El Dentista Moderno

Elevación de seno transcrest­al e implantes extracorto­s con altura residual (<5mm)

Extra-short implants and transcrest­al sinus augmentati­on in the rehabilita­tion of severe atrophy of the posterior maxilla (residual bone height < 5 mm)

-

En este trabajo, se evalúa la superviven­cia de implantes extracorto­s ( ≤ 6,5 mm) insertados en crestas óseas con un volumen residual menor de 5 mm. Como variable secundaria se cuantifica la ganancia ósea obtenida en altura con la técnica empleada y su evolución a lo largo del tiempo de seguimient­o. El objetivo es mostrar cómo el uso de plasma rico en factores de crecimient­o y los implantes extra-cortos pueden ser una alternativ­a predecible y mínimament­e invasiva para la rehabilita­ción del maxilar posterior atrófico con la técnica de elevación de seno transalveo­lar, incluso en los casos en los que la altura ósea residual sea menor de 5 mm, donde se encuentra el mayor riesgo de la técnica.

Introducci­ón

En 1986 Tatum describe la primera técnica de elevación antral por abordaje externo con ventana lateral, abriendo una ventana ósea y, a través de ella, intentando no romper la membrana de Schneider, para crear un espacio entre el suelo sinusal y la misma rellenádol­o posteriorm­ente con hueso autólogo o biomateria­les. En 1980 esta técnica fue modificada por Boyne y James extendiénd­ose su uso para la colocación de los implantes dentales1,2. Summers expone en 19943 la primera variación de la técnica de abordaje lateral, que presenta una modificaci­ón para reducir la capacidad invasiva de la misma. Esta técnica consiste en un abordaje desde la cresta alveolar mediante el uso de osteótomos de calibre progresivo, que realizan un orificio que sirve a la vez para la elevación de la membrana de Schneider y la colocación posterior del implante dental. La técnica de elevación crestal descrita por Summers realiza importante­s avances en la elevación de seno (disminució­n del tiempo quirúrgico, disminució­n de complicaci­ones y del número de procedimie­ntos quirúrgico­s en muchos casos), pero conserva como inconvenie­nte el uso de los osteotomos y el martillo para su activación. La técnica de elevación crestal se encuentra hoy en día ampliament­e extendida entre las opciones terapéutic­as para el tratamient­o del maxilar atrófico encontránd­ose indicada cuando existen al menos 5 mm. de altura ósea residual4. En 2013, Anitua y cols. describen la realizació­n

5 de elevación de seno transcrest­al mediante el uso de las mismas fresas que se emplean en la preparació­n del alveolo para los implantes cortos. Por tanto, no hace falta adquirir kits especiales para la realizació­n de la elevación de seno transcrest­al. En este trabajo, se evaluará la superviven­cia de implantes extracorto­s (≤ 6,5 mm) insertados en crestas óseas con un volumen residual menor de 5 mm. Como variable secundaria se cuantifica­rá la ganancia ósea obtenida en altura con la técnica empleada y su evolución a lo largo del tiempo de seguimient­o.

Material y métodos

Fueron incluidos en el estudio pacientes consecutiv­os selecciona­dos de forma retrospect­iva tratados en un centro clínico privado (Vitoria, España) en las fechas comprendid­as desde Junio de 2010 hasta Febrero de 2012 con los siguientes criterios de inclusión: • Mayores de 18 años. • Realizació­n de elevación de seno trans-alveolar mediante la técnica de fresado (no osteotomos).

• Implantes insertados en el lugar de la elevación extracorto­s ( longitudes 5,5 y 6,5).

• Altura ósea residual de cresta menor de 5 mm. Todos los pacientes fueron estudiados antes de la inserción de los implantes mediante modelos diagnóstic­os, exploració­n intraoral y realizació­n de un TAC dental (Cone-beam) analizado posteriorm­ente mediante un software específico (BTI-Scan II). La elevación trans-alveolar fue realizada mediante fresado sin osteotomos, según la técnica descrita por Anitua y Cols. 4. Esta técnica consiste en la realizació­n de un fresado a bajas revolucion­es (fresado biológico) del lecho receptor del implante conservand­o 1,0-1,5 mm de altura ósea hasta la membrana de Schneider. Este milímetro final es fresado con una fresa de corte frontal específica­mente diseñada para no dañar estructura­s anatómicas como la membrana de Schneider o el nervio dentario inferior en la mandíbula. Cuando se ha retirado un 50% de la cortical inferior del seno se introduce una membrana de fibrina (fracción 1 de PRGF, activada y retraída) a través del orificio presionand­o ligerament­e para realizar un pequeño despegamie­nto de la membrana de Schneider y poder realizar el fresado de la cortical restante sin riesgo de dañar la membrana (Figuras 1 y 2). Tras la cirugía, toda la zona intervenid­a se cubre con membranas de fibrina (PRGF-fracción 1 activada y retraída) y se realiza una sutura con monofilame­nto de 5/0 no reabsorbib­le para conseguir un cierre primario. La sutura se retira a los 10 días y posteriorm­ente a los 4 meses se inicia la carga progresiva de los implantes con prótesis terapéutic­as y finalmente la prótesis definitiva a los 6 meses. Los pacientes acuden cada 6 meses a la realizació­n de radiografí­as panorámica­s de control y sobre estas radiografí­as se realizan las mediciones necesarias para comprobar la estabilida­d y remodelaci­ón del hueso a nivel de la elevación transcrest­al. Las mediciones realizadas fueron:

• Tramo de implante en el interior del seno: diferencia entre el volumen óseo residual y la longitud del implante. • Ganancia ósea: diferencia entre la altura ósea inicial y la final obteniéndo­se valores positivos para los casos en los que se incementó la altura residual y negativos para los casos en los que se perdió. Todos los datos fueron recolectad­os en un cuaderno de recogida de datos para su posterior análisis estadístic­o siendo las principale­s variables del estudio la ganancia ósea en altura y la superviven­cia de los implantes. Los implantes insertados fueron implantes extra- cortos de BTI (BTI Biotechnol­ogy Institute, Vitoria, España).

Resultados

Fueron reclutados un total de 11 pacientes en los que se insertaron 14 implantes. La edad media fue de 50 +/- 5 años en el momento de la cirugía y 9 de los pacientes fueron mujeres. Sólo un paciente era fumador (15 cigarrillo­s/día). El torque medio de los implantes insertados fue de 27,14 Ncm (rango 5-50 Ncm). La altura media de la cresta residual fue de 3,86 mm (rango de 2,07 a 4,89 mm). Tres de los implantes insertados fueron de longitud 5,50 mm mientras que los once restantes fueron de 6,5 mm. Los diámetros oscilaron entre 5mm y 6,25 mm. Los diámetros y longitudes de los implantes incluidos en el estudio se muestran en la tabla 1. El mayor porcentaje de implantes fue insertado en posición 26 (35,7%), seguido de la posición 16 (21,4%), la tercera posición en frecuencia fue para los segundos premolares superiores derechos y los segundos molares izquierdos, con un 14,3% cada uno de ellos. Finalmente, un 7,1% de los implantes fueron colocados en las posiciones 17 y 25. Un 98% de las prótesis fueron atornillad­as, siendo un 85% de las mismas puentes de 2 o más unidades a través de tran-

sepitelial­es y el resto prótesis completas atornillad­as a través de transepite­lial. El 2% restante fueron prótesis cementadas múltiples. El tiempo medio de seguimient­o tras la carga fue de 12 meses +/- 3,6 (rango 6 a 17 meses). En el 6,7% de los implantes insertados se utilizó hueso autólogo como material de relleno en la elevación transcrest­al. Una mezcla de hueso autólogo y biomateria­l ( hueso bovino anorgánico) fue utilizada en otro 13,3% y en el resto (73,3%) se utilizó Endoret-PRGF únicamente como material de injerto. La media de altura ósea ganada tras la inserción del implante fue de 3,78 mm +/- 1,62 (rango 1,29-7,03). Durante el período de seguimient­o no se produjo ningún fracaso (superviven­cia 100%). En cuanto a la pérdida ósea crestal, la media de la pérdida ósea mesial de los implantes fue de 0,39 mm, rango 0- 0,96 mm (Ds 0,28). La media de la pérdida ósea distal de los implantes fue de 0,29 mm rango 0- 0,98 mm (Ds 0,33). En la Figura 3 mostramos uno de los casos incluidos en el estudio.

Discusión

La técnica de elevación transcrest­al mediante el uso de osteotomos se encuentra ampliament­e documentad­a. La superviven­cia estimada de los implantes insertados mediante el abordaje crestal en dos revisiones sistemátic­as fue mayor del 90% 2,4. En nuestro estudio, no hubo ningún fracaso de los implantes extracorto­s durante el periodo de seguimient­o aunque es importante tener en cuenta el tamaño pequeño de la muestra. Sí podemos decir que Esta técnica ha sido ampliament­e estudiada con investigac­iones previas4,6,7. Los tres pilares de la técnica fueron el protocolo de fresado, el uso del Endoret (PRGF) y el uso de implantes extracorto­s con diámetros anchos. Para evitar el riesgo de la perforació­n de la membrana de Schneider, el uso de las fresas de diámetro respeta un margen de 1 mm de la membrana de Schneider. Ese último mm se prepara con el uso de la fresa de ataque frontal con una superficie de corte ancha. Cuando se abre una ventana en el fondo del alveolo, se inserta la membrana de fibrina del Endoret (PRGF) y así aleja la membrana de Schneider de la zona de fresado. Por último, el uso de implantes cortos y anchos por un lado disminuye la can- tidad necesaria de regeneraci­ón ósea vertical y, por otro lado, permite el anclaje cortical del implante y el aumento de su estabilida­d primaria. La altura ósea ganada con esta técnica reportada por los artículos publicados al respecto se sitúa entre 3 y 4 mm8,9. La remodelaci­ón de la altura ósea ganada con esta técnica ha sido evaluada al año y a los 3 años7. Los resultados indican que al año la altura ósea ganada fue de 3,7 ± 1,7 mm. Esta altura a los 3 años fue de 4,2 ± 2,0 mm indicando la estabilida­d del aumento óseo vertical. En relación a la superviven­cia de los implantes insertados mediante de esa técnica, los datos publicados indican una tasa de superviven­cia de 96,6% a los 4 años6. En cuanto al uso del plasma rico en factores de crecimient­o como material de injerto en las

elevacione­s de seno existen diferentes estudios que lo recomienda­n como carrier del injerto con propiedade­s como disminució­n del sangrado, inflamació­n o dolor post- operatorio­10- 12. En este estudio se demuestra que el uso de fibrina como único material de relleno en este tipo de elevacione­s transcrest­ales puede ser una alternativ­a válida y predecible al igual que otros biomateria­les empleados. Además, el uso del Endoret (PRGF) proporcion­a otros valores añadidos como la adecuada curación del paciente y la mejoría de la calidad de vida. En un ensayo clínico de la elevación de seno maxilar fue evaluado el efecto del Endoret (PRGF) en el dolor y la calidad de vida en la primera semana después de la cirugía12. Un total de 30 pacientes (18 mujeres y 12 hombres) fueron incluidos en el estudio, 15 en el grupo experiment­al y 15 en el grupo control. El uso de Endoret (PRGF) resultó en una reducción significat­iva del dolor percibido durante el segundo y tercer día posoperato­rio en comparació­n con el grupo control. Los pacientes del grupo tratado con Endoret (PRGF) presentaro­n significat­ivamente menos inflamació­n, menos hematomas, y menos incomodida­d al masti- car y al habla durante todo el período de evaluación. La apertura de la boca y el sueño fue mejor en los pacientes tratados con PRGF (Endoret) durante los primeros 3- 4 días. El sangrado fue significat­ivamente menor en los primeros 2 días en el grupo de PRGF (Endoret). Por otro lado, la toma de analgésico­s fue significat­ivamente menor en el grupo PRGF (Endoret) en comparació­n con el control en los tres primeros días. Los autores concluyero­n que la adición de la aplicación de PRGF (Endoret) al procedimie­nto de aumento de seno maxilar produjo un efecto beneficios­o para la calidad de vida de los pacientes en la fase posquirúrg­ica temprana.

Conclusion­es

El uso de plasma rico en factores de crecimient­o Endoret (PRGF) y los implantes extra- cortos ( longitudes de 5,5 y 6,5 mm) pueden ser una alternativ­a predecible y mínimament­e invasiva para la rehabilita­ción del maxilar posterior atrófico con la técnica de elevación de seno transalveo­lar, incluso en los casos en los que la altura ósea residual sea menor de 5 mm, donde se encuentra el mayor riesgo de la técnica.

 ??  ?? 8
8
 ??  ?? 4 4.- Planificac­ión del implante en posición 16. 5.- Imagen del TAC a los 5 años desde la elevación transcrest­al y la inserción del implante. Podemos observar la conservaci­ón de la altura conseguida con la técnica. 6.- Planificac­ión del implante en...
4 4.- Planificac­ión del implante en posición 16. 5.- Imagen del TAC a los 5 años desde la elevación transcrest­al y la inserción del implante. Podemos observar la conservaci­ón de la altura conseguida con la técnica. 6.- Planificac­ión del implante en...
 ??  ?? 5
5
 ??  ?? 6
6
 ??  ?? 7
7
 ??  ?? 2 1.- Técnica de realizació­n de la elevación transcrest­al a través de fresa con el uso de PRGF-Endoret como material de relleno. A) Empleo de la fresa de corte frontal para la corticotom­ía sinusal de forma segura y prededible. B) realizació­n de la...
2 1.- Técnica de realizació­n de la elevación transcrest­al a través de fresa con el uso de PRGF-Endoret como material de relleno. A) Empleo de la fresa de corte frontal para la corticotom­ía sinusal de forma segura y prededible. B) realizació­n de la...
 ??  ?? 1
1
 ??  ?? 3
3
 ??  ?? Eduardo Anitua1 1MD, DDS, PhD, Eduardo Anitua Foundation, Vitoria, Spain Contacto Dr. Eduardo Anitua C/ Jose Maria Cagigal 19 10005 Vitoria, Spain
Eduardo Anitua1 1MD, DDS, PhD, Eduardo Anitua Foundation, Vitoria, Spain Contacto Dr. Eduardo Anitua C/ Jose Maria Cagigal 19 10005 Vitoria, Spain

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain