LA PALABRA se hizo arte
El Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga acoge La vida es como un viento, una exposición de José María Báez que reúne casi 150 piezas del artista que buscan una triple raíz estética, filosófica y pragmática al convertir el espacio expositivo en una gran instalación en la que transforma los muros en parte viva de su experiencia. En la muestra se observa la presencia de lo literario y lo narrativo mediante la utilización de citas poéticas que incorpora a sus pinturas mediante caracteres romanos y renacentistas. Báez realiza una reflexión conceptual y pictórica apoyándose en fuentes literarias, libretos musicales y en el apropiacionismo de obras y artistas admirados.
“Siempre procuré que las citas tuvieran capacidad de evocación, sin llegar a ser descriptivas. Que no fueran excesivamente explícitas ni convencionales, que tuvieran capacidad metafórica y referenciaran, con frecuencia, la propia especificidad de la pintura”, explicó Báez en la presentación. Para el artista, no solo el arte contemporáneo necesita una revisión, sino también el clásico, y es que, “el arte siempre es un documento de nuestro tiempo”. En este sentido, añadió que “en la selec- ción de los textos intentaba eludir lo descriptivo y explícito y potenciar que tuvieran capacidad metafórica y algún voltaje de misterio”.Para el director del CAC y comisario de la exposición, Fernando Francés, “Báez ha conseguido materializar una instalación sobre la importancia de la palabra escrita. El color, las diferentes tipografías y los formatos, tienen un papel determinante junto al montaje expositivo. Las palabras se han apropiado del espacio en un juego de significados, idiomas, versos que irán guiando la mirada del espectador”.
La obra de José María Báez (Jerez de la Frontera,1949 y residente en Córdoba desde los años 60) se encuadra dentro de la corriente característica de la década de los 80 relacionada con la pintura figurativa expresionista, a la que se unieron otros jóvenes artistas andaluces. Fue a partir de mediados de los 80 cuando introdujo sus grafías de diseño clásico y que son una constante en su obra hasta 2009. Entonces se hizo frecuente el empleo de formatos más reducidos en altura, pero más alargados: la línea de escritura impone la forma y aporta un significado no explícito pero cargado de sentido.
La importancia de estos trabajos en la obra de Báez está relacionada con su trayectoria anterior, ya que inició su carrera como poeta. La escritura y la línea se asocian, por tanto, con uno de los periodos más importantes de su carrera. Ya en los 80 se podía apreciar una ausencia de color y un tono más bien apagado en sus citas, relacionados con la muerte y el sida, enfermedad que hizo mella en algunos de sus amigos y que implicó también cuestiones relacionadas con la exclusión y discriminación social.
Siempre procuré que las citas tuvieran capacidad de evocación sin llegar a ser descriptivas”