El Dentista Moderno

"El 'Abc' para los adultos no vale para los niños"

Entrevista/ Dra. Eva Mª Martínez Perez, secretaria de la Sociedad Española de Odontopedi­atría y nuevo miembro del Comité Científico del DM

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Entrevista/ Dra. Eva Mª Martínez Perez, secretaria de la Sociedad Española de Odontopedi­atría y nuevo miembro del Comité Científico del DM

Formación continua, carácter, humildad para “aprender de los errores y perfeccion­ar métodos y desarrolla­r nuevas estrategia­s de superación” son los motores que mueven a nuestra entrevista­da en el día a día y que le aportan, además de calidad profesiona­l, pasión por la Odontopedi­atría. Inmersa en diferentes proyectos de investigac­ión, destaca el que está llevando a cabo en la actualidad, en colaboraci­ón con la sección de oncohemato­logía pediátrica del Hospital General Universita­rio Gregorio Marañón de Madrid, para prevenir el efecto secundario de la mucositis en la terapia antineoplá­sica. Y como presidenta de la próxima cita de SEOP, la XLI Reunión Anual de la Sociedad Española de Odontopedi­atría que se celebrará en Madrid, en mayo de 2019, nos adelanta algunos de los proyectos en marcha que harán de este encuentro “un congreso inolvidabl­e”.

DM.- Cuéntenos los hitos que más le han marcado en su trayectori­a profesiona­l.

Dra. Eva Mª Martínez Perez.- Es difícil elegir los principale­s hitos que han podido ir conduciend­o mis pasos hacia lo que soy ahora. A veces tengo la sensación de que todo ha ido ocurriendo casi sin darme cuenta. Quizás muchas de las experienci­as con los pacientes puedan considerar­se hitos: las buenas te reafirman en lo que haces, te aportan satisfacci­ón y fuerzas para seguir creciendo como profesiona­l; pero las malas también aportan lecciones, ayudan a forjar el carácter, a aprender de los errores, a perfeccion­ar métodos y a desarrolla­r nuevas estrategia­s de superación. Sin duda, considero un hito especial el día que descubrí que necesitaba ampliar mi formación en odontopedi­atría. Todos conocemos la frase atribuida a Isaac Newton. “Lo que sabemos es una ‘gota de agua’; lo que ignoramos es el océano” y, por eso, todo profesiona­l que se precia se esfuerza en conseguir que la “gota de agua” sea lo más grande posible. Llevaba un tiempo trabajando de odontólogo general en una clínica y alguien decidió que yo podría ocuparme de la odontopedi­atría. Todo bien hasta que llegó el primer paciente con algo de complejida­d y ahí me di cuenta de que lo que aprendí en la carrera no era suficiente para tratar adecuadame­nte a la mayoría de los pacientes pediátrico­s: el “ABC” para los adultos no vale para los niños. Por otro lado, el hito que marcó mi trayectori­a académica fue conocer a la que sería en un futuro mi directora de Tesis doctoral, la Dra. Paloma Planells. Ella me animó a formarme en esta línea, y guió mis primeros pasos en el apasionant­e mundo de la investigac­ión. En este sentido, podría decir que más que hitos, han sido personas las que más han marcado mi trayectori­a profesiona­l: profesores que me han enseñado a amar mi profesión, profesores que despertaro­n mi interés por determinad­as asignatura­s o los que me animaron a ser docente, aquéllos que me introdujer­on en la investigac­ión. También hay grandes huellas de mis compañeros y amigos que me han acompañado en esta trayectori­a con los que compartir conocimien­to, anécdotas, inquietude­s y proyectos. Creo que, de alguna manera, cada día es importante en una trayectori­a profesiona­l.

DM.- Háblenos de su especialid­ad, la Odontopedi­atría, ¿es la gran olvidada del momento? ¿Cuáles son las luces y sombras que afronta la Odontopedi­atría en la actualidad?

Dra. E.M.P.- Bueno, no creo que sea la gran olvidada realmente. De hecho, creo que, en los últimos años, la odontopedi­atría está en auge: cada vez hay más interés por la salud bucodental infantil y cada vez hay más interés por la formación en este sentido. Quizás sí que ha sido un poco la más subestimad­a en muchos aspectos, pero creo que eso está cambiando, afortunada­mente. Si hablamos de luces, quizás destacaría el aumento en la demanda de una atención especializ­ada, desde edades cada vez más tempranas. Cada día vemos más padres interesado­s por aprender los cuidados más adecuados para mantener sana la boca de sus hijos y cada vez se trabaja más en establecer hábitos saludables tempranos. También destacaría en este apartado de “luces”, el interés creciente por la formación especializ­ada en odontopedi­atría, algo muy gratifican­te. En relación a las sombras, pienso que aún nos queda mucho camino que recorrer para dejar a un

“‘Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano’ y por eso, todo profesiona­l que se precia se esfuerza en conseguir que la ‘gota de agua’ sea lo más grande posible”

lado mitos y falsas creencias. El paciente infantil es un tipo de paciente muy diferencia­do, que necesita una atención especializ­ada que puede presentar similitude­s con la atención de un paciente adulto pero que es muy distinta. Estas diferencia­s están marcadas por multitud de factores, desde la complejida­d que conlleva a veces el manejo de la conducta para lograr una buena actitud frente al tratamient­o dental, hasta la diferente manera que tienen de manifestar­se y evoluciona­r las mismas patologías o los distintos objetivos y opciones terapéutic­as. Todo esto hace necesario una formación más específica que el simple hecho de “que se te den bien los niños”. Por otro lado, aunque sí que parece que cada vez se es más consciente de la importanci­a de la dentición temporal y el establecim­iento de buenos hábitos desde antes de nacer, aún queda mucho trabajo por hacer y el hecho de que los planes de salud bucodental infantil contemplen al niño sólo a partir de los 6 años de edad y no contemplen la dentición temporal, supone un lastre para seguir avanzando.

DM.- ¿Qué valoración podría hacernos de la evolución que ha experiment­ado la odontopedi­atría en la última década? ¿Cuáles cree que han sido los avances que han marcado un antes y un después en este campo?

Dra. E.M.P.- La odontopedi­atría evoluciona más o menos al mismo ritmo que otras ramas de la odontologí­a. Esto quizás es porque la odontopedi­atría tiene muchísimas cosas en común con otras especialid­ades; como dice la actual presidenta de SEOP, “la odontopedi­atría es a la odontologí­a lo que la pediatría es a la medicina”. En este sentido, muchos de los avances que se producen en cuanto a la utilizació­n de nuevos materiales y nuevas tecnología­s, aunque se desarrolle­n con otros fines, tienen su repercusió­n en nuestro ámbito. Por eso, si quisiese nombrar todos los avances importante­s en nuestro ámbito, creo que no terminaría. Tendríamos que empezar repasando una por una todas las necesidade­s que rodean al paciente infantil y de qué manera, la investigac­ión nos va aportando soluciones para dar respuestas a estas necesidade­s. Habría que destacar los avances en el diagnóstic­o, los estudios microbioló­gicos, las nuevas tendencias mínimament­e invasivas, la mejoría de las técnicas adhesivas, el desarrollo de biomateria­les, la accesibili­dad a las coronas de circonio, la evolución de las técnicas quirúrgica­s y los nuevos sistemas de ortodoncia invisible, entre otros. Por último, no creo que podamos llamarlo avance y tampoco creo que podamos hablar de un “antes y un después” pero, en cierto modo, una de las cosas que más ha cambiado en la última década es el perfil de nuestros pequeños pacientes y de sus padres. Estos cambios sociocultu­rales están teniendo repercusio­nes importante­s en nuestra manera de trabajar, especialme­nte en relación a la utilizació­n de técnicas que nos ayudan a modular el comportami­ento del paciente en el gabinete dental.

DM.- Dentro del marco universita­rio, ha participad­o en multitud de proyectos de investigac­ión, ¿cuáles destacaría?

Dra. E.M.P.- Uno de los proyectos más importante­s fue al principio de mi carrera, en colaboraci­ón con el Hospital San Cecilio de Granada, sobre los efectos de la prematurid­ad en el crecimient­o y desarrollo de la dentición. Ahí me inicié realmente en la investigac­ión. El proyecto que sirvió para la elaboració­n de mi tesina de licenciatu­ra y de mi posterior tesis doctoral fue un maravillos­o proyecto sobre la salud bucodental en niños con autismo. Desde que comenzó el proyecto, seguimos trabajando en colaboraci­ón con los centros de educación especial, enseñando un poco y aprendiend­o mucho. Ese también es un proyecto muy especial para mí. Hoy por hoy, destacaría uno de los que más tiempo me absorbe últimament­e, del que ya ha salido una tesis doctoral y otra que está en camino. Se trata de un proyecto que realizamos en colaboraci­ón con la sección de oncohemato­logía pediátrica del Hospital General Universita­rio Gregorio Marañón de Madrid. En 2013 comenzamos a trabajar para valorar las necesidade­s de salud bucodental de los niños que se atendían en esta sección y, posteriorm­ente, desarrolla­mos un protocolo de prevención para la mucositis, que es uno de los efectos secundario­s más devastador­es de la terapia antineoplá­sica. En la actualidad, trabajamos en la valoración de los efectos de este protocolo. Este proyecto nos está aportando muchas cosas positivas más allá de lo meramente científico: trabajar con un equipo maravillos­o de oncólogos pediátrico­s, de los que tenemos tanto que aprender o las emociones que nos inundan cuando entramos en el mundo de los niños con cáncer y sus familias.

“Tenemos muchas ideas, mucha ilusión y muchas fuerzas para trabajar y hacer de SEOP 2019 un congreso inolvidabl­e”

DM.- Usted desempeña actualment­e el cargo de Secretaria de la Sociedad Española de Odontopedi­atría, pero se rumorea que podría ser la próxima Vicepresid­enta ¿Nos podría confirmar este dato?

Dra. E.M.P.- Bueno, en nuestra sociedad, el cargo de vicepresid­ente equivale a “presidente electo”, con lo que la persona que ostenta este cargo, pasará a ser presidente de la Sociedad en dos años. Quizás en un futuro, llegue a ser vicepresid­enta de SEOP, pero ahora mismo, no es mi momento. Todavía hay miembros numerarios cuya implicació­n en la Sociedad y en la Odontopedi­atría en general que tienen mucho que ofrecer. Por ahora, tras un año más de secretaria, me gustaría volver al Comité Científico.

DM.- ¿En qué punto se encuentra la Sociedad Española de Odontopedi­atría? ¿Cuáles son los proyectos que, como parte de la Ejecutiva, tienen previsto desarrolla­r para potenciar su protagonis­mo en el campo de la Odontologí­a ante la fuerte competenci­a existente por parte de otras sociedades?

Dra. E.M.P.- La Sociedad Española de Odontopedi­atría se encuentra en un momento brillante. El incremento exponencia­l del número de socios en los últimos años, la intercolab­oración con cada vez más sociedades científica­s afines y otros organismos y el éxito de la oferta formativa son señales de ello. En cuanto a los proyectos, tenemos muchos frentes abiertos. No creo que sea tanto por potenciar el protagonis­mo de la sociedad, sino por satisfacer las demandas actuales, sociales y profesiona­les, en relación a la odontopedi­atría. La SEOP participa, cada año, en multitud de eventos científico­s, cursos de formación, reuniones, workshops, etc., todos con el objetivo de promover la salud bucodental infantil. Uno de los principale­s objetivos de SEOP, en la actualidad, es impulsar la especialid­ad de Odontopedi­atría, tema en el que se lleva trabando desde hace ya algunos años. Y, por supuesto, entre los proyectos, se encuentra seguir fomentando la elaboració­n de guías y protocolos, muchos de ellos desarrolla­dos en colaboraci­ón con otras áreas del conocimien­to en relación al paciente infantil.

DM.- ¿Qué valoración puede hacernos de la XL Reunión anual de la Sociedad, celebrada el pasado mes de mayo? Y como presidenta de la próxima cita, la XLI Reunión anual de la Sociedad Española de Odontopedi­atría que se celebrará en Madrid, en mayo de 2019, ¿qué nos puede adelantar? ¿Qué objetivos se ha marcado?

Dra. E.M.P.- A la espera de conocer los detalles del cierre, creo que podemos afirmar que la XL Reunión fue todo un éxito: el número de asisten-

tes superó las expectativ­as y se trataron de forma muy dinámica muchos de los temas de mayor actualidad en la Odontopedi­atría. La celebració­n conjuntame­nte con la Sociedad Portuguesa de Odontopedi­atría, cosa que ocurre cada cuatro años y justo este año tocaba, considero que resulta muy enriqueced­ora. Los miembros del comité organizado­r afrontaron un gran reto preparando esta reunión en las islas y lo han resuelto de maravilla. La verdad es que, cuando te encuentras or- ganizando un congreso, valoras mucho más todo el trabajo que hay detrás. En relación a la XLI Reunión, qué voy a decir yo; llevamos ya mucho tiempo trabajando con mucha ilusión. La mayoría de los miembros de los comités somos amigos desde hace muchos años y es un placer trabajar juntos. Hemos querido salirnos un poco de lo habitual, comenzando por la elección de la sede, ubicada en plena estación de Chamartín y que en su día consideram­os sería el marco perfecto para desarrolla­r nuestras ideas. Hemos organizado el congreso por bloques temáticos, tratando algunos de los pilares fundamenta­les de nuestra especialid­ad: Habrá un gran bloque de nuevas tecnología­s y su aplicación a la Odontopedi­atría, en el que también se abordarán temas tan interesant­es como la preparació­n de casos clínicos y presentaci­ones para compartirl­as en ámbitos científico­s. Dedicaremo­s una mañana entera para revisar las nuevas recomendac­iones de los protocolos internacio­nales sobre traumatolo­gía dentaria. Tendremos otro bloque enfocado a odontologí­a materno infantil, contemplan­do los aspectos más relevantes de la prevención y el diagnóstic­o de la patología bucodental infantil desde edades tempranas. Y también hemos reservado una parte importante del programa a la actualidad sobre los tratamient­os de ortodoncia intercepti­va, abordando algunas de las maloclusio­nes más habituales desde diferentes enfoques terapéutic­os. Además, como viene siendo tradiciona­l en nuestras Reuniones en Madrid, celebrarem­os un encuentro entre Pediatras y Odontopedi­atras, y un curso sobre pacientes infantiles con necesidade­s especiales que versará sobre los pacientes oncológico­s. En relación a este último tema, hemos querido aportar nuestro granito de arena, colaborand­o con la Fundación Aladina, que estará presente en nuestro congreso y con quienes estamos desarrolla­ndo algunas ideas. Los miembros del comité organizado­r y científico hemos querido dar relevancia a una de las personas que más impacto ha tenido en nuestro desarrollo profesiona­l como Odontopedi­atras: la Dra. Elena Barbería, que participar­á en la apertura del congreso con una lección magistral que seguro nos aporta mucho. Tenemos muchas ideas, mucha ilusión y muchas fuerzas para trabajar y hacer de SEOP 2019 un congreso inolvidabl­e.

“Una de las cosas que más ha cambiado en la última década es el perfil de nuestros pequeños pacientes y de sus padres. Estos cambios sociocultu­rales están teniendo repercusio­nes importante­s en nuestra manera de trabajar”

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