La presión popular sigue viva a pesar de la dimisión de Buteflika
● Miles de manifestantes reclaman el adiós de las autoridades que quieren pilotar la transición después de la renuncia del presidente argelino
Cientos de miles de manifestantes reclamaron ayer en Argelia, por séptimo viernes consecutivo, la dimisión de las autoridades que pretenden pilotar la transición tras la marcha esta semana del presidente, Abdelaziz Buteflika, después de 20 años al frente del Gobierno.
No hay nada que festejar para los argelinos, pues el régimen todavía sigue en pie. Exigen una hoja de ruta en la que no esté presente ninguna figura del clan que ha acompañado a Butef lika en todo este tiempo.
La respuesta de la calle es una prueba de fuego para el jefe del Estado Mayor, Ahmed Gaid Salah, de 79 años, ya que forzó la dimisión del presidente en nombre del pueblo esgrimiendo la Constitución. Pero la Carta Magna podría dejar la transición en manos de las autoridades de siempre. Y el pueblo volvió a rechazar un camino que parece conocer demasiado bien. Ahora le toca al jefe del Ejército demostrar en qué lado de la historia quiere situarse.
No obstante, los militares reiteraron su apoyo a las reivindicaciones y defendieron su apuesta por el artículo 102 de la Constitución. En un editorial del último numero de la revista Al Djeish ( El Ejército), órgano de propaganda del Ministerio de Defensa, se aseguraba que ese artículo de la Carta Magna “permite a Argelia atravesar la coyuntura actual de forma segura” y evitar situaciones con posibles efectos adversos.
No obstante, el texto, titulado La voz del pueblo soberano, avisó de que, aunque la propuesta “fue bien acogida por el pueblo argelino, “ciertas partes intentan socavar la credibilidad y la imagen de la institución militar”. El objetivo de ello sería “frustrar las reivindicaciones legítimas claramente expresadas por el pueblo”, que mantiene “un estrecho vínculo con su Ejército que se ha fortalecido y consolidado en los últimos años”.
Ayer se conoció que uno de los últimos decretos que firmó Boutef lika horas antes de dimitir el pasado martes fue el cese del jefe de la División de los Servicios de Seguridad (DSS), el general Othman Tartag. El espionaje vuelve a depender del Ministerio de Defensa, dirigido por el poderoso general Salah.
El jefe del Estado
Mayor trata de calmar al pueblo esgrimiendo de nuevo la Constitución