En el Londres surrealista
1 lar para crear efectos de halos). Sus retratos de torsos femeninos dialogan en la Fundación Miró con la reconstrucción actual de una escultura de Ray de 1929, Object of destruction, un metrónomo invertido con el ojo de Miller marcando el tiempo. Poco después, en 1932, dirá: “Preferiría hacer una fotografía que serlo”. Para entonces ya tiene voz propia entre los surrealistas
2 británicos que visitan París como Paul Nash, pintor de paisajes desérticos y desconcertantes con ecos de Tanguy o De Chirico.
Las dificultades políticas avanzan en la Europa continental de entreguerras y Londres se convierte en destino de artistas. Allí se inaugura la Primera Exposición Surrealista Internacional en junio de 1936 con un Dalí que casi se as- fixia al pronunciar la conferencia inaugural vestido con un traje de escafandra. Miller no pisó la muestra pero estuvo presente a través del cuadro de Man Ray Les amoreux, un paisaje irreal sobre el que se ciernen sus labios.
Tras unos años nómadas en los que abre estudio en Nueva York (1932) y se casa con un empresario y aristócrata egipcio por el que
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3. se muda a El Cairo, Miller regresó a París en 1937, donde conoció a Roland Penrose y aceptó su invitación a un “retiro surrealista” en la casa de su hermano en Cornualles. Sus fotografías recogen un tiempo de la amistad que marcará de por vida a los asistentes: Max Ernst y Leonora Carrington entregados a su amor, Paul Éluard y su mujer Nusch, Eileen Agar, Man Ray, E. L. T. Mesens … La mayoría se reencontrará en Mougins (Francia), en la casa de Picasso y Dora Maar.
En noviembre de 1937 Penrose y Mesens organizan en Londres la exposición Surreal Objects and Poems en la London Gallery, que ambos habían fundado. Miller no pudo estar presente pero dio a Penrose las instrucciones para que montara la escultura Le Baiser con una pulsera de dientes y la mano de un maniquí. Su reconstrucción deslumbra en Barcelona junto a obras de Magritte, Agar y Penrose.
Cuando en 1938 Mesens asume la dirección de la London Gallery comienza a publicar el London Bulletin, una revista donde surrealistas europeos como Joan Miró y la propia Miller defendieron ideas progresistas en el contexto de las crecientes tensiones. Debido al avance de los conflictos, en junio de 1939 Miller se instala con Penrose en Londres. Los surrealistas ingleses se reunían mensualmente en The Barcelona, un restaurante del Soho, y allí organizaron su última exposición una semana después de la evacuación de las tropas aliadas de Dunkerque (junio de 1940). Se llamó Surrealism Today y es muy importante porque Miller incluyó, junto a fotografías de sus viajes por Rumanía, Egipto y Libia a finales de los años 30, sus imágenes de la antigua granja que Ernst y Carrington decoraron en el sur de Francia a la manera surrealista,
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