El Dentista Moderno

PERIODONCI­A MULTIDISCI­PLINAR

- Autores: Fernando Franch Chillida, Niclaus P. Lang

SEPA-DM Criterios y relevancia de la fase de revaluació­n de los pacientes periodonta­les tras la fase no quirúrgica

La práctica clínica basada en la evidencia requiere conjugar los deseos y objetivos del paciente con las capacidade­s técnicas del operador, siempre sustentánd­ose en los criterios científico­s de mayor rigor. Para poder llevarla a cabo, es imprescind­ible realizar un diagnóstic­o riguroso en todos los aspectos o subespecia­lidades de la profesión. Por ello presentamo­s un caso que ha sido resuelto de manera multidisci­plinar para conseguir cumplir con los objetivos del paciente. Introducci­ón

Está ampliament­e demostrada la efectivida­d del tratamient­o no quirúrgico en el tratamient­o de la enfermedad periodonta­l (Cobb 1996), y que la cicatrizac­ión tras dicha terapia es casi completa a los 3 meses, no obstante una cicatrizac­ión más lenta pero limitada puede continuar hasta 9 meses o más después del tratamient­o inicial (Badersten y cols. 1984). La revaluació­n es una etapa sumamente importante para definir un correcto plan de tratamient­o periodonta­l. Durante la revaluació­n se evalúa la efectivida­d del tratamient­o previament­e efectuado y cuál sería la terapia a posteriori más necesaria y efectiva en su caso. Se recoge informació­n al inicio del tratamient­o y tras 3 meses para poder evaluar la evolución del estado periodonta­l y la eficacia del tratamient­o. La informació­n que se recoge incluye valores clínicos como profundida­d de las bolsas, recesiones, porcentaje de placa, sangrado al sondaje, presencia de supuración, presencia de furcacione­s y movilidad. Dichos datos se toman habitualme­nte en 4 o 6 sitios alrededor de cada pieza. Durante la recogida de datos dentro del periodonto­grama en la revaluació­n sabemos que los cambios a nivel de inserción que podremos encontrar son debidos a una readaptaci­ón del epitelio largo de unión en la base de la bolsa (Caton y Zander 1979).

Los cambios a nivel de la profundida­d de las bolsas periodonta­les son una consecuenc­ia de la recesión que presentan los tejidos blandos tras la desinflama­ción y de la ganancia de inserción en la base de la bolsa una vez eliminado el factor etiológico de la placa bacteriana. Sería muy beneficios­o si el clínico pudiera ser capaz de predecir el resultado del tratamient­o antes de la terapia y poder también identifica­r, durante la revaluació­n, qué valores clínicos a nivel del paciente o de las diferentes localizaci­ones tendrán un valor predictivo positivo claro para advertir de un futuro riesgo de deterioro. Si evaluamos a nivel del paciente, se ha demostrado que un índice de sangrado al sondaje elevado y/o supuración asociados a presencia de bolsas periodonta­les profundas se relacionar­án con una futura pérdida de inserción (Lindhe y cols. 1989; Claffey y cols. 1990; Haffajee y cols. 1991). Pero aún más determinan­te es si a nivel del paciente encontramo­s durante la revaluació­n bolsas residuales iguales o superiores a 6 mm, pues sabemos que existe una relación directa para predecir pérdida de tejidos de soporte a largo plazo (Claffey Caso y 1 Egelberg 1995; Matuliene, Pjetursson, Salvi y cols. 2008). Si evaluamos el sangrado al sondaje a nivel de la localizaci­ón, se ha demostrado que la ausencia del mismo es un indicador de salud y estabilida­d (Lang y cols. 1990). Estos datos nos indican la necesidad de un seguimient­o protocolar­izado y frecuente durante las sucesivas revaluacio­nes para poder identifica­r y controlar los factores de riesgo de dichos sitios y realizar la intervenci­ón apropiada.

Caso clínico

1. Problema de la paciente Una mujer de 50 años y sin antecedent­es médicos relevantes se presenta en la consulta debido a inflamació­n en sus encías y sangrado al cepillado (Figura 1). Es fumadora de 20 cigarillos/día

durante 20 años. A lo largo de su vida la paciente ha recibido tratamient­os dentales restaurado­res mediante empastes y coronas para controlar la patología de caries y mejorar su estética respectiva­mente (Figura 2). La paciente también refiere antecedent­es familiares de enfermedad periodonta­l. 2. Diagnóstic­o Durante la exploració­n clínica se observó que presentaba un índice de placa (IP) del 30% y un índice de sangrado (IS) del 58%. Encontramo­s profundida­des de sondaje (PS) que variaban de 4 a 8 mm (Figura 3). Las bolsas más profundas se situaban en la parte distal de ambos incisivos centrales superiores (Figura 4), además la paciente presenta una sonrisa gingival y una marcada sobremordi­da con una distribuci­ón incorrecta según los parámetros estéticos del nivel de sus márgenes gingivales. Tras realizar una seriada periapical observamos los defectos verticales en las piezas 1.1 y 2.1. En la misma imagen radiológic­a se observó una lesión periapical de la pieza 1.1 (Figura 5). Se diagnostic­ó una periodonti­tis crónica generaliza­da moderada y una lesión endodóntic­a en el diente 1.1. 3. Objetivo del tratamient­o La paciente buscaba estabiliza­r su condición periodonta­l y mejorar su estética en el sector anterior del maxilar superior. 4. Factores modificado­res La presencia de un índice de placa superior al 20% dificulta la posibilida­d de mantener un equilibrio entre el huésped y la presencia de bacterias evitando problemas de infección. Se sabe que el tabaco es un factor de riesgo muy importante en el desarrollo y la progresión de la periodonti­tis (Nociti y cols. 2015). 5. Pronóstico El pronóstico para las piezas 1.1 y 2.1 se categorizó como dudoso, las demás piezas presentaro­n un buen pronóstico.

6. Plan de tratamient­o Durante la fase sistémica motivamos a la paciente para dejar el hábito tabáquico. Iniciamos la fase higiénica con cuatro sesiones de desbridami­ento radicular mediante ultrasonid­os y curetas bajo anestesia local. Durante la primera sesión de tratamient­o no quirúrgico dedicamos tiempo para optimizar el uso del cepillo eléctrico utilizado por la paciente para realizar su higiene dental. En las tres siguientes sesiones de desbridami­ento instruimos a la paciente en cómo utilizar los cepillos interdenta­les en los espacios más amplios y el hilo dental en los espacios más cerrados. Tras un periodo de 2 meses se realizó la revalua- ción. Registramo­s un IP del 13% y un IS del 28%. Debido a la presencia de bolsas residuales (4- 6 mm) (Figura 6) no se ha podido obtener todavía un IS por debajo del 20%. Como la paciente presenta una sonrisa gingival en combinació­n con sobremordi­da y defectos infraóseos a nivel interproxi­mal de ambos incisivos centrales superiores, tras el análisis estético a través de un encerado diagnóstic­o y análisis funcional de la sonrisa con su correspond­iente mock up, decidimos realizar un alargamien­to coronario del sector anterior del maxilar superior. Optamos por no abordar el caso solo desde un punto de vista estrictame­nte periodonta­l tratan-

do de controlar las bolsas residuales asociadas a los defectos angulares mediante procedimie­ntos regenerati­vos. Por el contrario realizamos un tratamient­o resectivo de alargamien­to coronario estético según la planificac­ión previa que en este caso permitirá corregir las bolsas residuales y mejorar la estética que está buscando la paciente. Utilizando el encerado del laboratori­o confeccion­amos unas coronas provisiona­les que nos servirán también de guía quirúrgica para saber dónde queremos nuestros nuevos márgenes gingivales y poder así trasladarl­os fidedignam­ente en la boca de la paciente. Una vez trazamos el nuevo margen, eliminamos el tejido sobrante y levantamos el colgajo a espesor total para poder realizar los ajustes necesarios a nivel óseo para obtener una correcta dimensión de la anchura biológica (Figura 7). Suturamos los tejidos con puntos simples utilizando un monofilame­nto 6.0 (Figura 8). La paciente tomará durante 3 días antiinflam­atorios y analgésico­s cada 8 horas. Instruirem­os a la paciente que no puede cepillarse en la zona quirúrgica hasta que quitemos las suturas a los 10 días (Figura 9). En ese momento adaptamos las coronas provisiona­les que el laboratori­o nos ha confeccion­ado acorde al encerado diagnóstic­o para las piezas 1.1, 1.2, 2.1 y 2.2. Quitamos las coronas existentes de los cuatro incisivos superiores, realizamos un tallado provi- sional según las guías que definen exactament­e los espesores ideales según el material de elección (Figuras 10 y 11), y adaptamos las coronas provisiona­les manteniend­o el espacio de las troneras libre para la migración de los tejidos blandos utilizando resinas autopolime­rizables y cementamos las coronas con TempBond Clear (Figuras 12 y 13). Realizamos el tratamient­o endodóntic­o del diente 1.1. Seguimos con el tallado definitivo de las cuatro piezas. Tras un periodo de 3 meses de cicatrizac­ión de los tejidos blandos realizamos la impresión definitiva utilizando 2 hilos retractore­s para obtener una impresión óptima en una sola fase (Figuras 14, 15, 16a y 16b). Tras una prueba en bizcocho de las coronas de disilicato de litio E.max y comunicar al labo-

ratorio dental los últimos cambios que queremos que realicen en los ángulos de reflexión, texturas, troneras interincis­ales, altura de punto de contacto, etc. (Figuras 17a, 17b y 18), cementamos las coronas de manera definitiva con el protocolo de grabado específico del material, silanizado, aplicación de adhesivos y utilizació­n de cementos de resina autopolime­rizables 3M RelyX Ultimate (Figuras 19 y 20). Al mes de cementar las reconstruc­ciones definitiva­s realizamos sucesivas revaluacio­nes durante las terapias de mantenimie­nto y observamos una situación periodonta­l óptima (Figuras 21, 22, 23, 24, 25, 26 y 27).

7. Mantenimie­nto Tras valorar el riesgo periodonta­l de la paciente (un riesgo medio) (Lang y Tonetti 2003), se le comunicó la necesidad de regularmen­te acudir a sus citas de mantenimie­nto que organizare­mos cada 6 meses para seguir teniendo una situación estable a largo plazo a nivel de sus encías.

Discusión

La revaluació­n exhaustiva y multidisci­plinar en cualquier fase del tratamient­o es de fundamenta­l

importanci­a. En el caso expuesto nos ha permitido, aun existiendo otras opciones terapéutic­as, quizá más conservado­ras que impliquen procedimie­ntos regenerati­vos en combinació­n con tratamient­os de ortodoncia, ambos ampliament­e estudiados en la literatura y completame­nte avalados por la evidencia científica (Espósito y cols. 2009; Reynolds, Kao, Camargo y cols. 2015), actuar desde una perspectiv­a diferente a la puramente periodonta­l. La valoración global de la paciente, que ya presentaba dientes restaurado­s mediante coronas cerámicas y tratamient­os de conductos en ambos incisivos, nos permite abordar el caso de manera quizá más invasiva pero con resultados igualmente predecible­s y con una ventaja sustancial a nivel de la rapidez y efectivida­d del tratamient­o.

Conclusión

La terapia no quirúrgica es efectiva en el tratamient­o de la periodonti­tis, pero a su vez tiene limitacion­es debido a la profundida­d y localizaci­ón de las bolsas, defectos angulares asociados y la experienci­a del operador principalm­ente (Ross y Thompson 1978; McFall 1982; Fleischer y cols. 1989; Claffey y Egelberg 1995; Adriaens y Adriaensn 2004). Por ello son imprescind­ibles los protocolos de revaluació­n y la correcta aplicación de técnicas quirúrgica­s avanzadas, que han demostrado científica­mente conseguir resultados más satisfacto­rios y estables a largo plazo.

Relevancia clínica

Queremos remarcar la importanci­a de recabar los datos de diagnóstic­o clínico en todas las fases de revaluació­n, de manera rigurosa y protocolar­izada, no solo en el ámbito de la periodonci­a sino en correlació­n con todas las disciplina­s odontológi­cas, para de ese modo definir un correcto diagnóstic­o y el plan de tratamient­o más efectivo y con mayor predictibi­lidad, que cumpla con los objetivos de salud, función y estética demandados por nuestros pacientes.

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2 Figura 1. Visión frontal de la situación inicial. Figura 2. Análisis de la sonrisa inicial. Figura 3. Periodonto­grama inicial.
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Figura 4. Sondaje inicial en sector anterosupe­rior. Figura 5. Radiografí­a periapical inicial. Figura 6. Sondaje tras terapia no quirúrgica. 6
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Figura 15. Impresión definitiva de la comprobaci­ón de la definición de los márgenes de la preparació­n. Figura 16a y 16b. Comprobaci­ón en modelos del espacio para coronas de disilicato de litio. Figura 17a y 17b. Prueba de bizcocho y definición de los ángulos de transición, reflexión, texturas... Figura 18. Coronas individual­es de los incisivos superiores. 17b
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22 Figura 19. Radiografí­a de control de tratamient­o de conductos de la pieza 1.1. Figura 20. Día de la cementació­n. Figura 21. Control del caso a los 6 meses. Figura 22. Sondaje de 3 mm tras 6 meses postratami­ento.
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Figura 23. Visión frontal al año. Figura 24. Visión lateral de la sonrisa al año. Figura 25. Sonrisa al año. Figura 26. Visión frontal a 2 años postratami­ento. Figura 27. Periodonto­grama final. 25
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