“Venimos a salvar el Estado del Bienestar, los demás lo abocan a la quiebra”
El número dos por Málaga aboga por que el Estado no sea “proveedor” de la sanidad, la educación y las pensiones
–Es el artífice del programa económico de Vox, ¿cuáles son sus ejes principales?
–Primero, una reducción de impuestos fuerte a la clase media y baja; segundo, una bajada del gasto público superfluo en dos ejes, uno de 16.000 millones en la Administración del Estado y Seguridad Social, y otros 8.000 en las autonómicas y locales; y potenciar la renta disponible en favor de las familias y su capacidad de generar ahorro, porque al final creemos que eso, a parte de ser bueno para la economía familiar, les permite generar un patrimonio, la mejor salvaguarda para los momentos difíciles. Queremos ir a la responsabilidad individual, que la gente no esté tan pendiente de que el Estado los saque de los momentos malos que tenemos en la vida. –Ese recorte del gasto público, ¿cómo se consigue?
–Hay muchas duplicidades. Sobran las televisiones y las radios públicas, porque al final se convierten en aparatos de progapanda. Eso no quiere decir el cierre, se pueden privatizar. El Estado concede subvenciones a los partidos, que se deben autofinanciar, y a los sindicatos, que se deben financiar con sus afiliados... Y hay todo un gasto en propaganda ideológica; por ejemplo, no sé qué hace Madrid llena de marquesinas contra la ablación del clítoris... Tal vez es mucho más interesante gastar en Policía, judicatura y servicios sociales que en anuncios. –¿Sanidad y educación se deben privatizar?
–En principio, no nos planteamos ni privatizar la educación ni la sanidad. Lo que planteamos es darle la posibilidad a las familias de elegir entre educación pública y privada, y entre sanidad pública y privada. Somos los únicos que entendemos el mandato constitucional, que no dice que el Estado tenga que ser el proveedor de determinados servicios básicos, sino que dice que el Estado tiene que asegurar. ¿Qué quiere decir esto de asegurar? Habrá que pagarle la sanidad y la educación a quien no pueda hacer frente, pero lo que no tiene que ser el Estado es el provisor ni el fabricante. El Estado le va a ayudar, pero les va a ayudar a ir a la educación privada y a la sanidad privada si quieren.
–Eso en la sanidad, ¿cómo se materializa?
–Pues lo mismo que tienen los funcionarios, que eligen entre sanidad publica o privada, y el Estado paga a las compañías proveedoras de esa sanidad privada el gasto de esos funcionarios. Lo que queremos es hacerlo extensivo a toda la ciudadanía. Eso y permitir al que quiera descolgarse totalmente de la sanidad pública. Estamos es ampliando la libertad y abriendo debates que no se abrían en España. –¿No se da a entender a la ciudadanía que la sanidad y la educación privadas funcionan mejor que las públicas?
–Lo que decimos es que los españoles decidan con qué servicio están más a gusto. Es muy distinto. ¿Por qué tenemos tanto miedo a que la gente elija? Además, eso con el tiempo va reduciendo las obligaciones del Estado. –¿Cuáles son los servicios de los que el Estado sí debe proveer? –Hay servicios que sólo puede proveer el Estado. La Defensa, porque no vamos a tener ejércitos privados, o la Justicia y la Policía. –¿Y las pensiones?
–El Estado no necesariamente tiene que ser el proveedor de unos ingresos mínimos de los españoles en la vejez. Habrá que respetar las pensiones de los jubilados y a los que estamos cercanos a la jubilación pues no nos pueden cortar. –¿Qué sistema plantea Vox? –Uno mixto de capitalización, en el que por un lado usted aporte a la Seguridad Social con el fin de constituir un sistema de pensiones en una parte solidaria, y otro componente de capitalización, donde los españoles vayan constituyendo un fondo de pensiones del que cobrar. Estamos abocados a eso. Además, el sistema de pensiones, al no permitir al trabajador movilizar sus derechos como sí me permiten en uno privado, se acerca muchas veces a un sistema feudal donde se ata la población al territorio. –Todas estas cosas dibujan un Estado del Bienestar muy distinto al que tenemos ahora...
–Uno que cubriría lo mismo que cubre ahora, donde las familias tendrían más renta disponible, más capacidad de elección y donde mucha parte de esa renta se tendrá que dedicar, voluntariamente, a educación, a sanidad y a pensiones. Nosotros venimos a salvar el Estado del Bienestar, no a cargárnoslo; los demás han actuado de manera irresponsable y lo están abocando a la quiebra. –En cuanto a la bajada de impuestos, ¿cuáles se tocarían? –En el IRPF vamos a un sistema de dos tramos, uno del 22% hasta 60.000 euros y otro por encima de 60.000 euros del 30%, con una reducción de la base imponible por las necesidades básicas del contribuyente. Queremos bajar las cotizaciones a la Seguridad Social, en el plano empresarial, que genera un abaratamiento del coste laboral. Eso hay que financiarlo de algún modo, y lo haríamos con una subida del IVA. –En caso de que sean necesarios para formar Gobierno, ¿alguna medida sería una línea roja?
–Las líneas rojas yo no las fijo, eso es puramente político y lo decidirá el Comité Ejecutivo Nacional. No olvidemos que éstas son unas elecciones muy políticas. Ahora nos importa mucho más lo político puro: la unidad de España, decir que los varones no somos culpables de nada por nacer varones, adoctrinar a los niños sexualmente en las escuelas me parece fatal...