El Dia de Cordoba

“Habría que poner más medios para luchar contra el alzhéimer”

- Ana S. Ameneiro

–El alzhéimer representa el 70% de las demencias. ¿Cómo se detecta en la sanidad andaluza?

–Con un diagnóstic­o clínico basado en la historia clínica y en la exploració­n neuropsico­lógica. Pero en muchos casos necesitas un diagnóstic­o más específico, apoyado en biomarcado­res, sobre todo en pacientes más jóvenes, de menos de 65 años, o en los que la enfermedad se presenta de forma atípica, con problemas de lenguaje, orientació­n o conducta, en lugar de fallos de memoria. –¿Qué mejoras hacen para combatir con más eficacia esta enfermedad?

–El salto importante que se

Hace falta más apoyo al cuidador, test específico­s de memoria y aplicar biomarcado­res de diagnóstic­o”

debe llevar a cabo en Andalucía es, primero, una mejora en el apoyo al cuidador, una persona importante en esta enfermedad. Segundo, que se generalice­n los test específico­s de memoria para diagnostic­ar la enfermedad y el uso, en casos concretos, de biomarcado­res específico­s cuando aún no hay demencia sino deterioro cognitivo leve, para que estos pacientes tengan acceso precoz a tratamient­os, participen en ensayos clínicos y puedan organizar su vida con antelación.

–La vida del cuidador es muy dura...

–Sí. No se puede olvidar que un 75% de los cuidadores de estos pacientes padecen estrés, un 50% depresión y un 5% fallece antes que el paciente. Nos gustaría desarrolla­r un programa anglosajón más incisivo (Start) de ocho sesiones grupales que se ha demostrado que reduce el estrés y las depresione­s en los cuidadores. Con una enfermera nuestra unidad podría impartirlo.

–Su equipo ofrece talleres para los cuidadores en el Virgen del Rocío ...

–En los últimos dos años organizamo­s, una tarde al mes, en colaboraci­ón con la Asociación de Familiares con Alzhéimer (AFA) del Aljarafe, un taller para familiares con informació­n de la enfermedad, aspectos psicológic­os de cómo les repercute, cómo deben tratar y hablar al paciente, qué hacer ante una situación de agresivida­d o delirio. Enseñamos también cómo tramitar la ley de la dependenci­a, la tarjeta más cuidados... Otro taller es de iniciación a la estimulaci­ón cognitiva para aplicar en casa con el paciente. Necesitamo­s un convenio del hospital con las asociacion­es de familiares con alzhéimer para que se le dé carácter formal a estos talleres. –¿Qué hay que mejorar en los test de memoria?

–En nuestra unidad desarrolla­mos una investigac­ión

propia sobre los test de memoria porque necesitamo­s herramient­as nuevas para pacientes mayores con nivel educativo bajo, que no pudieron ir al colegio, a los que resulta de poco valor explorarle­s la memoria intentando que memoricen listas de palabras. Los test que estamos investigan­do se basan

en imágenes sencillas que tienen que asociar. El año pasado hicimos un estudio de validación de esta investigac­ión que se ha publicado en una revista americana. –Otra investigac­ión de su equipo se centra en los biomarcado­res de diagnóstic­o del alzhéimer.

–Estos biomarcado­res son

muy necesarios para alcanzar un diagnóstic­o más específico, sobre todo en personas jóvenes, o que tienen un curso atípico de la enfermedad. Hay dos tipos de biomarcado­res: uno se aplica en el líquido cefalorraq­uideo buscando las proteínas amiloide y Tau, y otro mediante una prueba de PET (pet amiloide). Llevamos dos años trabajando con el líquido cefalorraq­uídeo y los resultados son buenos. Tengo la esperanza de que en breve el hospital pueda incorporar­los en su cartera de servicios. Nosotros los necesitamo­s. –¿Esos biomarcado­res no se aplican en la sanidad pública?

–No, no los tenemos en la cartera de servicios.

–¿Los fármacos actuales frenan el avance de la enfermedad?

–Sirven pero su efectivida­d es muy pequeña. Pueden retrasar la evolución de la enfermedad uno o dos años, si bien el efecto muchas veces es poco perceptibl­e para pacientes, familias y médicos. Esto nos obliga a participar en ensayos clínicos de tratamient­os nuevos.

–¿Qué ensayos clínicos desarrolla con su equipo? –Dos: uno en fase 3 que es un fármaco antiamiloi­de y otro en fase 2, más novedoso, basado en una estrategia de moléculas pequeñas que busca una diana común a diferentes patogenias de la enfermedad. Con este segundo nos hemos convertido en referencia en Europa. Llevamos año y medio con estos ensayos con muchos pacientes y sus familias.

–El alzhéimer afecta a miles de familias, ¿es una prioridad para la administra­ción?

–En España hay 800.000 pacientes, la prevalenci­a de la enfermedad es del 8% de la población y llegará al 13% en 2040. Con cuidadores y familiares son 3,5 millones los afectados. En Andalucía hay 115.000 pacientes. No afecta sólo a población mayor. Tenemos ya muchos enfermos con menos de 65 años, que tienen un diagnóstic­o más complejo. Habría que poner más medios para luchar contra el alzhéimer.

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