Mucho más que un derbi
Sevilla y Betis se miden con Europa como obsesión añadida a una rivalidad que trasciende lo futbolístico Vaclik y Jesús Navas vuelven en los locales y Canales es duda en los verdiblancos
Sevilla y Betis dirimen hoy en el Sánchez-Pizjuán un nuevo capítulo de una rivalidad extrema en la que, por encima de las ambiciones europeas de dos adversarios eternos, está en juego, sobre todo, la primacía de uno de los dos bandos de una ciudad escindida en dos adhesiones incondicionales.
A sabiendas de lo fundamental, sevillistas y béticos se juegan además gran parte de sus objetivos esta campaña: volver a coincidir ambos en Europa en la próxima, pues
el Sevilla es quinto, a un punto de los puestos de Çhampions que marca el Getafe, y el Betis, noveno, a tres de los de la Liga Europa, que lo hace el Valencia.
Tras ganar los de Nervión en Valladolid (0-2) –tres triunfos y una derrota desde la vuelta de Joaquín Caparrós al banquillo por el destituido Pablo Machín– y los de Heliópolis al Villarreal (2-1), ambos equipos llegan con ánimo a un partido que es mucho más que noventa y tantos minutos, anhelado todo el año y que luego deja secuelas al perdedor hasta el próximo choque fratricida.
Al Sevilla, que perdió 1-0 en la primera vuelta con un gol del incombustible Joaquín, le escoció mucho su derrota por 3-5 en la última visita bética a su fortín, aunque los seis puntos de renta que ahora le saca al Betis pueden ser claves en el devenir de este derbi y en cómo lo encaren ambos.
Esta diferencia puede conllevar que el equipo de Quique Setién, al estar algo más lejos de la zona de Liga Europa, tenga que asumir más riesgos e intente imponer su fútbol de posesión para sacar réditos ofensivos, aunque a los sevillistas también les va la vida para seguir acechando al Getafe y volver a la Liga de Campeones.
Aunque los técnicos ocultan sus cartas, y no iba a ser menos este duelo del Sábado de Pasión con la ciudad pendiente de la inminente la Semana Santa, el Sevilla recupera piezas básicas en el esquema más ordenado y con el equipo más junto de Caparrós, lo que le da más seguridad defensiva y le resta potencial ante el gol: 5 a favor y sólo uno en contra, de penalti, en las cuatro últimas jornadas.