La salida de Marchena sitúa a Martínez Arrieta al frente del juicio a los líderes del ‘procés’
El tribunal del 1-O tendrá un carácter menos conservador que el inicialmente previsto
Con 20 años a sus espaldas como juez de la Sala de lo Penal del Supremo, el discreto Andrés Martínez Arrieta acaparará próximamente los focos al apuntar casi con toda probabilidad a la presidencia del juicio del procés, en sustitución de Manuel Marchena, candidato de Gobierno y de PP a presidir el CGPJ.
La previsible salida de Marche- na no sólo ha hecho que Martínez Arrieta apunte a ocupar su puesto en la presidencia del tribunal del 1-O, sino que también abre la puerta a que entre una séptima integrante, la progresista Susana Polo, configurando así un tribunal aparentemente menos conservador que el inicialmente previsto.
Los que conocen a Martínez Arrieta (Logroño, 1955) lo definen como un juez de carácter discreto y prudente, de trato amable en lo cercano y bastante correcto.
Destacan el prestigio y el sentido de la responsabilidad de un magistrado que se convirtió hace ya varias décadas en el vocal más joven del CGPJ.
Antes fue juez de primera instancia de Instrucción de Azkoitia (Guipúzcoa) y también pasó por la localidad de Móstoles, el Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid y la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Madrid.
En 1998 se convirtió en el miembro más joven de la Sala de lo Penal del Supremo, con 43 años.
Desde entonces ha llevado temas de gran relevancia como la ponencia de la sentencia que mantuvo la inhabilitación para el dirigente abertzale Arnaldo Otegi hasta 2021, tal y como dictaminó la Audiencia Nacional, por intentar reconstruir la ilegalizada Batasuna.
Como juez de instrucción de Madrid, en los 80, instruyó el famoso sumario por la desaparición de Santiago Corella, El Nani, un delincuente común detenido el 13 de noviembre de 1983 por funcionarios de la Policía Judicial de Madrid y posteriormente desaparecido.