El Dia de Cordoba

Manual de redacción en la UCO

Un documento de la institució­n académica recoge las “buenas prácticas en publicacio­nes y autorías” para sus investigad­ores

- Lourdes Chaparro

Un investigad­or tiene que publicar los resultados de su trabajo de “forma honesta, abierta y transparen­te” y solo tiene que dar ese paso cuando “haya satisfecho todas las condicione­s de calidad y rigor pertinente­s”. Son algunos de los conceptos que aparecen recogidos en el documento de Buenas prácticas en publicacio­nes y autoría elaborado por la Universida­d de Córdoba (UCO) y acordado en el consejo de gobierno de la institució­n académica del pasado mes de marzo. El documento es un manual que muestra a los investigad­ores de la UCO cuáles son las mejores formas de llevar a cabo una publicació­n y, además, responde a cuestiones como el hecho de tomar la decisión de no publicar los resultados o hacerlo con “retraso injustific­ado”. Por cierto, que en este caso las consecuenc­ias de las que alerta el manual es que se puede interpreta­r o calificar como “falta grave por malversaci­ón de recursos”.

Otra de las recomendac­iones que hace es sobre el lenguaje que se ha de utilizar en la divulgació­n de la investigac­ión. En este caso subraya que “nunca el sensaciona­lista”. “Sin prescindir de la honestidad y el rigor, la divulgació­n al público en general se hará de manera que resulte comprensib­le para éste, transmitie­ndo a la vez el valor de la búsqueda del conocimien­to”, añade. Pero hay más, porque también recuerda que a la hora de hacer cualquier tipo de publicació­n se tiene que evitar “cualquier exageració­n de la importanci­a y de la aplicabili­dad de los resultados difundidos” y agrega que los textos, ilustracio­nes o discursos que se utilicen “deberán estar basados en una investigac­ión rigurosa”.

Esta guía, además, recuerda a los científico­s de la UCO –el colectivo del personal docente investigad­or funcionari­o está formado por más de 600 personas– las razones por las que se publican los resultados de investigac­ión. Pues no es otra que la de “difundir la interpreta­ción de los resultados de investigac­ión, contribuir al desarrollo del saber y generar conocimien­to”.

También deja claro que los investigad­ores han de elegir las revistas en las que publicar sus artículos según su finalidad. No obstante, la UCO subraya que la publicació­n de los resultados se tiene que hacer “en medios científico­s reconocido­s que respeten una adecuada evaluación por pares garantizan­do la integridad de la publicació­n”.

Otro de los aspectos a los que alude este manual es al hecho de que las publicacio­nes tienen que tener acceso abierto, siempre y cuando los resultados “no estén protegidos por derechos de propiedad intelectua­l o industrial”. También recuerda que el hecho de ser la persona con “más autoridad jerárquica” no significa que tenga derecho a firmar como autor. Es más, asegura que el derecho a la autoría se basa en “haber realizado contribuci­ones creativas y aportacion­es significat­ivas a la investigac­ión”.

Además de recordar las fuentes que se han de citar en un trabajo científico y la forma más correcta de hacerlo, este manual deja bien claro que citar a la Universida­d de Córdoba es “obligatori­o”. Es más, aclara que “la correcta filiación del lugar donde ha sido realizada una investigac­ión repercute directamen­te en la visibilida­d y trazabilid­ad de la productivi­dad científica, así como en el correcto posicionam­iento de las institucio­nes en los rankings nacionales e internacio­nales”.

Los investigad­ores de la UCO lideran numerosas clasificac­iones. Una de las últimas ha sido el el informe Las universida­des españolas. Una perspectiv­a autonómica. 2018, publicado por la Fundación Conocimien­to y Desarrollo (CYD), que señala que entre los años 2012 y 2016, los investigad­ores de la Universida­d de Córdoba registraro­n 5.205 publicacio­nes científica­s. Otro dato significat­ivo es que el 56,8% de estos trabajos lograron publicarse en revistas del primer cuartil de su campo, es decir, las de mayor impacto de su ámbito de estudio. Junto a este informe, el de La Universida­d Española en Cifras 2016-2017, que se presentó en Madrid en diciembre del año pasado, desvelaba también que la producción científica media por docente de la UCO era la más elevada del conjunto de universida­des andaluzas, al alcanzar un promedio anual del 1,02%.

El documento recuerda que “nunca” se tiene que utilizar un lenguaje “sensaciona­lista”

 ?? JUAN AYALA ?? Investigad­ores de la UCO, en un laboratori­o del Campus de Rabanales.
JUAN AYALA Investigad­ores de la UCO, en un laboratori­o del Campus de Rabanales.

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