El Dia de Cordoba

LA BANCA SIEMPRE GANA

-

HA sido tan estruendos­o el fallo del Tribunal Supremo y tan caótica su gestión del impuesto hipotecari­o que casi nos hace olvidar los impagables servicios de la Justicia española a la democracia. Ha sido tan burda su entrega al poder financiero que casi sepulta la evidencia de que el propio Supremo, la Audiencia Nacional y los jueces ordinarios llevan décadas metiendo en la cárcel a delincuent­es poderosos de distinto pelaje (políticos corruptos, narcos, banqueros, criminales de Estado, famosos in- fluyentes). Con todas sus carencias y meteduras de pata, la Justicia funciona y es un freno a la impunidad de los fuertes.

El espectácul­o del TS en estas tres semanas de vaivenes desconcert­antes es impresenta­ble, de acuerdo, pero quizás palidece ante el que han dado los políticos a su costa. Como ese Quim Torra montando una comparecen­cia urgente en el Parlamento catalán para proclamar el absoluto desprestig­io de la Justicia española en vísperas de enjuiciar a sus compinches, ese Pablo Iglesias llamando a rodear la sede del Tribunal Supremo para presionar a los togados enemigos del pueblo o ese Pedro Sánchez que sale al fin de la cueva informativ­a en la que vive para exigir autocrític­a a los magistrado­s y anunciar un decreto inmediato para revertir la injusticia.

¿Qué injusticia? Hombre, pues eso de que el impuesto de las hipotecas lo pague el hipotecado y no el banco prestamist­a. Resulta que con esa injusticia ha convivido tan ricamente el PSOE durante veinte años y nunca ha propuesto que sea el banco el que lo pague. Y cuando ha impulsado cambios en alguna autonomía ha sido para subirle el gravamen al cliente. Podemos es más joven, claro, pero también ha subido el impuesto allí donde ha podido. Lo que están haciendo ahora es pura demagogia, oportunism­o y postureo.

Vayamos a la sustancia. La experienci­a histórica –y seguro que cualquier lector tendrá vivencias inolvidabl­es al respecto– sugiere que si los bancos, por decreto, se hacen cargo del impuesto de las hipotecas, acabarán endosándos­elo a sus clientes, bien encarecien­do los préstamos, bien engordando las comisiones. Vamos, lo de toda la vida. Sánchez peca de ingenuidad o mala fe cuando dice que eso no va a pasar por la competenci­a que hay entre las entidades financiera­s y por la responsabi­lidad de éstas, a la que apela. Obvia una de las pocas certezas que aprendimos ya desde jóvenes: en España la Banca siempre gana.

El fallo del Supremo sobre el impuesto hipotecari­o casi nos hace olvidar que lleva años encarcelan­do poderosos

 ?? JOSÉ AGUILAR ?? jaguilar@grupojoly.com
JOSÉ AGUILAR jaguilar@grupojoly.com

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain