Un reguero de cadáveres en el Estrecho
El naufragio de una patera en Caños de Meca deja ya 11 muertos y varios desaparecidos Pasaron 25 horas en un mar embravecido
La tragedia del naufragio de la patera que chocó contra los arrecifes de la playa de La Laja en los Caños de Meca, en Cádiz, continúa agrandándose. En la mañana de ayer aparecieron tres nuevos cadáveres que, sumados a los ocho localizados hasta la fecha, dejan la negra estadística en 11 personas fallecidas y al menos nueve desaparecidos que la Guardia Civil busca mediante un amplio dispositivo que sigue activo.
Como el mar siempre paga sus deudas, las olas dejaron a primeras horas su particular y trágico tributo sobre la arena de la playa. Justo bajo el restaurante El Caña, el vigilante de un aparcamiento situado en la avenida de Trafalgar, que recorre este núcleo de población costero, divisó otro cuerpo emergiendo entre las olas. Rápidamente agentes de la Benemérita se introdujeron en el agua y lo arrastraron hasta la orilla, donde lo cubrieron con una manta térmica de color dorado. Este cadáver, el noveno hasta ese momento, presentaba un fuerte golpe en el cráneo que posiblemente le provocara la muerte o la inconsciencia, dejándolo a merced del océano.
Justo cuando los operarios de la empresa funeraria realizaban las tareas previas al traslado del fallecido, después de que la autoridad judicial permitiera el levantamiento del cadáver, en la orilla se divisó un segundo cuer- po. En este caso ni siquiera hubo que sacarlo del agua, sino que simplemente las olas lo depositaron sobre la arena. Agentes y periodistas presentes corrieron hacia la zona comprobando que se trataba de un varón muy joven, de menos de 20 años. Además dos submarinistas del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) se lanzaron al agua desde la lancha neumática en la que patrullaban a lo largo de la playa para agarrar el cuerpo ya blanquecino y evitar que las olas se lo tragaran en uno de sus furiosos embates contra la playa barbateña.
Era la décima víctima del naufragio. Aunque no sería la última. Pasadas las doce del mediodía el Servicio Marítimo de la Guardia Civil avisó que había encontrado otro cuerpo f lotando en el mar, que en esta ocasión fue trasladado hasta el puerto de Barbate. Era la undécima víctima.
Entretanto, el juez ordenó ayer el ingreso en prisión de los dos marroquíes de 32 y 21 años detenidos como responsables de la patera. La Policía identificó a estos dos responsables de la patera en Algeciras entre los 22 supervivientes de este naufragio que fueron encontrados ateridos de frío en la playa de Caños de Meca, entre los que había once menores de edad.
Tras recibir atención humanitaria de Cruz Roja, fueron conducidos a la comisaría de Algeciras para iniciar los trámites policiales correspondientes a la legisla- ción en materia de extranjería y emprender las diligencias de su expulsión a Marruecos.
Los agentes iniciaron paralelamente una investigación para determinar las circunstancias de la travesía y el naufragio, y poco a poco, “a pesar de la resistencia inicial de los migrantes a colaborar”, los agentes lograron identificar entre ellos al piloto principal y al organizador del viaje en Marruecos, que además ejercía las funciones de segundo piloto, según explicó la Policía.
Los inmigrantes relataron que pagaron 1.500 euros por el cruce del Estrecho y que el piloto les obligó, una vez recibido el pago de cada uno de ellos, a subir en una sola embarcación aún sabiendo que el peso era excesivo. Ante la falta de espacio, “se vieron obligados a sentarse unos encima de otros e ir turnándose entre ellos”, según la Policía.
Aunque cuando partieron de la costa marroquí las condiciones climatológicas eran buenas, a mitad de trayecto el estado de la mar empeoró. El fuerte oleaje les obligó a tener que achicar constantemente el agua que entraba en la barca, a pesar del hacinamiento. Sólo la mitad del pasaje llevaba chaleco salvavidas y muchos de ellos no sabían nadar. En esas condiciones, y con el tiempo empeorando, estuvieron más de 25 horas en alta mar. Hasta que a unos 150 metros de la playa de Caños de Meca, sobre las cuatro de la madrugada del pasado lunes, la patera chocó con unas rocas y su fondo se desgajó. Todos cayeron al mar.
Los detenidos fueron puestos a disposición del juzgado de Barbate que instruye el caso y que ha decretado su ingreso en prisión, como presuntos autores de un homicidio por cada una de las muertes y de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.
Sólo la mitad de los ocupantes de la patera tenía chaleco salvavidas