El Dia de Cordoba

Hacer historia con lo justo

El Barcelona se estrena en Old Trafford con un triunfo en el que ni siquiera necesitó de un fútbol excelso Un gol marcado por Luis Suárez, que rozó en Shaw, fue decisivo al final

- Manuel Sánchez (Efe)

No fue el mejor Barcelona, no fue el mejor Manchester United y, en esa igualada, los azulgranas tienen más calidad; de ahí que una combinació­n Messi-Luis Suárez, unida a un fallo del rival, fuese suficiente para que el Barcelona asaltase Old Trafford y cobre ventaja para la vuelta.

Un gol de Luke Shaw en propia puerta, anulado en principio y validado por el VAR, bastó para que el Barcelona consiguies­e la primera victoria de su historia en Old Trafford y para que agrande su favoritism­o en estos cuartos de final de la Liga de Campeones.

El partido siguió el curso marcado y remarcado en la previa. Un Barcelona posesivo con la pelota y un United agazapado y firmando desde el primer momento el pacto de no agresión.

La única laguna de los azulgranas llegaba en la unión entre los centrales y un desconecta­do Busquets. El pivote no encontraba salida clara a la pelota y errores suyos daban el único peligro que poseía el United.

El plan de Solskjaer hizo aguas y quedó en evidencia como ya le ocurrió contra el Paris Saint Germain, pero esta vez no había una cadena de errores del rival que lo subsanasen. Atrapados en su propia estrategia, el United reculó y se dio cuenta de que los intrascend­entes McTominay y Fred eran incapaces de frenar el ataque visitante.

Cuando Busquets recibió en tres cuartos, levantó la pelota buscando a un insólitame­nte desmarcado Messi. El argentino controló largo y se quedó con la única opción de un centro atrás. Luis Suárez la picó buscando la entrada de Coutinho, pero Shaw desvió el balón a su propia portería. Algo casi inapreciab­le a primera vista, por lo que el linier levantó la bandera y anuló el tanto.

Se sucedieron entonces las burlas de los aficionado­s del United a los del Barcelona, olvidando quizás que ahora hay VAR. En cuestión de segundos, Rocchi dio validez al gol y arruinó las esperanzas de los Diablos Rojos, que pese a su inoperanci­a en ataque tuvieron el empate en una jugada muy similar a la que Diogo Dalot no apuntilló. Es la diferencia entre Luis Suárez y un lateral.

A todo esto, De Gea, desapercib­ido hasta entonces, salvó el segundo con una parada de balonmano a un remate de Coutinho y permitió que el United saliese con vida a la segunda parte.

Ahí tiró de algo más de orgullo el equipo mancuniano. Fuera porque de verdad llevaban peligro en cada acercamien­to o porque su hinchada gritaba de tal manera que lo parecía, porque disparó sobre la meta de Ter Stegen hubo pocos. Sí pudo romper su racha de más de tres años sin marcar fuera de casa Luis Suárez, pero un disparo suyo delante de De Gea se marchó al lateral de la red.

El United enseñó sus costuras y el Barcelona no quiso o no pudo rasgarlas al tiempo que Piqué despejaba todas las intentonas inglesas. La vuelta, el próximo martes 16 de abril. Solskjaer buscará otro imposible, pero hay milagros que sólo ocurren una vez en la vida.

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