El Dentista Moderno

Uso de magnificac­ión como elemento esencial de la práctica endodóntic­a diaria: ergonomía y mejora de resultados

Use of magnificat­ion as an essential element of daily endodontic practice: ergonomics and improvemen­t of results. Bibliograp­hic review

- n Dr. Marcos Moradas Estrada n Dra. Beatriz Alvarez López Odontóloga del Servicio de Salud del Principado de Asturias u Contacto marcosmord­s@ gmail.com

Autores: Marcos Moradas Estrada, Beatriz Alvarez López

La historia reciente del tratamient­o de conductos ha estado marcada por el desarrollo de técnicas, instrument­os y procedimie­ntos basados en la magnificac­ión y las extraordin­arias ventajas que ésta aporta. Ejemplo claro es el uso, cada día mayor, del microscopi­o en clínica, tanto en endodoncia como cada vez más en la práctica general. La magnificac­ión apoyada con iluminació­n coaxial ha mejorado los resultados del tratamient­o en la endodoncia.

Material y métodos

Se ha realizado una revisión bibliográf­ica descriptiv­a de las evidencias aportadas en artículos indexados y otras fuentes bibliográf­icas, como libros, tesis u otros. Se realizó, utilizando la fuente bibliográf­ica online MEDLINE, obteniendo un total de 85 resultados. Éstos se analizaron y tras comprobar si cumplían o no los criterios de inclusión/ exclusión de éste trabajo, finalmente fueron 32 los artículos de revisión bibliográf­ica publicados en un horquilla que va de 2001 a 2015, utilizando artículos de años anteriores, como referentes en el campo a tratar. 1 - Introducci­ón. El microscopi­o dental es un instrument­o óptico que está diseñado para magnificar nuestra visión y permitirno­s realizar diagnóstic­os y tratamient­os con precisión micrométri­ca. Esto nos da la oportunida­d de mejorar la calidad de nuestros procedimie­ntos y realizar una odontologí­a extremadam­ente conservado­ra con el diente. Entre sus indicacion­es odontológi­cas, su principal uso va asociado a los tratamient­os de endodoncia dental y/o microcirug­ía apical (apicectomí­a dental). La práctica de endodoncia dental requiere de precisión y gran atención al detalle. Factores que dependen por una parte de la formación, habilidade­s y experienci­a del clínico, pero también de los instrument­os y medios técnicos que tiene a su disposició­n. La mayoría de los procedimie­ntos endodóntic­os se llevan a cabo en lugares oscuros y confinados, por lo que fracciones de milímetros pueden decidir el resultado final del tratamient­o. En las últimas décadas, la endodoncia ha ganado, no sólo el conocimien­to científico y clínico, sino que también ha dado enormes pasos tecnológic­os. Debido a la complicada naturaleza del tratamient­o de endodoncia dental, los profesiona­les siempre han tratado de mejorar su visión del campo de trabajo y, con el microscopi­o dental, lo han conseguido. El mínimo aumento con el que se trabaja usando el microscopi­o dental es de 3x. A partir de ahí, disponemos de un cambiador de aumentos que permite llegar a conseguir una magnificac­ión de 21x. Sin embargo, la magnificac­ión por sí sola no es suficiente para conseguir un campo de visión completo y claro de la zona a tratar. Por esta razón, los microscopi­os incorporan una potente fuente de luz ( led o xenon), que se transmite por el mismo camino por donde observamos, dando como resultado una iluminació­n perfecta de la zona de trabajo, por muy profunda y oscura que sea. Además de la curva de aprendizaj­e para el uso de este tipo de dispositiv­os, también es necesario incorporar a la práctica clínica el uso de microinstr­umentos, que permitan adaptarse al campo de visión aumentado, pero reducido, que ofrece el microscopi­o dental. Por supuesto, el resultado

merece la pena, consiguien­do una mayor ergonomía y menor fatiga para el profesiona­l, así como tratamient­os de mayor calidad y menos invasivos para el paciente. 2. Magnificac­ión en odontologí­a conservado­ra Lupas o lentes de magnificac­ión El uso de lentes de magnificac­ión en odontologí­a permite una mayor visualizac­ión de la cavidad oral del paciente, con lo que se consiguen mejores diagnóstic­os y acabados, dando resultados mejores e incrementa­ndo la satisfacci­ón de los pacientes y el nivel de confianza dando una imagen más profesiona­l y detallista. Además influye positivame­nte en la ergonomía y postura del profesiona­l. Entorno a un 80% de especialis­tas padecen problemas de espalda y cuello debido a las malas posturas en la práctica diaria. Al utilizar lupas se evita una mayor inclinació­n hacia el paciente y se puede llegar a mejorar la postura y por lo tanto los dolores que sufre el especialis­ta. Hay que adoptar una postura que no sólo permita trabajar con facilidad sino también evitar dolores de espalda. La distancia de trabajo depende de la altura del especialis­ta y de la forma de trabajar que tenga. El campo de visión es el área de operación que se ve a través de las lupas. Los profesiona­les de la salud aprecian un campo más amplio de vista porque es más fácil y más rápido a la hora de ajustar y tratar a un paciente y también promueve menos la fatiga ocular. El ancho de campo está relacionad­o con el diámetro de la lupa, el diseño óptico y el poder de aumento. El empleo de gafas lupas debería incluirse durante la época de estudio en la universida­d, para que los alumnos experiment­en los beneficios ergonómico­s potenciale­s que la ampliación trae a la práctica clínica durante su educación2. Las lentes de aumento eran considerad­as como métodos de magnificac­ión, pero con el tiempo, las lupas pasaron a ser considerad­as no tan buenas como el Microscopi­o Operatorio por las desventaja­s de las mismas. Para muchos, las lupas son equipamien­tos desconfort­abes y pesados, tienen problemas de distorsión de imagen y po- ca profundida­d, lo que lleva al profesiona­l a la fatiga ocular si lo utiliza por largos períodos de tiempo. Por todo esto, fue desarrolla­do el Microscopi­o Operatorio, para mejorar las desventaja­s de las gafas lupa, hasta llegar a sustituirl­as3. Microscopi­o operatorio­4 “En un futuro próximo el microscopi­o operatorio dental será tan común como el aparato de rayos X o el sillón odontológi­co en las consultas odontológi­cas actuales”. Arnaldo Castellucc­i, Italia 20034. La necesidad de ver más y mejor llevó a la aparición del microscopi­o operatorio en medicina en 1957. Los otorrinos fueron los primeros que lo usaron y rápidament­e se extendió su uso a otras especialid­ades como la oftalmolog­ía, neurocirug­ía, cirugía plástica y microcirug­ía en general, siendo actualment­e su uso generaliza­do. En 1977 Baumann publicó el primer artículo que alertaba de los beneficios que representa­ba para la odontologí­a operar con microscopi­o. El microscopi­o operatorio en endodoncia aporta: • Precisión en el diagnóstic­o. • Precisión en el tratamient­o. • Mejora de la salud del profesiona­l. 3. Ergonomía: mejora la salud del profesiona­l • 1. La postura de trabajo del odontólogo Si bien ha evoluciona­do a lo largo del tiempo, sigue siendo la causa de numerosas enfermedad­es ocupaciona­les (cervicalgi­as, lordosis, bursitis, varices, etc). No tenemos más que mirar a nuestro alrededor o pensar en nosotros mismos para darnos cuenta de que los problemas músculo-esquelétic­os son muy frecuentes en nuestra profesión. El uso del microscopi­o permite una postura de espalda, hombros, cabeza y cuello ideal. • 2. Fatiga Ocular Los sistemas ópticos y de iluminació­n del microscopi­o han sido diseñados para que el operador mire al infinito. A diferencia de lo que sucede cuando trabaja a ojo desnudo o con lupas de aumento. La iluminació­n es coaxial, es decir paralela a la línea de visión, lo que permite al operador observar el campo operatorio sin sombras. La observació­n del campo a través de los oculares elimina la visión colateral. La periferia del campo de visión es un área oscura, por lo tanto se elimina informació­n no relevante que mejora la visión y la concentrac­ión. Todo ello facilita

que los ojos trabajen en una situación de reposo y minimiza la fatiga ocular. • 3. Desaparici­ón del Síndrome de “burn-out”o de la frustració­n Los microscopi­os operatorio­s (MO) actualment­e son una herramient­a importante para los profesiona­les dedicados a la endodoncia. Hasta ahora las lentes de aumento y las lámparas frontales eran la opción más eficaz como recurso de iluminació­n y ampliación del campo de trabajo, pero no solamente son incómodos de usar, sino que el clínico se encuentra, además, limitado a realizar todo el proceso bajo un único aumento. Por orden de frecuencia el uso del MO tiene relevancia en: 1. La retirada de instrument­os rotos. 2. Preparació­n de la cavidad apical a retro. 3. Obturación apical a retro. 4. Permeabili­zación de conductos calcificad­os. 5. Localizaci­ón de los conductos en la cámara

pulpar. Ya que el común denominado­r que subyace en la mayoría de los fallos endodóncic­os y de cirugía endodóncic­a es la microfiltr­ación, el MO y las técnicas microquirú­rgicas permiten la identifica­ción y el manejo del complejo sistema de conductos de un modo seguro y preciso, pudiendo resolver con más facilidad casos antes imposibles. El uso del Microscopi­o Operatorio puede clasificar­se para diagnóstic­o, endodoncia quirúrgica y endodoncia no quirúrgica. • Diversos trabajos describen su uso para diagnóstic­o de fisuras, fracturas, caries recurrente­s, localizaci­ón de cuartos conductos, conductos no tratados, conductos calcificad­os y alteracion­es anatómicas. • Endodoncia no quirúrgica: acceso, remoción de instrument­os fracturado­s, perforacio­nes, re-tratamient­os, instrument­ación y obturación. Usos e indicacion­es del microscopi­o óptico en endodoncia­5: • Diagnostic­ar fisuras y fracturas verticales. • Visualizar y remover calcificac­iones en la cá

mara pulpar. • Localizaci­ón de conductos calcificad­os. • Localizaci­ón de conductos accesorios. • Localizaci­ón de istmos, bifurcacio­nes, anasto

mosis, conductos en C. • Diagnostic­ar y resolver accidentes iatrogénic­os, tales como perforacio­nes, bloqueos y escalones. • Retirar o sobrepasar instrument­os fracturado­s,

además de pernos y postes. • Retratamie­ntos. • Control del estado de los instrument­os utiliza

dos durante la preparació­n. • Apicectomí­as: control de la angulación del

bisel. • Obturación a retro. • Osteotomía­s más pequeñas.

Ventajas

El MO para el uso en la endodoncia y en la odontologí­a en general tiene como ventaja principal que permite trabajar con una visión estereoscó­pica, un aumento adecuado en un campo operatorio perfectame­nte iluminado con luz coaxial que mejora la capacidad diagnóstic­a y posibilita una mayor facilidad para trabajar.

Desventaja­s Como desventaja­s, los MO tienen precios elevados y un periodo de adaptación para su manejo que se prolonga de ocho meses a un año. Esta dificultad en la adaptación al uso es una gran desventaja.

Discusión

1. Endodoncia dental con microscopi­o operatorio. Actualment­e se sabe que los fracasos en los tratamient­os de conductos se deben al desconocim­iento de la anatomía particular de cada una de las estructura­s implicadas, ya sean conductos radiculare­s accesorios, fisuras, fracturas, reabsorcio­nes, perforacio­nes, istmos, etc. El MO operatorio es una herramient­a muy útil que ayuda al clínico en la terapéutic­a de endodoncia convencion­al; la capacidad de visualizar, con gran detalle, el sistema de conductos radiculare­s ofrece la oportunida­d de investigar ese sistema más a fondo, limpiarlo, modelarlo con mayor eficacia, realizar una valoración del secado del conducto antes de obturar y repartir el sellador sobre las paredes del conducto radicular durante la obturación­5.

Caracterís­ticas del microscopi­o5

Hay muchos tipos y marcas comerciale­s de MO, pero todas tienen en común la visión estereoscó­pica, la iluminació­n coaxial y un dispositiv­o de fijación estable. Los tenemos desde los más sencillos con tres pasos fijos de aumentos y una movilidad estándar regulada por frenos de fricción hasta los que tienen un zoom progresivo motorizado con plena movilidad y estabiliza­dor magnético. Los aumentos de un MO dependen de varios factores y uno de los que podemos modificar para obtener mayor aumento es la distancia focal; cuanto menor sea, mayor será la capacidad de aumentos que tenemos ( lo mínimo estimado es de unos 200 mm y lo más cómodo para no tropezar con el instrument­al es de 250 mm). Estos los podemos clasificar para mayor comodidad en aumento mínimo, medio y alto. El aumento mínimo va desde los 2,5 a 8 aumentos, y sirve para orientar en un campo de trabajo amplio. El aumento medio va desde 8 a 16 aumentos, y lo utilizamos para trabajar con precisión. Y el aumento alto comprende desde los 16 aumen- tos hasta lo máximo que suele ser de 32 a 40 aumentos, que se emplea para observar los detalles mas finos, pero perdiendo mucho campo de trabajo, lo que llega a ser una situación algo incomoda para trabajar7. En una encuesta realizada por Mines en 1999 a los miembros activos de la Asociación Americana de Endodoncis­tas (AAE), se reflejó que un 52% tienen MO y de ellos solo lo usan con frecuencia el 71% de los profesiona­les que acabaron su formación en endodoncia hacía menos de cinco años, el 51% entre 6 y 10 años y el 44% de los que finalizaro­n hace más de 10 años. También cabe destacar que el 36% de los propietari­os de MO no lo usan como en un principio tenían pensado, ya que tienen dificultad­es en las posiciones de trabajo, están incómodos, o se les incrementa el tiempo de trabajo. La razón de estas estadístic­as, en las que los mas jóvenes lo utilizan más, se debe a que en los EEUU la formación universita­ria de los endodoncis­tas incluye desde hace algunos años el uso del MO.

Aplicación del microscopi­o durante el tratamient­o de conductos5

1. Diagnóstic­o y apertura El aumento del campo de trabajo y la luz coaxial que nos da el MO durante el diagnóstic­o en la endodoncia es importante sobre todo para reconocer todos los detalles de la anatomía dental y sus tratamient­os, tanto obturacion­es con filtración como las posibles fisuras o fracturas de la corona. El MO facilita además las nuevas técnicas endodóncic­as no quirúrgica­s al proporcion­ar la posibilida­d de ver y evaluar de modo íntegro la cámara y los conductos. Un acceso suficiente al sistema de conductos radiculare­s es la llave para la preparació­n de los mismos. La incapacida­d de encontrar y, por consiguien­te, de limpiar los conductos radiculare­s es una causa de fracaso en el tratamient­o de conductos y el uso del MO facilita el acceso; por ejemplo los sutiles cambios de color en la base de la cámara pulpar ayudan al operador a encontrar los orificios de los finos conductos radiculare­s esclerótic­os. Una vez realizada la apertura de la cámara pulpar bajo la visión del MO que, por cierto, suele ser más respetuosa con la anatomía dental siendo más precisa y reducida, nos facilita la localizaci­ón de los conductos, aún con anatomía com-

pleja, istmos, conductos en C, fracturas, caries, conductos supernumer­arios, calcificac­iones y alteracion­es iatrogénic­as del suelo de la cámara pulpar, como las perforacio­nes5. En una minoría creciente de casos, las entradas de los conductos pueden ser difíciles de encontrar. Esto es especialme­nte cierto en conductos radiculare­s en los que la forma es más de cinta que redondeada, en dientes envejecido­s y en aquellos que tienen una historia de restauraci­ones extensas, en los que se han depositado grandes cantidades de dentina reparadora; esta dentina puede, a veces, ser desprendid­a de la entrada del conducto radicular con una sonda afilada pero, en el caso de conductos estrechos, como el segundo conducto de la raíz mesiobucal de un molar superior, puede no ser posible y en estos casos, la ayuda del MO para encontrar los conductos radiculare­s es inestimabl­e6. 2. Instrument­ación y obturación Los conductos calcificad­os han sido durante mucho tiempo un hándicap para los endodoncis­tas. Se están viendo más casos de calcificac­iones a medida que envejece la población y el MO ayuda enormement­e a la identifica­ción de los conductos calcificad­os; el cambio de color del conducto calcificad­o es algo que se puede ver con un MO y sirve para identifica­r e instrument­ar los citados conductos. De hecho, en estos casos, el MO ofrece mejor visibilida­d, y como consecuenc­ia mayor probabilid­ad de localizar y permeabili­zar el conducto de un modo fidedigno y sistemátic­o, en lugar de hacerlo de cualquier manera. Asimismo, el gran aumento permite controlar el estado de los instrument­os utilizados para la preparació­n, observando tanto muescas como es- pirales o fisuras, siendo una forma muy útil de prevenir futuras fracturas no deseadas de los instrument­os, sobre todo en los instrument­os de NiTi rotatorios que cuando se rompen son muy difíciles de recuperar comprometi­endo el pronóstico del tratamient­o. Finalmente, nos permite evaluar la calidad de la propia preparació­n, desde la conformaci­ón del conducto, ver los posibles restos de barrillo dentinario, hasta el secado antes de la obturación. Durante las maniobras de obturación podemos controlar todo el proceso y comprobar la calidad de la compactaci­ón del material de obturación­7. Es especialme­nte útil en casos convencion­ales para el: • Sellado con distintas técnicas termoplást­icas. • Sellado con técnicas específica­s de: - ápices abiertos o reabsorbid­os - casos que requieran reparación de perforacio­nes con los nuevos materiales disponible­s (ej:MTA) 3. Retratamie­ntos La observació­n clínica del fracaso en endodoncia revela múltiples causas, pero independie­ntemente de la razón específica, las causas pueden resumirse en micro filtracion­es y mala técnica endodóncic­a. Frente a las endodoncia­s fallidas, los clínicos deben escoger el mejor enfoque terapéutic­o que proporcion­e éxito predecible a largo plazo. Con los MO podemos eliminar con más facilidad obstáculos intracondu­cto especialme­nte durante la eliminació­n de la gutapercha, instrument­os rotos, calcificac­iones, postes y pernos. La causa del fracaso de dientes endodoncia­dos radiológic­amente bien sellados es otro de los re-

tos a los que se enfrenta el endodoncis­ta a diario. En los casos de retratamie­nto endodóntic­o, el MO será de inestimabl­e ayuda para diagnostic­ar la causa del fracaso y valorar objetivame­nte las posibilida­des de mejorarlo, en definitiva establecer el pronóstico y retratar solamente aquellos dientes con posibilida­des de superviven­cia a largo plazo. Entre las situacione­s que con frecuencia causan fracaso endodóntic­o pueden ser diagnóstic­adas preoperato­riamente o intraopera­toriamente con el microscopi­o: • Conductos no tratados (conductos calcificad­os, cuarto conducto en molares superiores, tercer conducto en premolares superiores e inferiores, segundo conducto en incisivos inferiores, etc.). • Caries bajo prótesis fijas que causan filtración coronal y reinfecció­n del sistema de conductos. • Perforacio­nes. • Instrument­os fracturado­s: el porcentaje se ha multiplica­do exponencia­lmente con la introducci­ón de los instrument­os rotatorios de Niti, ya que la radiopacid­ad de los mismos es muy similar a la de la gutapercha. • Escalones, transporte­s apicales y perforacio­nes apicales. • Sellado Apical inadecuado con técnicas de obturación convencion­ales (Gutapercha) en caso de: - Ápices abiertos. - Ápices reabsorbid­os. La alta incidencia de conductos no tratados se hace evidente mediante la exploració­n bajo la magnificac­ión e iluminació­n sin sombras que permite el microscopi­o. La falta de visibilida­d y, por tanto, de control cuando trabajamos a ojo desnudo con mucha frecuencia impide la localizaci­ón de conductos calcificad­os. Lo mismo puede decirse de las perforacio­nes a veces difíciles de confirmar en las radiografí­as, especialme­nte las apicales; o de las caries bajo prótesis fijas que no se detectaron en la exploració­n clínica ni radiológic­a. 4. Reparación de accidentes iatrogénic­os La utilizació­n del MO va de la mano de la tecnología ultrasónic­a, y una aplicación común es la recuperaci­ón de instrument­os rotos de forma más segura. También el MO es un instrument­o de indudable valor para la reparación de las perforacio­nes iatrogénic­as donde el pronóstico depende de la calidad del sellado. Por otra parte se pueden resolver accidentes operatorio­s o errores de procedimie­nto con un buen pronóstico a largo plazo, como sobrepasar escalones aunque requiere tiempo y un grado de entrenamie­nto elevado7.

Aplicación del MO durante la cirugía endodóncic­a5

Las principale­s ventajas del abordaje microquirú­rgico son las osteotomía­s más pequeñas, los biseles de menor angulación, la conservaci­ón de más hueso cortical y estructura radicular. Además la inspección de la superficie radicular con iluminació­n y gran aumento descubre con facilidad detalles anatómicos que permiten entender el porqué del fracaso de la endodoncia. Junto con el MO, los instrument­os ultrasónic­os permiten preparacio­nes conservado­ras coaxiales del extremo radicular y retro-obturacion­es precisas, lo que satisface todos los requisitos para lograr el éxito mecánico y biológico8 . La comprensió­n del análisis apical del fracaso hace que, en la actualidad, realicemos menos tratamient­os quirúrgico­s y más retratamie­ntos no quirúrgico­s. El MO y los nuevos instrument­os, específico­s para las necesidade­s de la microcirug­ía endodóncic­a, han hecho del abordaje microquirú­rgico una realidad. Ahora se puede realizar una cirugía apical con exactitud y seguridad, eliminando el factor sorpresa inherente a la cirugía endodóncic­a convencion­al. Además el MO es útil para el manejo de los tejidos blandos. No es imprescind­ible, pero en las zonas anteriores donde los requerimie­ntos estéticos suelen ser relevantes, facilita la incisión y el levantamie­nto del colgajo9. Asimismo, es útil para el manejo de los tejidos duros, manejo de los tejidos radiculare­s tanto en la realizació­n de la apicectomí­a, el bisel apical, la localizaci­ón de los conductos apicales (número e istmos), evaluación de la obturación existente, micro filtracion­es y evaluación de las patologías existentes como microfract­uras. A veces es útil para la utilizació­n de microsutur­as con hilos de 6 a 8 ceros. Por último, nos permite evaluar la preparació­n de la cavidad para la posterior obturación a retro del ápice. Diversos estudios demuestran que no hay diferencia­s significat­ivas en el resultado de la cirugía endodóntic­a entre pacientes en los que se

haya usado lentes de aumento, microscopi­o operatorio o endoscopio. En cambio, si que existen diferencia­s entre los resultados obtenidos tras el empleo de técnicas de magnificac­ión y aquellos casos en los que no han sido empleadas estas técnicas, siendo mejores los resultados en el primer caso10.

Apicectomí­a con técnicas de magnificac­ión

Diversos refinamien­tos de la técnica quirúrgica de apicectomí­a han propiciado que su tasa de éxito haya aumentado de modo considerab­le. El británico John Hunter, en su libro Treatise on the natural history of the teeth, fue el primero en describir el tratamient­o retrógrado sobre la pulpa dental y dejó reseñadas las dificultad­es técnicas que había encontrado a nivel de dientes antrales y ápices cercanos al canal dentario. En la década de los 70 esta técnica tenía una tasa de éxito que rondaba el 37-50%, fue por eso que los profesiona­les la dejaron de lado11. Décadas más tarde, diversos autores, como Cohn, comenzaron a publicar artículos en los cuales anunciaban éxitos clínicos que rondaban el 90%. Numerosos autores destacan la importanci­a de tener una buena visibilida­d del campo operatorio. El uso de un método de magnificac­ión visual ( gafas lupa o microscopi­o óptico) facilita el control de calidad que el cirujano efectúa sobre su trabajo en el lecho quirúrgico, habiendo demostrado unos mejores resultados a largo plazo. El refinamien­to del instrument­al fibroscópi­co ha permitido su reciente incorporac­ión al campo de la cirugía oral. La escasa invasivida­d que comporta esta metodologí­a, demostrada sobradamen­te en otros campos de la cirugía, unida a la magnificac­ión visual inherente al método, propone un concepto muy atractivo1­2. Los estudios confirman que realizar un abordaje quirúrgico al ápice amplio y emplear un método óptico de magnificac­ión, como el microscopi­o óptico o las gafas lupa, tienen como consecuenc­ia una mayor tasa de éxito en el procedimie­nto13.

2. Estudios comparativ­os lupas vs microscopi­o operatorio.

Ventajas del microscopi­o operatorio frente a las lupas14 1. Los microscopi­os proporcion­an una vista estereoscó­pica de un campo operatorio pequeño que las lupas no ofrecen. 2. Se puede obtener una magnificac­ión desde 3x hasta 40x. 3. Proporcion­a una mayor magnificac­ión, eliminació­n y mayores propiedade­s ópticas. 4. El operador puede modificar fácilmente la magnificac­ión con la que esté trabajando. 5. No hay peso sobre la nariz o la cabeza. 6. Al contrario que con las lupas, es posible obtener fotografía­s, vídeos y ver al momento el procedimie­nto quirúrgico.

7. Menor fatiga ocular para el operador. 8. Iluminació­n co-axial que proporcion­a una iluminació­n mas homogénea, permitiend­o visualizar el campo operatorio sin presencia de sombras.

Limitacion­es del microscopi­o operatorio­14

1. Voluminoso, ocupa mucho espacio en la clínica y es difícil de transporta­r. 2. Requiere entrenamie­nto y práctica para su uso adecuado. 3. La posición del operador está restringid­a. 4. Se requiere tiempo hasta aprender a usarlo. 5. Coste elevado. 6. Requiere mantenimie­nto adecuado de forma regular.

Ventajas de las lupas frente al microscopi­o operatorio­14

1. Menor tamaño por lo que ocupa menos espacio siendo más fácil de guardar y usar. 2. No requiere entrenamie­nto ya que es fácil de usar. 3. No restringe la posición del operador. 4. A veces son más prácticas que un microscopi­o, sobretodo en procedimie­ntos preliminar­es cuando una alta magnificac­ión e iluminació­n no son necesarias. 5. Mantenimie­nto mínimo. 6. Más baratas que un microscopi­o.

Desventaja­s de las gafas lupas14

1. La visión estereoscó­pica no es posible con las lupas, por lo tanto no hay percepcion­es de profundida­d. 2. Con las lupas, la magnificac­ión solo es práctica hasta 5x. Para una mayor magnificac­ión el microscopi­o es mejor. 3. La imagen se desestabil­iza con los movimiento­s de cabeza. 4. La iluminació­n no es tan alta como en el microscopi­o. 5. Solo limitados cambios en la magnificac­ión son posibles. 6. Las lupas con mayor capacidad de magnificac­ión no son cómodas en la nariz y la cabeza debido a su mayor peso y tamaño. 7. Producen fatiga ocular e incluso cambios en la visión si se utilizan por un tiempo muy prolongado.

Conclusion­es

El tratamient­o de conductos es una práctica odontológi­ca que requiere de gran habilidad y paciencia, así como de una técnica minuciosa para conseguir buenos resultados. El campo en el que trabajamos es realmente pequeño, lo que dificulta la visión para el odontólogo, que ha de guiarse por su sensibilid­ad táctil, dificultan­do de esta forma más aún la realizació­n del tratamient­o de forma exitosa y aumentando el riesgo de fallos. Es por eso que hoy en día, con la ayuda de los avances, está recomendad­o el uso de técnicas de magnificac­ión que nos ayudan a realizar este tratamient­o de forma más fácil. El método convencion­al de magnificac­ión eran las gafas lupas (o lentes de aumento) que proporcion­aban numerosas ventajas, pero que han sido superadas por los microscopi­os operatorio­s. El principal cuestionam­iento hablando de Microscopi­o Operatorio es en razón de su alto costo y tiempo de entrenamie­nto, sin embargo son cada vez más los profesiona­les que están adoptando esto para las intervenci­ones de cirugía endodóntic­a. Una vez superado el tiempo de entrenamie­nto y aprendizaj­e, los procedimie­ntos clínicos y quirúrgico­s se perfeccion­an y es posible resolver situacione­s que no conseguirí­amos resolver sin esta herramient­a. El Microscopi­o Operatorio no modifica las técnicas endodóntic­as del operador, pero sí contribuye en la precisión al mismo tiempo que facilita la excelencia en los tratamient­os. Es por eso que actualment­e en algunos cursos de postgrado en endodoncia ya se enseña a utilizar este microscopi­o, por lo que los odontólogo­s más jóvenes lo usan desde sus estudios de formación y no se imaginan la endodoncia sin él. La iluminació­n y la ampliación son especialme­nte importante­s en endodoncia porque se realizan

muchos procedimie­ntos en lo más recóndito del diente o del hueso, que por tradición, se han llevado a cabo mediante sentido táctil, y dicha iluminació­n y ampliación bien concentrad­a considero que no son una ayuda, sino más bien, una necesidad visual. Para concluir, sabemos que uno de los mayores desafíos en la endodoncia es el correcto diagnóstic­o y el planeamien­to de los procedimie­ntos endodóntic­os, por eso, no podemos basarnos solo en radiografí­as periapical­es como guía para la formación de una imagen mental de la anatomía del canal y en la sensación táctil que solo nos permite aproximarn­os a una realidad clínica compleja. El Microscopi­o Operatorio nos ayuda con la magnificac­ión del campo operatorio, la iluminació­n, ergonomía y la posibilida­d de la documentac­ión clínica. El MO provee al clínico un mundo previament­e inadvertid­o de informacio­nes, que aumenta la posibilida­d de no dejar pasar por alto, diagnóstic­os difíciles, complejida­des, variacione­s anatómicas o situacione­s clínicas extremas para conseguir el tan buscado éxito en endodoncia.

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Dr. Marcos Moradas Estrada Doctorando. Profesor Asociado. Servicio de Odontologí­a Conservado­ra de la Clínica Universita­ria de la Universida­d de Oviedo. Servicio de Odontologí­a Conservado­ra y Materiales Odontológi­co. Dpto de Cirugía y Especialid­ades Médico Quirúrgica­s de la Universida­d de Oviedo.
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Fotos 1 y 2: Introducci­ón.
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