‘Mini-Merkel’, una apuesta por la renovación dentro de la continuidad
La sucesora de Merkel al frente de la CDU llega al cargo para defender lo que ella llama las tres raíces del partido –la conservadora, la socialcristiana y la liberal– sin abandonar el centro. Su elección es una apuesta por la renovación dentro de la continuidad. Cuando AKK, como se le conoce por sus iniciales, se convirtió en secretaria general de la agrupación en febrero pasado, elegida por un congreso extraordinario a propuesta de Merkel, algunos medios la presentaron como la “princesa heredera”. Ella respondió que nunca le ha gustado el papel de princesa, ni siquiera en carnavales, lo que era una forma de mostrar independencia frente a su mentora. Merkel, por su parte, evitó apoyarla abiertamente durante la carrera por la sucesión, pero era un secreto a voces que era su candidata. Su rechazo abierto al matrimonio homosexual la emparenta con los conservadores, pero sus convicciones en política económica y social, como su defensa del salario mínimo interprofesional la pasada legislatura o de las cuotas de mujeres para fomentar la igualdad en las empresas, le distancian de ellos. AKK, a quien se ha llegado a denominar mini-Merkel, nació en Völklingen, en el Sarre (oeste de Alemania), hace 55 años. Católica practicante, está casada desde hace 33 años con el ingeniero Helmut Karrenbauer, y es madre de tres hijos, ya adultos.
La fortaleza de la CDU es de gran relevancia para Alemania y para el conjunto de Europa”