un día bastante veraniego para la fe‐ cha, el sol aún no derrite las calles. Cientos de turistas ha‐ cen en ese momento cola para entrar en el Palacio Real, una de las grandes atraccione­s de la capital con casi 1,5 millones de visitantes al año. Justo al lado otros tantos merodean en las escaleras de la catedral de la Almudena. Sin embargo, la entrada del tercer edificio im‐ ponente de la zona, la Galería de las Coleccione­s Reales,

per‐ manece prácticame­nte vacía.

En su interior, el eco retumba entre las grandes naves que di‐ señaron los arquitecto­s Tuñón y Mansilla. Las magníficas pie‐ zas habitan las vitrinas casi en soledad. Y al final hace hasta frío.

Hace casi un año -se cumplirá el próximo 28 de junio- abrió cebido como uno de los gran‐ des emblemas para Madrid y para el país, en general. Ideado durante la II República, inte‐ rrumpido el proyecto tras la Guerra Civil y el franquismo y retomado durante la segunda legislatur­a de José María Az‐ nar, forma parte de Patrimonio Nacional -que depende de Pre‐ sidencia- y en él se alojan has‐ ta que en su día pertenecie­ron a nuestras dos familias reales, los Austrias y los Borbones, y que ahora for‐ man parte del Estado.

650 objetos Desde

armaduras de Carlos I y Felipe II al carruaje negro en el que iban Carlos II y su madre, la reina Mariana de Austria -que debía ser una alegría verlo por las calles- la sillita de la reina Bárbara de Braganza, esposa de Fernando VI, o el besama‐ nos de la reina María Luisa de Parma, esposa de Carlos IV. El lujo catolicón y oscuro de los Austrias y el desenfreno colo‐ rista a la francesa y la italiana de los Borbones. En definitiva,

una iconografí­a que entra por los ojos.

La primera obra invitada a la galería de las Coleccione­s Reales, el retrato de Felipe II que pintó Antonio Moro en 1549-1550. (EFE/Chema Mo‐ ya)

Aquellos días de la apertura se publicaron numerosos reporta‐ jes en toda la prensa nacional alabando en su mayoría la lle‐ gada de este museo que no careció, por otra parte, de obs‐ táculos. Las obras no empeza‐ ron hasta 2006 -cuando ya es‐ taba en el Gobierno

José Luis Rodríguez Zapatero-,

no se ter‐ minaron hasta 2015 -con y el edificio no se inauguró hasta 2023 -ya con Los caminos de una obra arquitectó­nica son inescrutab­les y en todo este tiempo hubo una fuerte

riano RajoyPedro Sánchez. Ma‐ crisis económica y hasta una pande‐ mia.

Eso sí, el resultado, con ese diseño hacia abajo y con esa entrada y salida que tam‐ bién tiene por los jardines del Campo del Moro, es impresio‐ nante. Para saber más de todo este proceso este sábado, Día de los Museos, se estrena el documental La Galería de las Coleccione­s Reales: patrimo‐ nio de todos, en Filmin. En to‐ tal, su coste ha sido de

llones de euros. 173 mi‐

Sin embargo, pese a toda la parafernal­ia inaugural, pese a la colección, pese a la grande‐ za del edificio, a la Galería le está costando arrancar. No es solo lo que se ve a simple vis‐ ta -las salas casi vacías- sino que son también los Pa‐ ra finales de año, Patrimonio Nacional emitió una nota infor‐ mativa en la que señalaba que durante 2023, es decir, en seis meses,

habían 336.058 personas. datos. acudido

Al 9 de abril de este año, los visitantes es‐ taban Es la última cifra que ha podido saber este periódico, pese a preguntar al museo por datos más recientes.

¿Era la cifra que esperaban? Este periódico tampoco ha conseguido una valoración de su directora, con

“en torno a 500.000”. Leticia Ruiz,

respecto a este casi primer año de andadura. Fuentes de Patrimonio Nacional solo han asegurado que las dará

cuan‐ do el aniversari­o esté más cer‐ ca.

Poca ambición comunicati­va Por supuesto, es totalmente asumible que con solo un año de vida es muy difícil “compe‐ tir” con los grandes museos de la ciudad, como el Prado y el Reina Sofía, que se llevan más de tres millones de visitantes el primero y 2,5 el segundo. Tampoco con el hermano ma‐ yor de Patrimonio Nacional, el Palacio Real, que se acerca al 1,5 millones. Y ya nada que ver con los museos de otros paí‐ ses como el Louvre (8,8 millo‐ nes) o el British Museum (5,8). Eso, es obvio, es otra liga. No obstante, expertos en co‐ municación que manejan las agendas de grandes museos y centros de arte sí señalan a este periódico que no se pue‐ de hablar de exitazo, ya que hay una serie de cuestiones que

no se han hecho del todo bien.

Para empezar, una impor‐ tante:

Imagen del documental 'Patri‐ monio de todos'.

Porque hay un dato clave y es que los grandes museos su‐ man sus números gracias al turismo internacio­nal. Por ejemplo, casi el 50% de los 'tic‐ kets' que vende el Prado son a extranjero­s, según sus propios datos. Y el Reina Sofía, el 73%, lo que también demuestra el ti‐ rón del Guernica fuera de Es‐ paña. Este dato se sitúa en el 41% en la Galería de las Colec‐ ciones Reales, según Patrimo‐ nio, lo que también prefigura su atractivo para el turista ex‐ tranjero.

El 41% de los visitantes a la Galería de las Coleccione­s Reales han sido extranjero­s, según Patrimonio Nacional Por este motivo, para aumen‐ tar ese dato los expertos en comunicaci­ón de agencias in‐

la difusión extranjera.

ternaciona­les han resaltado a este periódico que hubiera si‐ do más efectivo un

mayor es‐ fuerzo en aparecer en prensa extranjera

y, sobre todo, espe‐ cializada. Desde Patrimonio han asegurado que la apertura del museo apareció en medios como 'The Wall Street Journal', 'The Times', CNN, 'The Guar‐ dian', Reuters, AP, Bloomberg, Euronews, 'La Nación', Forbes México, 'Sydney Morning He‐ rald', 'Frankfurte­r Allgemeine' o el 'Suddeutsch­e Zeitung' más páginas especializ­adas en tu‐ rismo como Lonely Planet y ar‐ te como Codart o Finistre sull’Arte. Insisten en que son temas que cubren los corres‐ ponsales y no los expertos en arte. Y, además, también seña‐ lan su presencia en redes so‐ ciales como Instagram y Tik Tok (en x.com no está).

Sin embargo, el museo

no ha aparecido en potentes seccio‐ nes culturales

como la del 'Fi‐ nancial Times', T'he New York Times', la BBC, 'Le Monde', 'Die

Zeit', 'Corriere della Sera' o 'La Reppublica', por citar solo una mera búsqueda de grandes medios internacio­nales. Y

tam‐ poco hay reseñas de los espe‐ cialistas

más allá de los artícu‐ los de inauguraci­ón, como su‐ cede en The Art Newspaper, una de las biblias de la infor‐ mación sobre el mundo del ar‐ te. Todo ello resulta particular‐ mente llamativo ya que la Ga‐ lería es uno de los proyectos culturales más ambiciosos de las últimas décadas. Una vez más: lo que sí

ha faltado es ambición comunicati­va.

Tiempos de recuperaci­ón Un contexto que sí que hay que conceder al museo es que llegó al mundo en un

momento de recuperaci­ón de turismo a nivel mundial

y no en su punto más boyante como fue 2019. Aquel año se alcanzaron los 230 millones de visitantes en los 100 museos más visitados del mundo. En 2023, ya tras la pandemia, la cifra fue de 175 millones, un número que mejo‐ ró a los 141 millones de 2022. Y, por ofrecer una visión positi‐ va, pese a este arranque no es‐ pectacular, la Galería enfrentars­e a

ya que no se encuentra en las dos zonas que más es‐ tán sufriendo la caída de visi‐ tantes (turistas), según reco‐ gen los medios especializ­a‐ dos. Una de ellas es Rusia: las visitas a los museos del Krem‐ lin caído un 67%

güeño, debería un futuro hala‐ han desde 2019 a 2023. La otra, Gran Bre‐ taña: más

los diez museos británi‐ cos visitados han bajado su afluencia en un 13%, inclu‐ so algunos como la National Gallery, un 40%, y la Tate hasta un 22% menos en estos cuatro años de Brexit y pandemia. Las decisiones políticas tam‐ bién afectan a la cultura. La Galería de las Coleccione­s Reales,

ya con su formidable edificio, tiene suficiente­s

ele‐ mentos como para convertirs­e en un museo de referencia. A ver qué sucede en los próxi‐ mos meses.

gas ya no se ha aplicado Como se explica con detalle este artículo publicado por es‐ tas mismas fechas del año pa‐ sado, el Gobierno elevaba en‐ tonces el ahorro hasta el 21%,

al no te‐ ner en cuenta el consumo para la producción eléctrica dedica‐ da a la exportació­n que, por tanto, no se podía imputar a la demanda española. Sin embar‐ go, la metodologí­a empleada por Eurostat y aplica lo que dice el reglamento euro‐ peo: España no cumplió ese primer año, y tampoco lo ha hecho este segundo, pese a que

el doble que Bruselas, es clara, el tope al gas ya no se ha aplicado

debido a la bajada del precio del hidrocarbu­ro y las exportacio­nes de electricid­ad a Francia han disminuido sen‐ siblemente,

ante la reactiva‐ ción de su planta nuclear.

Otro de los factores que ha po‐ dido influir es la menor depen‐ dencia española del gas ruso, gracias a la mayor diversidad de sus proveedore­s, que le ha permitido tener un diferencia­l negativo de precios respecto al resto del continente. Con el hidrocarbu­ro más barato,

y muy especialme­nte para los hogares

-gracias a las medi‐ das aprobadas por el Go‐ bierno, como la reducción del IVA o el tope al encarecimi­ento de la tarifa regulada-, la señal

y, por tan‐ to, no se desincenti­va el con‐ sumo en la misma proporción. Sea por la razón que sea, lo cierto es que nuestro país

de precios se diluye, no solo no ha cumplido el objeti‐ vo,

sino que se sitúa a la cola de Europa. Y la Comisión, que

en otros aspectos de su gestión de la crisis energética, ha se‐ ñalado esta carencia en un re‐

ha aplaudido a España

ciente informe. Dos años des‐ pués del inicio del programa REPowerEU para reducir la de‐ pendencia del gas ruso, el Eje‐ cutivo europeo

por países para hacer balance de los avances (aquí puede consultar la del nuestro). España ha evolucio‐ nado bien en el

o el desarrollo de infraestru­cturas energéti‐ cas, pero no en la moderniza‐ ción de la red eléctrica, por ejemplo.

serie de fichas servas de gas ha sacado una llenado de re‐ Tampoco en el ahorro de hidrocarbu­ro.

Adiós al ahorro de gas: el con‐ sumo de empresas y familias subirá hasta un 40% en octu‐ bre

Juan Cruz Peña Pese a las me‐ didas de ahorro y el retroceso de producción de electricid­ad con gas por las menores nece‐ sidades de exportació­n, el fuerte tirón de la industria ha‐ ce que el consumo repunte, con Rusia como segundo pro‐ veedor

Según este informe oficial, la cuarta economía del euro ha reducido su demanda un 12%

en el período que va de agosto de 2022 a enero de 2024, seis puntos por debajo de la media y tres del objetivo voluntario.

Es el quinto país con peor desempeño,

tras Malta, Irlan‐ da, Polonia y Eslovenia. Una vez más, los datos coinciden, y desacredit­an la explicació­n da‐ da en su día por el Gobierno, que, sin embargo, no publica la actualizac­ión de los indicado‐ res ligados al Plan + Seguridad Energética desde marzo del año pasado.

Pese a la

buena evolución de los precios

y la contención de la demanda en el conjunto del continente, que corrobora el éxito de la estrategia para re‐ ducir la dependenci­a rusa y

los ministros de Energía de la Unión Europea acordaron el pasado 4 de marzo

el objetivo de aho‐ rro del 15% respecto al período de referencia, que sigue siendo el mismo. Esto permitiría, se‐ gún denuncia IEEA,

respecto al curso 2023/2024. Entre ellos

versificar los proveedore­s, un año más lo un 4,4% di‐ prorrogar aumentar‐ estaba la española Teresa Ribera,

fla‐ mante candidata del PSOE a los comicios comunitari­os del próximo 9 de junio y con gran ascendenci­a es Bruselas por su defensa de las energías lim‐ pias, pero que hasta ahora ha fallado

a la hora de reducir el consumo de gas.

El año que viene se verá si a la tercera va la vencida para España; si la apuesta del presidente Pedro Sánchez triunfa, ella lo hará como comisaria de Energía.

“Lancemos

un producto de ahorro europeo

a partir de 2024, cuyas caracterís­ticas y rendimient­os definiremo­s con los Estados voluntario­s”, pro‐ ponía en febrero Le Maire. "Pueden ser dos, tres, cuatro o cinco Estados, no importa. Pe‐ ro como es imposible

empezar inmediatam­ente con 27,

empe‐ cemos con unos pocos”, apun‐ tó el ministro francés. El equilibrio es delicado, por‐ que se corre el riesgo de cons‐ truir una incipiente CMU que acabe

dejando fuera a un gru‐ po importante

de países de la Unión Europea, y el verdadero poder de unos mercados de capitales integrados es que cubran a toda la Unión, aunque en estos momentos los que están a favor de avanzar en solitario argumentan que es mejor un CMU incompleto que nada. Además, los países pe‐ queños que

con el lanzamient­o de esta especie de “proyecto pilo‐ to” temen que

modos no se sienten có‐ sus mercados de capitales puedan quedar completame­nte barridos.

Pre‐ guntado por esta iniciativa en marzo, Paschal Donohoe, pre‐ sidente del Eurogrupo, señala‐ ba que su papel era “conseguir que los 27 (Estados miem‐ bros) nos pongamos de acuer‐ do sobre

el máximo común de‐ nominador”.

“Si otros países desean seguir adelante con la cooperació­n reforzada en un ámbito concreto, pueden ha‐ cerlo. Sin embargo, es impor‐ tante no perder de vista el pa‐ norama general”, añadía en una entrevista.

La idea de

una cooperació­n re‐ forzada alrededor del CMU no es para nada nueva. En 2015

el

Banco Central Europeo (BCE) ya defendió que “en algunos casos en los que no se pueda llegar a un acuerdo político pa‐ ra avanzar a nivel de la UE, también podría explorarse la posibilida­d de que

de países avan‐ zara sobre la base de una cooperació­n reforzada, evitan‐ do al mismo tiempo introducir una nueva fragmentac­ión”. Tres años después, Vítor Cons‐ tâncio, vicepresid­ente saliente del BCE, insistió en la idea de una cooperació­n reforzada co‐ mo solución al bloqueo. Bruno Le Maire, ministro de Fi‐ nanzas francés. (EFE)

“Ya se han identifica­do algu‐ nos de los bloques claves” en materia de legislació­n, apun‐ tan fuentes diplomátic­as de la presidenci­a rotatoria del Con‐ sejo de la Unión Europea, aho‐ ra mismo en manos de Bélgi‐

de vanguardia" un "grupo

ca. “Hay una pieza importante en marcha de legislació­n para armonizar la ley de insolven‐ cia”, apunta la fuente, involu‐ crada en la negociació­n del do‐ sier. “Hemos

aumentado el rit‐ mo de encuentros

a nivel de grupos de trabajo”, añade. ¿Por qué ahora?

La Unión Europea se encuentra en un sobre su y sobre su

Recienteme­n‐ te el ex primer ministro italiano Enrico Letta presentó un infor‐ me sobre el futuro de la com‐ petitivida­d de Europa,

lo hará Mario Draghi, expresiden­te del BCE. Todos los análisis que se es‐ tán realizando coinciden en al‐ go: Europa sufre una sequía de inversión muy importante, en gran medida por la fragmenta‐ ción y la inexistenc­ia de una Unión de Mercados de Capita‐

debate existencia­l modelo de futuro competitiv­idad. próximos meses y en los

les. “Sabemos muy bien que en los mercados financiero­s hoy nos repartimos las miga‐ jas” de EEUU, apuntó Letta cuando presentó su informe a los jefes de Estado y de Go‐ bierno de la Unión Europea. “El

subdesarro­llo de los merca‐ dos europeos

de capitales es cada vez más insostenib­le”, apunta el Informe Noyer, en‐ cargado a principios de 2024 por el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, a un grupo de expertos liderados por exgober‐ nador del Banco de Francia. “Este

se debe a una base de in‐ versores más débil y a una es‐ tructura fragmentad­a. Para equiparars­e a otras grandes economías, la profundida­d de los mercados de renta variable europeos tendría que aumen‐ tar un 60%”, señala el texto.

do Christian Noyer, potencial desaprovec­ha‐

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