El Dia de Cordoba

El Gobierno de Sánchez irrumpe en la negociació­n entre PP y CS

● En un gesto insólito pide a los dos partidos que eviten que Andalucía se convierta en la “cuna de la ultraderec­ha” ● Las negociacio­nes entre populares y naranjas avanzan

- Carlos Rocha

Las negociacio­nes para armar el primer Gobierno no socialista de Andalucía ya están en marcha. Son conversaci­ones preliminar­es y se llevan a cabo en Madrid, algo impensable hasta ahora. La lista más votada, la que encabeza Susana Díaz por el PSOE, está fuera de juego, pero en el centrodere­cha tienen prisa porque cuentan con menos de tres semanas para hilvanar un acuerdo que permita a PP y Ciudadanos sacar a los socialista­s de San Telmo gracias a la ayuda de los 12 escaños de Vox.

La misma noche electoral Juan Marín y Juanma Moreno hablaron por teléfono para concretar lo que venían rumiando toda la campaña, con ofrecimien­tos en público incluidos. Si sumaban, habría acuerdo. Lo habrá, aunque en los primeros días de resaca poselector­al los candidatos de PP y Ciudadanos se empeñaron en dejar claro que ninguno de los dos tenía pensado ser vicepresid­ente del otro.

Después de subir el tono a principios de esta semana, Marín y Moreno han despejado su agenda para dejar que sean otros quienes pisen el acelerador de unas negociacio­nes que tienen una fecha marcada en el calendario: la del 27 de diciembre, día de la sesión constituti­va del Parlamento de Andalucía en la XI Legislatur­a. Mientras los candidatos aprovechan el puente de la Inmaculada para tomarse unos días de asueto, en Madrid son Teodoro García Egea y José Manuel Villegas quienes esbozan el acuerdo andaluz. Los secretario­s generales de PP y Ciudadanos, respectiva­mente, se vieron el miércoles, después de la reunión de la dirección naranja y antes de los fastos por el 40 aniversari­o de la Constituci­ón de 1978.

Por el momento no hay equipo negociador en Andalucía y existe la posibilida­d de que tenga un papel meramente testimonia­l si el acuerdo llega con la celeridad que llevan por ahora las negociacio­nes. Las prisas responden al interés que tienen PP y Cs por ejercer su mayoría –de la mano de Vox– en la elección del presidente del Parlamento y los miembros de la Mesa de la Cámara, el órgano que controla el funcionami­ento del legislativ­o andaluz.

Los populares son veteranos y en Ciudadanos han sido testigos privilegia­dos –cuando no cómpli- ces– del control que el PSOE ha hecho de la Mesa en los últimos tres años y medio pese a no disfrutar de la mayoría absoluta. Si Juan Pablo Durán, en connivenci­a con Díaz, ha marcado los tiempos parlamenta­rios ha sido gracias al desacuerdo de la oposición, que, en abril de 2015, no fue capaz de imponer su mayoría para quitarle al PSOE el control de la Mesa de la Cámara.

Eso es lo que quieren evitar populares y naranjas, consciente­s de que sus 47 escaños son tres menos que los 50 que suman PSOE y Adelante Andalucía. Ahí radica la importanci­a de Vox. PP y Ciudadanos no sólo deben llegar a un acuerdo entre ellos, algo fácil si se miran sus programas electorale­s y se atiende a la buena sintonía entre los candidatos. También deben atraerse a los 12 diputados del partido de Santiago Abascal, antes de ese 27 de diciembre que marcará el funcionami­ento de la legislatur­a. Vox ha hecho ya peticiones como cerrar Canal Sur y cambiar el Estatuto, pero Moreno y Marín no tendrán que llegar tan lejos para ganarse el apoyo de Francisco Serrano.

La lógica dice que finalmente será el líder popular quién se siente en el sillón de San Telmo, lo que hace a los naranjas ganar enteros para quedarse con la jefatura del antiguo hospital de las Cinco Llagas. Hay quien ya mira incluso a la almeriense Marta Bosquet o al onubense Julio Díaz, que ya presidió la comisión de investigac­ión sobre los cursos de formación en la extinta legislatur­a. En las filas populares hay también diputados experiment­ados que encajarían perfectame­nte en este papel de árbitro parlamenta­rio. El nombre de Esperanza Oña destaca entre todos, pues ha sido vicepresid­enta de la Cámara en los últimos años y tiene tablas para manejar el legislativ­o.

El elegido será quien decida una fecha crucial en la conformaci­ón del futuro Gobierno de la Junta. Es el presidente del Parla-

mento quien fija la fecha para el debate de investidur­a después de consultar con los líderes de los grupos y dilucidar quién puede tener los apoyos suficiente­s para llegar a San Telmo. En la historia del autonomism­o andaluz ha habido nueve jefes de la Cámara, ocho de ellos socialista­s. De media, tardan 14,5 días en colocar el Pleno de investidur­a desde la conformaci­ón del Parlamento.

Al final de todos los procesos de investidur­a acabó gobernando el PSOE, pero el tiempo que los presidente­s de la Cámara se toman para fijar la fecha varía desde los 23 días de la I Legislatur­a a los siete de la II y la III. Los socialista­s tenían la mayoría absoluta en los tres casos. En la IV Legislatur­a, la de la pinza de Javier Arenas y Luis Carlos Rejón, el izquierdis­ta Diego Valderas se tomó dos semanas para colocar el debate de investidur­a. Después el PSOE sólo logró la mayoría absoluta una vez, en 2008, y entonces Fuensanta Coves se tomó 13 días para fijar el Pleno. El resto de presidente­s se tomaron más tiempo, aunque el reglamento de la Cámara establece que deben proponer a un candidato –y una fecha– en menos de 15 días desde la sesión constituti­va.

El día elegido para la primera votación es importante per se, pero también porque marca la

Los 12 votos de Vox serán decisivos en la elección del presidente de la Cámara

cuenta atrás para una hipotética repetición de las elecciones en caso de que los partidos no lleguen a un acuerdo. No parece que vaya a ser el caso en esta XI Legislatur­a, ya que PP y Cs controlará­n la Mesa de la Cámara salvo que sus negociacio­nes salten por los aires. Por el momento, según reveló ayer Andrea Levy, vicesecret­aria de Estudios y Programas del PP, avanzan las conversaci­ones con su “socio prioritari­o”, en referencia a Ciudadanos.

Según Levy, los contactos se multiplica­rán a partir de la semana que viene, pero ayer fue la secretaria general del PP andaluz, Dolores López quien dio más detalles. Aseguró la número dos de Juanma Moreno que en las conversaci­ones con los naranjas no habrá “una lista de nombres ni de cargos”, sino que se centrarán en las “propuestas”, entre las que destacó la bajada de impuestos, la eliminació­n del tributo a las Sucesiones y mejoras en el sector sanitario. “Espero que Ciudadanos tenga la mejor de las disposicio­nes”, dijo López antes de recordar que su partido logró 90.000 votos y cinco escaños más que la formación naranja.

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RAUL CARO/ EFE Juanma Moreno y Juan Marín charlan en el patio del Parlamento.
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