Casado justifica que los votos al PP son los únicos que pueden unir a España
Pide el regreso de los simpatizantes que se fueron desencantados a Vox y Ciudadanos
El regreso al mismo puerto al que arribaron hace 30 años ha concluido. Otra cosa es que no quedase claro la travesía de la navegación actual porque todos los tripulantes aseguran que nunca han perdido el rumbo. Así ha sido la singladura del PP en la convención preparada por su líder Pablo Casado para el “rearme ideológico”. De su intervención de clausura se extraen dos conclusiones. Que los que se subieron a otros barcos políticos que les ofrecían más garantías, ahora deben estar arrepentidos de haber abandonado el buque matriz. A los que mantienen su postura una advertencia: “no se puede unir España desuniendo el voto”.
Más que Ciudadanos, la preocupación más urgente ahora mismo es Vox. Hacia ese partido parecían dirigirse todos los mensajes del líder nacional. “Quien es popular entiende que la nueva política ha traído poder a los nuevos partidos, pero no a los españoles y que la fórmula “no es ponerse un disfraz del PP ni versionar un karao- ke con temas populares”. La insistencia en que los populares son los únicos que pueden albergar la “casa común” de la derecha en España se volvió a escuchar con Aznar como testigo en primera fila y también con la presencia de la ex secretaria general Dolores de Cospedal.
También que el partido se identifica con la gente de los balcones y que los votantes lo van a encontrar en las plazas de las ciudades. Y que el PP para recuperar ese espacio electoral perdido, que en su día le permitió conseguir diez millones de votos, no necesita moverse del sitio “sino mantener las raíces de nuestros valores”. Pero la tarea no es fácil. La confianza es que el ejemplo de Andalucía abone el camino y pueda repetirse en otros ayuntamientos y autonomías. Desde los gobiernos se cree más fácil iniciar ese camino de confluencia. Mientras tanto, el PP quiere reivindicar sus ideas y apoyarse en su fortaleza estructural como partido en España y no en- trar en disputas directas ni con Ciudadanos ni tampoco con Vox, según explicaron fuentes de la dirección nacional al término del cónclave en Madrid. Aunque admiten que la operación de unificación será muy compleja e incierta en el tiempo que puede consumir.
Otra de las obsesiones que se han visto reflejadas durante muchas de las intervenciones de los últimos tres días en el Palacio de Ferias de Madrid es que quede claro que en el PP no hay “cobardes”. Casado contabilizo las víctimas de su partido a manos de los terroristas de ETA . La intervención de Casado tuvo dos destinatarios. La llamada para que vuelvan los que se han marchado, aunque habrá que salir “a buscarlos” y a los votantes en general, con el decálogo que aplicará si llega a La Moncloa.
La mayoría de las medidas ya conocidas, como la aplicación inmediata del artículo 155 en Cataluña, sin límite de tiempo, con el control de los medios de comunicación para liberar a una sociedad “secuestrada por una banda de fanáticos racistas y supremacistas” que en su opinión controlan además el Gobierno de España. Aseguró que reformará la ley de indultos para impedir que se concedan por delitos de rebelión y sedición.
Prometió que si alcanza la presidencia hará la “mayor devolución de espacios de libertad que se haya hecho nunca”. Insistió en que liderará una revolución fiscal, que afrontará el drama demográ- fico y respaldará a la familia porque los recursos hay que “ponerlos a favor de la vida”. Sobre la inmigración considera que hay que volver a “las políticas serias” y acusó al presidente Pedro Sánchez de haber sumido a España en la peor crisis migratoria de la última década.
El Brexit y la reclamación de Gibraltar para España. La condena de los gobiernos de Venezuela, Nicaragua y Cuba y sus reproches a Sánchez por “agasajar a dictadores sanguinarios”. O la supresión de los impuestos tecnológicos porque “queremos hablar menos del Valle de los Caídos y competir con Silicon Valley”, también los desmenuzó Casado como sus compromisos si alcanza la Presidencia.
La dirección nacional del PP se marcha muy satisfecha de la convención. Creen que el partido orgánicamente ha encontrado por fin la estabilidad y que se pueden dar por cerradas las heridas tras el congreso hace seis meses. Eso sí, se admite que en ese apartado interno, los populares han vivido en los últimos años una situación que no debe volver a repetirse.
La dirección popular cree que las heridas del pasado congreso pueden darse por cerradas