Google mejorará la transparencia en los casos de acosos sexuales
Google anunció ayer varios cambios en la manera en que la empresa lidia con los posibles casos de acoso sexual, una semana después de que miles de sus empleados en todo el mundo organizasen una acción coordinada de protesta sobre esta cuestión. En una carta dirigida a sus trabajadores, el consejero delegado de Google, Sundar Pichai, explicó que tras escuchar y haberse “emocionado” con las historias de los empleados, los ejecutivos de la compañía han “visto clara la necesidad de hacer algunos cambios”. La empresa con sede en Mountain View (California) se comprometió a ser más transparente en la gestión de los posibles casos de acoso sexual en el trabajo, a ofrecer más apoyo a las víctimas y a “redoblar” sus esfuerzos para ser una compañía representativa, equitativa y respetuosa. Entre las medidas concretas está una petición directa de los organizadores de las protestas para terminar con la práctica del arbitraje forzoso, en la que cada parte defiende su posición ante un tercero como método de resolución de disputas en casos de acoso sexual o discriminación. Ahora, el arbitraje en la resolución de este tipo de conflictos será “opcional”. ro la mayoría se reconocen “poco activos” en la causa y sólo un exiguo 1,2% milita en alguna organización adscrita al movimiento.
Aunque predominan los que conciben el feminismo como un movimiento “ni de izquierdas ni de derechas”, cerca del 40% lo identifica con la izquierda y sólo un 1,2% con la derecha. Esto se percibe también en la adscripción política de los que se presentan como feministas: suponen el 74,1 de los votantes de Podemos, un 56,7% de los del PSOE, frente al 38,1% de Cs y el 37,6% del PP.
Resalta también que la gran mayoría de los encuestados aboga por cambios legislativos que avancen en la igualdad. Fijar por ley la igualdad salarial entre hombres y mujeres es la medida más apoyada, seguida de la formación de género para los jueces y la equiparación de los permisos de maternidad y paternidad, todos ellos con más del 80% de apoyos.
Por contra, el uso del lenguaje inclusivo es lo que encuentra menos partidarios, sólo un 41,5%, aunque recibe un apoyo mayoritario entre los jóvenes de entre 18 a 24 años y de cerca de la mitad de los mayores de 55.