Una tarea ingente para una experta profesora
“Ejercerá como garante de las políticas sociales y de igualdad, con especial atención a la conciliación laboral y la igualdad de hombres y mujeres en todos los ámbitos”. El escueto mensaje de la Oficina del Portavoz del Gobierno de la Junta de Andalucía no puede contener tanta tarea en menos caracteres como los que caben en un tuit, en concreto 139.
Apenas supera la cincuentena y aun así su experiencia docente busca ya la tercera década de trabajo en la gestión de recursos públicos. La cabeza de lista por Ciudadanos en la provincia de Huelva era una desconocida en las lides políticas hasta comienzos del pasado mes de julio, cuando se confirmó el relevo de quien a partir de aho- ra es el vicepresidente tercero de la Cámara andaluza. Fue una sorpresa para todos, aunque su designación respondía también a estrategias internas. El municipio del que procede, Aljaraque, es uno de los bastiones de la formación naranja en la provincia y, además de su experiencia, eso jugó a su favor; llegó en el momento preciso al lugar adecuado. Por si el más que largo nombre de la Consejería que ocupa a partir de hoy no fuera suficiente desafío, hay que recordar que al menos la primera de sus atribuciones se convirtió en uno de los obstáculos más evidentes a la hora de conseguir los apoyos suficientes para llegar al Gobierno del que forma parte.
Cuando comenzó su carrera electoral, se identificó como una de las víctimas de los recortes en su departamento “que he sufrido durante 28 años” y fue de las primeras voces que apoyaron a su secretario general y hoy vicepresidente de la Junta, cuando aseguró que sus votos no iban a “servir para hacer a Susana Díaz presidenta de la Junta”.
En sus primeras manifes- taciones realizadas tras conocerse su elección recordó su trabajo con colectivos desfavorecidos durante los siete años que ejerció su labor en el colegio Onuba de la barriada del Torrejón en la capital, un centro de formación preferente en una zona educativa especial.
Además de poner en juego toda su ilusión en la nueva etapa que comienza esta mañana, la consejera onubense asegura que “lo único que temo es que no me dé tiempo a hacer todo lo que quiero hacer”. Entre esas tareas también se encuentra un diagnóstico de las necesidades de una provincia que asegura que ha sido “ninguneada, vapuleada e invisibilizada” y en las que incluye la sanidad, protección del patrimonio y unas infraestructuras que promete reivindicar desde su actual cargo.
Por si no fuera suficiente, su presencia en el Ejecutivo andaluz debe servir para poner cara a un proyecto que busca asentarse a cuatro meses vista de la próxima convocatoria electoral.