Un presunto yihadista achaca a sus ‘enemigos’ sus mensajes radicales
Un marroquí acusado de reclutar para el Daesh dice que sus perfiles fueron manipulados en la red
Un acusado de captar adeptos para el Daesh, sobre todo mujeres e hispanohablantes, a través de publicaciones en sus redes sociales, aseguró ayer en el juicio que tiene “muchos enemigos” y que “cualquiera” podría haber creado esos perfiles para perjudicar su reputación.
Haiba El Ansari, de nacionalidad marroquí, que se enfrenta a 6 años de cárcel por un delito de captación terrorista, declaró ayer en el juicio contra él que se ha celebrado en la Audiencia Nacional que “no tiene nada que ver” con las cuentas de redes sociales mediante las que supuestamente se dedicaba a la “captación de terceros para la yihad”.
“Si quisiera hacer la yihad, estaría en mi tierra combatiendo contra los marroquíes, pero llevo 14 años en España porque sólo quiero vivir una vida normal”, sostuvo.
De acuerdo con la Fiscalía, el acusado tenía dos perfiles en Face- book, uno más “radical” y otro “moderado”, mediante los que, “en plena consonancia con la estrategia propagandística del Daesh”, difundía mensajes de adulación de la organización terrorista, elaborados especialmente para tratar de captar mujeres e hispanohablantes.
Por otro lado, en el ordenador de su casa se hallaron imágenes de guerrilleros chechenos, personas con chalecos explosivos listas para inmolarse, de ejecuciones del Daesh de personas vestidas con monos naranjas e incluso de su esposa, que en el juicio se acogió a su derecho a no declarar contra su marido, sujetando un Kalashnikov.
Según el acusado, él no tiene vinculación alguna ni con los mensajes mencionados de las redes sociales ni con los citados vídeos y fotos de sus dispositivos electrónicos, hallados en los registros en los dos domicilios donde había vivido Haiba El Ansari desde 2005, cuando llegó a Canarias.
Sin embargo, esta versión contrasta con la de la ex pareja del hermano de El Ansari, que declaró ayer en calidad de testigo y aseguró que el acusado tenía en su móvil muchos vídeos de Al Qaeda y los enseñaba “sin cortarse”.