Pateras para escapar de la represión
El último aluvión de pateras con marroquíes a bordo se remonta a los tiempos previos a la gran crisis. El fenómeno no es novedoso, pero sí ha reverdecido en los últimos meses como consencuencia de las circunstancias políticas y económicas en las que está inmerso Marruecos.
Son sobre todo las ya enormes –y endémicas– bolsas de desem- pleo las que obligan a los más jóvenes a buscar un futuro profesional más allá de sus fronteras. Lo advierte Si Salua El Omari, natural de Alhucemas, en el Rif. Vive en Almería, donde dirige la Asociación Sociocultural rifeñoandaluza, volcada en poner voz a las víctimas de la conculcación de los derechos humanos en su región. Para El Omari, el aspecto económico es también producto de la gestión del régimen político marroquí, que afecta a los estra- tos económicos y productivos. “Sin capacidad de formarse y sin futuro laboral, la huida a España y Europa se convierte en la principal salida para una vida”, dice.
Pero son ahora cuestiones políticas las que empujan a buena parte de la población más joven a arriesgar sus vidas en las pateras para cruzar el Estrecho. Hay dos puntos de inflexión: las primaveras árabes, que El Omari llama “primaveras africanas”, y la muerte del pescador rifeño que provocó una oleada de protestas seguida de una brutal represión.
“La mayoría de los jóvenes que hace unos años estaban en sus barrios jugando o bicheando en sus teléfonos móviles están encarcelados. El resto, está con miedo en sus casas, pues sigue habiendo detenciones”, explica El Omari para referirse a una situación que califica “sin parangón”. “Sin un futuro posible, la población emigra a Tánger o a Rabat o sale en patera”, explica.