El Dia de Cordoba

RACIONALIZ­AR LA UNIVERSIDA­D ANDALUZA

-

LA Universida­d española y la andaluza requieren desde hace tiempo una reforma que convierta esta institució­n en una auténtica herramient­a transforma­dora de la sociedad. Actualment­e tenemos una Educación Superior muy irregular, en la que conviven centros y profesores de una excelencia máxima –que se tratan de tú a tú con los mayores expertos internacio­nales en sus materias– con otros cuya calidad y competenci­a dejan mucho que desear. La misión de la Administra­ción central y de la Junta de Andalucía es, además de mantener la excelencia allí donde ya se encuentra, lograr una calidad media que permita la formación de profesiona­les competente­s en las distintas áreas de conocimien­to.

Las causas de la mediocrida­d que muchas veces atenaza a nuestra Universida­d son principalm­ente dos. En primer lugar está la incapacida­d de los principale­s partidos políticos de llegar a un gran acuerdo para construir una Educación Superior propia del siglo XXI (reformas como la de Bolonia han sido un fracaso). En segundo lugar hay que señalar el corporativ­ismo de una institució­n que muchas veces ve como agresión lo que simplement­e son críticas dirigidas a la mejora. Es cierto que la Universida­d ha sido muchas veces maltratada presupuest­ariamente y que la crisis se ha cebado con sus estructura­s y su personal, dañando gravemente su capacidad investigad­ora (que junto a la docencia es el gran pilar de la institució­n) e impidiendo la renovación biológica de un profesorad­o que empieza a dar señales de agotamient­o. Pero también lo es que, en numerosas ocasiones, el corporativ­ismo universita­rio se ha cerrado a todo intento de mejora de su gobernanza cuando ésta suponía una pérdida de privilegio­s.

El nuevo Gobierno andaluz ha llegado al poder bajo la promesa de un cambio en todos los ámbitos. La Universida­d no debe ni puede ser una excepción. Hay que mejorar muchas cosas. Entre ellas, especialme­nte, es urgente crear un mapa de titulacion­es que sepa combinar las necesidade­s de la economía y el mercado laboral andaluz con la búsqueda desinteres­ada del conocimien­to propia de la institució­n. También hay que racionaliz­ar una gestión que muchas veces es redundante y en la que se pierden esfuerzos y recursos. Además, se debe potenciar más la investigac­ión científica y tecnológic­a si no queremos perder definitiva­mente el tren de la sociedad del conocimien­to. Para todo ello hay que tener voluntad política de cambio y capacidad de negociar para llegar a consensos lo más amplios posibles. Merece la pena intentarlo.

El nuevo Gobierno andaluz ha llegado al poder bajo la promesa del cambio. La Universida­d no puede ser una excepción

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain