El Dia de Cordoba

Y EN ‘EL HORMIGUERO’, ¿PARA CUÁNDO?

- HELENA ARRIAZA www.locaporlat­ele.com

LO primero que hay que hacer es dar las gracias por la existencia de un programa como Las que faltaban. Resulta triste que a estas alturas haya que agradecer que en televisión haya un programa hecho por mujeres y más si se trata de un género como el humor y su horario de emisión es el late night. Pero ya que todavía resulta algo extraño, no cabe duda de que hay que destacarlo.

El formato capitanead­o por Thais Villas se emite los viernes

a las once de la noche en el canal #0 de Movistar+. Que se emita tan solo un día a la semana y dure algo menos de una hora demuestra que todavía falta mucho camino por recorrer. Mientras Buenafuent­e con Late Motiv y Broncano con La Resistenci­a tienen cuatro emisiones semanales, Villas y su equipo solo tienen una. Pero por algo se empieza y mejor esto que nada. Movistar+ hizo bien al reconocer el error que cometió en la presentaci­ón de la pasada temporada. En la fotografía de familia de sus cómicos tan solo había dos mujeres y casi una veintena de hombres. La imagen en cuestión fue muy criticada en redes sociales. La plataforma, en lugar de hacer oídos sordos o buscar excusas, dio la razón a quienes denunciaro­n la falta de mujeres y dijeron que pronto resolvería­n el conf licto. De hecho, el monólogo con el que Thais Villas arrancó el primer programa hacía referencia a esta polémica.

Las que faltaban es una buena forma de empezar a solucionar. Es un programa que está muy cuidado, desde su rueda de prensa de presentaci­ón, sus fotografía­s y spots publicitar­ios hasta el plató, la música y los guiones que se escuchan cada viernes. “Hacemos humor para mearse (sentado) de la risa es su eslogan”. Magnífico. Incluso la presencia de Nene, el único colaborado­r masculino, sobra. Está bien contar con una figura masculina por eso de resaltar que en este caso los hombres son minoría. Y el chico lo hace bien. Pero su presencia no es necesaria. Thais y sus colaborado­ras demuestran que las mujeres pueden llevar un formato de humor sin necesidad de tener hombres al lado. Es cierto que aún están algo encorsetad­as y que algunas empatizan menos que otras con los espectador­es. Pero como ocurre con todo el formato necesita su tiempo para asentarse. Es un gusto ver cómo aprovechan cualquier ocasión para hablar de feminismo, cómo los monólogos son reivindica­ciones feministas, cómo las invitadas son mujeres de éxito y cómo cada semana pone música al programa un grupo musical diferente pero siempre compuesto por mujeres.

Esperemos que siga habiendo programas capitanead­os por mujeres en géneros que mayoritari­amente son de hombres. Que dejen de ser solo copresenta­doras. Que dejen de ser solo colaborado­ras. Lara Álvarez, Anna Simón o Nuria Roca son solo algunos de los nombres que merecen tener su propio formato. Un formato que esté a su altura y no sea algo secundario y para salir del paso. Ellas y otras tantas que la mayoría de la audiencia ni conoce pese a su valía. Pablo Iglesias le dijo el otro día en El Hormiguero a Pablo Motos que a ver cuándo una mujer presentaba su programa cuando el presentado­r le preguntó que cuándo dirigiría una mujer su partido político. Bien respondido. Porque no solo la política es un terreno donde los líderes siempre son ellos.

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