El mundo rural reclama soluciones para “no agonizar
Miles de personas, 100.000 según los organizadores, se manifiestan en Madrid contra la despoblación y urgen a la clase política a tomar medidas
Miles de personas, convocadas por La Revuelta de la España Vaciada, en representación de 90 plataformas y 23 provincias, llenaron ayer el centro de Madrid para reivindicar soluciones urgentes para que el medio rural “no agonice”.
La manifestación (50.000 participantes, según la Delegación del Gobierno y 100.000, en cifras de los organizadores) fue eminentemente ciudadana, como querían sus organizadores iniciales Soria ÑYa! y Teruel Existe, y los cinco ministros asistentes (Trabajo, Industria, Agricultura, Transición Ecológica y Sanidad) se mantuvieron a la cola de la marcha.
La movilización se inició en las inmediaciones de la Plaza de Colón, con un minuto de silencio por la España Vaciada y con una estruendosa tamborrada del Bajo Aragón denominada la rompida de la hora, para simbolizar que los territorios despoblados abandonaban el silencio.
Y con simbolismos también concluyó la marcha que con el resonar de los tambores simuló el latido cardíaco “lento y agónico de los pueblos” que queda reanimado con movilizaciones como éstas y música del cantautor aragonés José Antonio Labordeta porque su grito “desgarrado pero también esperanzado resuena en la España rural”.
Bajo una intensa lluvia, los manifestantes recorrieron el tramo entre la Plaza de Colón y Neptuno, colindante con el Congreso, donde el periodista Manuel Campo Vidal y la directora de RNE Paloma Zuriaga leyeron un manifiesto en el que reivindicaron la urgencia de “un gran pacto de Es
tado” por la regeneración de la España vacía.
Tanto Zuriaga, elegida por las plataformas por su origen turolense, como Campo Vidal, muy vinculado a este tema desde el grupo de periodistas rurales al que pertenece, aseguraron que “si se pierde población, se pierden oportunidades y retrocedemos todos como país” y subrayaron que atender la España rural es un asunto de justicia porque “ser menos no resta derechos”.
Precisamente con este lema arrancaba una de las pancartas de la cabecera de la manifestación junto a otras consignas que reivindicaban más inversiones en infraestructuras porque “una España despoblada, es una España arruinada”.
“No importa la lluvia porque queremos reclamar nuestras necesidades”, señalaron do algunos de los manifestantes que llegaron a Madrid en uno de los 300 autobuses f letados para la ocasión, y que también han agradecido la lluvia “para luchar contra la contaminación”.
Reivindican la urgencia de un pacto de Estado por la regeneración de la España vacía