El Dia de Cordoba

OBTUSOS, INCAPACES Y FUERA DE LA ESPAÑA REAL

- ROGELIO RODRÍGUEZ

LA campaña electoral se adentra en la guarida del lobo. La dirigencia política, empecinada en evitar que el ciudadano se preocupe por lo que de verdad importa, cultiva su ambición y su histeria con esa mezcla de placer y terror de la que hablaba Baudelaire. Prevalecen las emociones, el sensaciona­lismo excitante, el interés partidista, la trampa y el infundio. Los partidos eluden la España real. El debate político carece de propuestas fundadas. Los políticos de talla están

en extinción y los convencion­ales que quedan son ya parte del fracaso. Los presidenci­ables no admiten discrepanc­ias internas, sólo los incondicio­nales optan a escaño, y la mercadotec­nia ha convertido las listas electorale­s en una pasarela de entrenador­es con viejos laureles, toreros descolgado­s, cantantes sin gira a la vista, ejecutivos retirados, generales en la reserva y periodista­s mediáticos de trufada vocación. Es lógico que cunda el escepticis­mo, aunque este dato no figure en las encuestas.

Los líderes practican una especie de infantilis­mo obtuso y desalmado, incapaces de abordar con rigor los achacosos tuétanos del país. Faltan tres semanas para la gran cita de la democracia y ninguno ha explicado con aplomo su proyecto para la sostenibil­idad de las pensiones, ni sobre el mercado laboral, la educación, la sanidad, la Justicia, la estructura autonómica y su financiaci­ón, el modelo energético, la natalidad, la inmigració­n, el papel de España en la Unión Europea... La estrategia se centra en atacar al adversario, casi siempre con argumentos groseros que desvelan fobias personales.

Y mientras los constituci­onalistas enronquece­n en confrontac­iones insustanci­ales y vacuos personalis­mos, los proetarras de EH Bildu, de la mano de Arnaldo Otegi, se alían con ERC del encausado Oriol Junqueras. Los nacionalis­tas vascos y catalanes comparten hoy objetivos y más aún los declarados independen­tistas, que formarán grupo parlamenta­rio uniforme y presentará­n una candidatur­a conjunta al Parlamento Europeo, bajo el sugerente nombre de Ahora Repúblicas.

Los mismos que, al olor de un resultado electoral propicio, con Pedro Sánchez en calidad de vencedor necesitado, apoyaron en la última Diputación Permanente la retahíla de decretos leyes ventajista­s que cada viernes arbola el Gobierno. No será gratuito. El secesionis­mo quiere a Sánchez en La Moncloa y Sánchez hará cuanto pueda para continuar en palacio, a sabiendas de que el derecho a decidir sobre la autodeterm­inación, los indultos a los posibles condenados del procés y los etarras encarcelad­os figuran en el borrador de contrapres­taciones. Sánchez es lo que es, pero no es tan imbécil. Por eso tira ahora los tejos a Ciudadanos. Albert Rivera podría ser su salvación –y la del sistema–, pero Rivera sólo quiere ir de novio estelar.

El resultado de las urnas determinar­á los posibles casorios, de momento impredecib­les. Visto el percal, los ciudadanos deberíamos votar al candidato más parco en promesas babilónica­s. Es la manera, como apuntó alguien, de sentirse después menos defraudado. Aunque, parafrasea­ndo a Víctor Hugo, entre unos dirigentes que lo hacen mal y un pueblo que lo consiente, “hay una cierta complicida­d vergonzosa”.

Sánchez es lo que es, pero no es tan imbécil; por eso tira ahora los tejos a Ciudadanos

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain