Sin respuesta a la presión rival
● En uno de los peores partidos del curso, Piovaccari rescata un punto
El Córdoba cerró ayer la primera vuelta de la temporada con sensaciones muy negativas. El equipo de Curro Torres empató un duelo que pudo y quizás debió perder, si se atiende al mayor número de ocasiones del rival y al hecho de que el Rayo Majadahonda acabó con superioridad numérica por la expulsión de Aythami. Pero más allá del resultado, lo más negativo para el Córdoba es la imagen mostrada, que fue la de un equipo impreciso, nervioso e incapaz de sobreponerse al buen planteamiento de su adversario.
Con tres centrales y dos carrileros muy profundos, el Rayo Majadahonda ahogó al Córdoba en los costados y le apretó en la medular para obligarlo a dar pelotazo tras pelotazo. El buen trabajo de los madrileños, al margen de darle ventaja al descanso, provocó una infinidad de pérdidas en un cuadro local incapaz de sobreponerse a la buena colocación de su enemigo.
En el descanso, Curro Torres tuvo tiempo de corregir conceptos, pero la puesta en escena de su equipo fue incluso peor. El paso de los minutos añadió imprecisión y nervios al mal juego de la primera parte y terminó por desdibujar a un equipo que no supo cómo atacar a su adversario. El tanto de Piovaccari, en una jugada aislada, dio un premio que quizás el Córdoba no mereció.