El Dia de Cordoba

“El ambiente del concurso de Carnaval ha cambiado a peor”

- M. Muñoz Fossati

–¿Por qué empezar una nueva etapa en pleno gran éxito de La cámara de los balones?

–Bueno, es nueva a medias, porque volvemos a Canal Sur, donde empezamos. Y la verdad es que me apetecía un cambio de registro. Llevábamos ya casi 20 años haciendo prácticame­nte lo mismo, que era humor sobre fútbol, humor sobre deportes y ahora surgió la oportunida­d de hacer un programa en el que entran más cosas que profesiona­lmente me apetecían.

–Y le pudieron las ganas de cambiar. –Eso, ahora hago entrevista­s, humor por supuesto, pero sobre otras cosas, charla directa con los oyentes. Me llegó sin buscarlo y... dicen los americanos que cada seis o siete años hay que hacer un cambio de chip, refrescar un poco la cabeza y, si se puede, cambiar de trabajo. –¿Tan sufrido es hacer reír?

–Me cansaba, me estresaba mucho más que las tres horas de programa de ahora. Teníamos un programa de 15 minutos, que diariament­e suponía entre cuatro y cinco folios de guiones. Eso medio se llevaba, pero el problema eran las salidas extras, las dos horas de shows en Cádiz, en Huelva... y esos cinco folios se transforma­ban en 20 o 22; por cuatro salidas al mes, te salen 80 folios de humor... Y me pasó factura, mental y físicament­e.

–Y ahora le hemos visto hasta de conductor de programas en Navidad.

–Sí, también era una cosa que me apetecía. En la Ser estábamos muy bien, no tengo ninguna queja, me han tratado de maravilla. Pero la verdad es que la vuelta me suponía más retos, como el de hacer más tele, colaborar con cosas de

A mi mujer le gustaría vivir el Carnaval un año conmigo, pero no me veo... en todo caso, con una callejera”

Carnaval en televisión, que hacía mucho que no hacía... –Y ya más relajado, ¿por qué no volver al Carnaval? –Pues mira, no vuelvo por una razón: porque estando en Sevilla ya se sabe el problema de los ensayos. Los últimos años que lo hice tenía que ensayar los viernes, sábados y domingos. Ahora ya no podría ni los viernes... cinco o seis meses sin un fin de semana libre...

–¡Y con dos gemelos...! –Tengo dos niños chicos de dos años y medio... Pero, mira, por otro lado, mi mujer no me ha conocido durante mi etapa carnavaler­a, y a ella le gustaría vivir un año conmigo el Carnaval. Yo le he dicho: a mí no me importaría hacer un esfuerzo de cinco meses de ensayos y todo eso, pero para lo que no me veo es para el pos-Carnaval, los contratos... Y la chirigota nuestra tiene el rollo de que siempre quieren que vaya el Yuyu, ... y no me veo todo el año a cantar a Huelva, a Almería...

–¿Entonces se acabaron para siempre las chirigotas del Yuyu?

–Bueno... me apetecería, y no descarto que sea así, no muy tarde, hacer una callejera. Me gustaría, para divertirme en Carnaval, para ensayar con tu grupito más tranquilam­ente, para tirarme solo el resto de la semana de Carnaval, vivirla a tope, y si luego sale alguna cosa puntual fuera de Carnaval, de ir a cantar a tal sitio... pero que nos apetezca. Y además, ahora quedaría todo grabado, no como antes, que se perdían cosas muy buenas de las callejeras. Pero ya meterte en la vorágine de Carnaval, para eso ya estamos mayores.

–No me diga que no echa de menos el Concurso. –Sinceramen­te, yo lo que echo más en falta son los ensayos, los ratos que hemos pasado en los ensayos con la chirigota. Yo siempre he dicho que el concurso no se disfruta, porque cuando estás bien y vas a ganar estás loco porque acabe porque quieres ganar, y cuando es- tás chungo quieres que acabe porque sabes que no has pegado. Es como estar en el Barcelona, el Madrid, ese rollo de “estoy en el glamour máximo”, pero ahí se disfruta poco: en el momento en que das dos pases malos ya te están pitando... Además, el concurso ha cambiado mucho, hay un ambiente muy raro...

–¿Ese cambio en el concurso ha sido a peor?

–Yo lo veo a peor. No sé si nos estaremos haciendo viejos, pero antes venías y veías otra cosa. El público venía de otra manera, ahora hay mucho fanatismo, las redes sociales lo cambian todo, las redes lo despelleja­n a uno... Además, los medios de comunicaci­ón le han dado mucho realce al concurso, pero a la parte que nos toca a nosotros, las chirigotas, la han matado un poquito. Tantas repeticion­es, tantos youtubes, los rulos de la tele, una y otra vez, el mismo pasodoble, el mismo popurrí... No sé cómo se ríen tantas veces con el mismo chiste.

–¿Sus niños son carnavaler­os?

–¿Carnavaler­os? Bueno, por lo menos son del Cádiz. Entre nosotros tenemos un triángulo curioso. Mi mujer es de Jerez, yo de Cádiz y mis niños de Sevilla. Un triángulo más flamenco que carnavaler­o. Pero son carnavaler­os. Ya les he enseñado el pasodoble del Cádiz de Manolito Santander, y me lo piden: “Papá, ponme el amarillo”.

–Hay quien dice que volverá con una chirigota de Sevilla.

–No, no. A ver, sería lo más cómodo. Pero no me veo porque nosotros tenemos nuestro grupo, nuestra gente. Otra cosa sería que me pidieran alguna colaboraci­ón, haciendo algunos cuplecitos como he hecho otras veces. Pero traer una chirigota mía de Sevilla, no.

 ?? JULIO GONZÁLEZ ??
JULIO GONZÁLEZ

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain