México rechaza los límites de EEUU al asilo
La caravana de migrantes retoma su marcha hacia Estados Unidos dividida en dos grupos
El Gobierno de México afirmó el sábado que no ha “aceptado de manera verbal o escrita” ningún acuerdo sobre cooperación en materia de solicitudes de asilo o refugio después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, endureciera este trámite.
En un comunicado, la Secretaría (ministerio) de Relaciones Exteriores (SRE) enfatizó que la política migratoria del país latinoamericano “es definida de ma- nera soberana” y se basa en sus propios intereses.
Trump firmó el jueves una orden presidencial que limita las opciones de los solicitantes de asilo en la frontera con México e impide que esta protección sea concedida a quienes acceden a su país de forma irregular.
Según la proclamación presidencial, que coincide con el paso de la multitudinaria caravana de centroamericanos por México rumbo a EEUU, la limitación estará en vigor durante al menos 90 días, que podrán ser ampliados, o hasta que se firme un acuerdo con México que permita deportar directamente al país vecino a los inmigrantes que cruzan ilegalmente.
La SRE defendió que se necesita hacer frente al fenómeno migratorio “desde una perspectiva de responsabilidad compartida”.
Y así, continuar los esfuerzos que han hecho conjuntamente EEUU y los países del Triángulo Norte de Centroamérica (Honduras, Guatemala y El Salvador) en el marco de las conferencias sobre prosperidad y seguridad en Centroamérica.
“La caravana migrante proveniente de Centroamérica es un fenómeno humanitario inédito que requiere del trabajo conjunto de todos los países de la región para responder a ella de manera integral y con una perspectiva de derechos humanos”, resaltó la SRE.
La caravana de migrantes centroamericanos retomó el sábado su marcha.
A pesar de que utilizaron para agruparse su parada en Ciudad de México, donde fueron llegando desde el pasado domingo, los integrantes de esta masiva movilización, que suma en total unas 5.000 personas, volvieron a separarse en su camino hacia EEUU.
El grupo más grande de la caravana, formado por unas 4.000 personas, abandonó ayer las instalaciones del centro deportivo Magdalena Mixhuca, ubicado en el este de la capital, y volvió a ponerse en marcha rumbo a Querétaro, capital del estado homónimo.
El mismo paso lo dio el viernes un grupo más reducido de migrantes, quienes la noche del sábado durmieron en Querétaro y ayer decidieron continuar hasta Guadalajara, capital del Estado de Jalisco.