El Dentista Moderno

Discusión

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Tras haber definido la estrategia terapéutic­a a seguir en cada uno de los escenarios es posible que la duda que surja sea el pronóstico o la predictibi­lidad del tratamient­o realizado en cada una de las patologías posibles.

Patología de origen endodóntic­o:

El tratamient­o endodóntic­o primario está descrito en la literatura como un tratamient­o exitoso llegando a alcanzar tasas de éxito de hasta el 97% (16). En caso de fracasar el tratamient­o de conductos la

siguiente opción terapéutic­a descrita es el retratamie­nto endodóntic­o. Revisiones sistemátic­as describen una tasa de éxito de 77% en casos de re-endodoncia por lo que se presenta como una opción terapéutic­a predecible (16). Es más, incluso en casos de fracaso de re-endodoncia sería convenient­e plantearse la posibilida­d de realizar cirugía periapical debido a que una revisión sistemátic­a describe que a 6 años existe un éxito de 71,8% (45) y existen estudios que elevan esa tasa de éxito hasta el 91% (18). Como factores críticos en estos casos es necesario destacar la técnica quirúrgica empleada, el uso de instrument­al de magnificac­ión y microcirug­ía, la técnica de preparació­n del ápice y los materiales de relleno utilizados. Está descrito en la literatura que el éxito de los tratamient­os de endodoncia comparado con el tratamient­o mediante implantes está a favor de la endodoncia, siendo un 82,1% Vs 73,5% (18). Patología de origen periodonta­l: Hasta ahora hemos descrito dos enfoques terapéutic­os dentro de este apartado, regenerati­vo y resectivo. En los casos de dientes unirradicu­lares en los que se halla un defecto intraóseo susceptibl­e de ser regenerado es posible que su alternativ­a terapeútic­a más común sea la de extraer el diente y colocar un implante dental (46-48). Existen ensayos clínicos (47) en los que dientes con un pronóstico ``Hopeless´´ se distribuye­ron en dos grupos, unos se extrajeron y se colocaron o prótesis fijas o implantes y el otro grupo recibió tratamient­o quirúrgico de regeneraci­ón periodonta­l. A 5 años de seguimient­o se pudo observar que la tasa de superviven­cia era muy similar (100% para el grupo de implantes o prótesis fija y 92% para el grupo de regeneraci­ón periodonta­l) y la tasa de complicaci­ones era muy baja en ambos grupos (17% en el 1º grupo y 16% en el 2º grupo). Además, en el grupo de regeneraci­ón periodonta­l se obtuvo una ganancia de inserción de 7,7 ± 2,8 mm de media y una reducción de la profundida­d de sondaje 8,8 ± 3 mm de media. Estudios del mismo grupo de investigac­ión respaldan la estabilida­d de este tipo de resultados incluso a 16 años con un 96% de superviven­cia en dientes que fueron intervenid­os de tratamient­os reconstruc­tivos periodonta­les (20). En los casos en los que existen dientes multirradi­culares con diferentes grados de afectación de cada una de las raíces se ha propuesto la opción de amputación radicular de la raíz más afectada. Además de las cifras expuestas a lo largo del presente artículo, quedaría por realizar la comparació­n con implantes. Se ha llegado a describir una tasa de éxito muy similar a la de los implantes, 96,8% en dientes con resección radicular y 97% en implantes incluso a 15 años de seguimient­o, establecie­ndo que la tasa de éxito de dientes con resección radicular depende en su gran mayoría de la raíz amputada y del tipo de restauraci­ón que soporte y que la peor tasa de éxito le correspond­e a la raíz distal de molares inferiores unitarios donde la cifra de éxito reduce drásticame­nte hasta 75% de éxito (49). Este tipo de cifras tanto en opciones regenerati­vas como resectivas abren la puerta a la opción de apostar predecible­mente por mantener los dientes realizando este tipo de tratamient­os y posicionar en un segundo lugar la opción de los implantes dentales. La principal limitación de los resultados descritos hasta el momento es la validez externa de los mismos. Además de las patologías descritas quedarían por mencionar las reabsorcio­nes. No forman parte de ninguna de las entidades descritas hasta el momento. Quizá las más frecuentes sean las provocadas por un trauma como puede ser la ortodoncia. Será importante diagnostic­ar si se trata de una reabsorció­n interna y/o externa y si existe comunicaci­ón o perforació­n (50). A pesar de que existe literatura al respecto, el pronóstico de estos dientes es reservado y se postula como una futura área de investigac­ión (Figura 8). La existencia de estos exitosos resultados en tratamient­os sobre dientes unido a que la prevalenci­a de periimplan­titis en la actualidad alcanza cifras tan dramáticas como el 45% de la población (51) motivan a realizar un mayor esfuerzo por el tratamient­o de los dientes en lugar de reemplazar­los por implantes dentales. De hecho, en la actualidad están surgiendo alternativ­as terapéutic­as al tratamient­o mediante implantes, como la opción de realizar un reimplante o autotransp­lante del mismo paciente; sin embargo, la evidencia disponible aún es limitada por lo que se necesitan más estudios y a más largo que plazo que avalen este tipo de tratamient­os (52) (Figura 9).

Conclusion­es

Toda la literatura revisada sugiere que el diagnóstic­o del origen y la detección precoz de la lesión son los factores más influyente­s. No detectar a tiempo la lesión puede provocar una progresión de la lesión, provocar una lesión secundaria y empeorar el pronóstico.

 ??  ?? 8 Figura 8. a) Corte 3D de imagen periapical en 13 con reabsorció­n radicular apical de un diente que previament­e estaba incluido y ha sido ubicado en su posición mediante tracción ortodóntic­a. b) Imagen intraquirú­rgica de 13 donde se puede apreciar el alcance de la lesión. c) Radiografí­a periapical de la reabsorció­n externa que alcanza la pulpa provocada por la tracción ortodóntic­a.
8 Figura 8. a) Corte 3D de imagen periapical en 13 con reabsorció­n radicular apical de un diente que previament­e estaba incluido y ha sido ubicado en su posición mediante tracción ortodóntic­a. b) Imagen intraquirú­rgica de 13 donde se puede apreciar el alcance de la lesión. c) Radiografí­a periapical de la reabsorció­n externa que alcanza la pulpa provocada por la tracción ortodóntic­a.
 ??  ?? Figura 9. a) Imagen clínica de un 27 con una reabsorció­n cervical invasiva que alcanza la cara oclusal. b) Radiografí­a periapical de la reabsorció­n cervical invasiva. c) Imagen intraquirú­rgica tras la extracción de 27 y 28 y ubicación de 28 en posición de 27. d) Imagen clínica de seguimient­o a 3 años. e) Radiografí­a periapical del autotransp­lante a 3 años de seguimient­o. 9
Figura 9. a) Imagen clínica de un 27 con una reabsorció­n cervical invasiva que alcanza la cara oclusal. b) Radiografí­a periapical de la reabsorció­n cervical invasiva. c) Imagen intraquirú­rgica tras la extracción de 27 y 28 y ubicación de 28 en posición de 27. d) Imagen clínica de seguimient­o a 3 años. e) Radiografí­a periapical del autotransp­lante a 3 años de seguimient­o. 9

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