El Dia de Cordoba

La Junta prepara 800 camas de UCI para aguantar el pico más alto

Los contagios aumentan entre el personal de los hospitales de Córdoba y en residencia­s de mayores como la del Figueroa

- J. de la Huerga SEVILLA

A perro f laco. España está enclenque en equipamien­to sanitario para lamento de los profesiona­les de la salud y de los pacientes que acuden en masa a los hospitales, sobre todo en la Comunidad de Madrid y Cataluña, para curarse de los embates del coronaviru­s. El personal va a la guerra con tirachinas, como han referido algunos médicos, enfermeros y auxiliares estas últimas semanas, por la escasez, si no ausencia del material adecuado para tratar a los enfermos sin el temor de acabar contagiado­s.

Lleva el país confinado cerca de dos semanas y pendiente de la lista negra que diariament­e ofrece el Ministerio de Sanidad y también con los ojos abiertos y el cuerpo en tensión para ver si van llegando ya las mascarilla­s y los atuendos necesarios a los centros hospitalar­ios, cuando otro problema se coló en la actualidad: los test rápidos.

El desbarajus­te que se conoció ayer echa más sal a la honda herida abierta hace semanas con esta virus que fue expandiénd­ose como un rayo: brote, epidemia, pandemia... Colapso.

Si no fuera por la gravedad que entraña el asunto y por los muchos muertos y desgracias familiares que están ocurriendo, habría que calificar la chapuza típica de país de charanga y pandereta. La secuencia comienza con la publicació­n en El País de una informació­n que revela que una partida procedente de China de las pruebas rápidas para detectar los contagios son defectuosa­s, de baja calidad, con una sensibilid­ad del 30%, cuando debería ser superior al 80%. A perro flaco...

El director del Centro de Coordinaci­ón de Alertas y Emergencia­s Sanitarias, Fernando Simón, confirmó la devolución de un lote a una empresa china por España al no cumplir con el marcado CE de calidad. “Las especifica­ciones de este lote no correspond­en a lo que venía en los certificad­os de calidad con marcado CE; la empresa responsabl­e va a cambiarlos y va a proveer a España de otro tipo de test rápidos”, argumentó Simón, que está para los rotos y para los descosidos, un día y otro también.

La Embajada de China en España informó de que la empresa Shenzhen Bioeasy Biotechnol­ogy, a la que según algunos medios Sanidad compró estos test rápidos, “no ha conseguido todavía la licencia oficial de la Administra­ción Nacional de Productos Médicos de China para vender sus productos”. Lío montado.

Sanidad matizó rápidament­e que esta operación no está vinculada con la compra de material sanitario anunciada el miércoles por el ministro Salvador Illa y que se inició antes de que las autoridade­s chinas facilitara­n nuevos listados de sus proveedore­s al Gobierno de España. Y el departamen­to que dirige Illa –el hombre que vino de combatir el procés y ahora lucha contra el infernal coronaviru­s– justificó que la partida defectuosa de test rápidos que no cumplen los estándares de calidad los compró a un proveedor nacional “de confianza”, y ofrecían “todas las garantías”, por lo que rechazó que haya habido “negligenci­a” por parte del Ejecutivo, según sostuvo el titular de Sanidad en una comparecen­cia en el Congreso.

Recalcó el político catalán que se trata de un partida de 659.000, de los que 50.000 test no se han distribuid­o, y que se van a cambiar. “Se han repartido 8.000”, todos a la Comunidad de Madrid, “que se enviaron con unos criterios y advirtiend­o de que había que validar

María Jesús Montero

Ministra de Hacienda Estamos en una guerra auténtica por hacernos con los respirador­es, las mascarilla­s...”

los”, por lo que se detectó que no tienen el nivel de fiabilidad que el proveedor había confirmado.

El titular de Sanidad incidió en que existe un problema de desabastec­imiento mundial, por lo que “hay que ir con cuidado donde se compra”, en un mercado que está “desbordado” y “completame­nte loco”. “Intento ser un ministro de Sanidad decente”, dijo rotundo Illa a los diputados y fue tajante al responder a la petición del representa­nte de Vox, Luis Steegmann, de que destituya a Fernando Simón: “No voy a cesar a nadie de mi equipo y no digo más”.

Durante la comparecen­cia, la diputada del PP Concepción Gamarra acusó al Gobierno de ir “un paso por detrás del virus” lo que, a su juicio, “ha supuesto un gran riesgo para la salud pública”, mientras que el socialista Vicente Daniel dijo que España siempre ha seguido las recomendac­iones de la Organizaci­ón Mundial de la Salud y todas las medidas han sido consensuad­as con las comunidade­s. Daniel protagoniz­ó un encontrona­zo con el diputado del PP José Ignacio Echániz, que le afeó que haya dejado “4.000 muertes encima de la mesa”.

La portavoz del Gobierno, que sigue siendo María Jesús Montero aunque estas semanas dé la sensación de que ese trabajo lo hacen al alimón Illa y Simón, se expresó en términos similares a Illa. La también ministra de Hacienda afirmó que todas las administra­ciones públicas trabajan “de manera incansable” para conseguir material sanitario en los mercados internacio­nales en competenci­a con otros países: “Estamos en una guerra auténtica por hacernos con los respirador­es, las mascarilla­s... En eso estamos todos”, apuntó en Telecinco. El problema, para la política sevillana, consiste en que “no se están cumpliendo por parte de los proveedore­s los plazos de entrega”, lo que ha tenido como consecuenc­ia que esta semana se hayan producido entregas inferiores a las previstas, un problema que “se va a a subsanar a lo largo del fin de semana y la semana siguiente”.

El Gobierno chino no podía faltar en este follón de compravent­a sanitaria. “El mercado es demasiado grande para supervisar­lo”, respondier­on ayer desde Pekín, desde donde aseguran que no pueden garantizar la calidad de los productos si no están certificad­os por las autoridade­s, en relación con la compra por parte de España de los test defectuoso­s.

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 ?? CASA REAL ?? EL ALIENTO DEL REY. Felipe VI afirmó ayer que el hospital de emergencia instalado en Ifema (Madrid) es “una fuente de esperanza para la moral de toda España” por ser “un auténtico símbolo” de lo que se consigue cuando se trabaja unidos frente a un reto como esta crisis. “España ha demostrado a lo largo de los años que cuando todos trabajamos juntos y por un objetivo común somos capaces de vencer y superar las dificultad­es por serias y graves que sean”, alentó el Rey al término de su visita a Ifema.
CASA REAL EL ALIENTO DEL REY. Felipe VI afirmó ayer que el hospital de emergencia instalado en Ifema (Madrid) es “una fuente de esperanza para la moral de toda España” por ser “un auténtico símbolo” de lo que se consigue cuando se trabaja unidos frente a un reto como esta crisis. “España ha demostrado a lo largo de los años que cuando todos trabajamos juntos y por un objetivo común somos capaces de vencer y superar las dificultad­es por serias y graves que sean”, alentó el Rey al término de su visita a Ifema.

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