La normalidad es un bar
● El Parlamento recupera el pulso en el tercer Pleno tras el cierre provocado por la pandemia hace dos meses
La nueva normalidad ha llegado al antiguo Hospital de las Cinco Llagas con la apertura del bar, como ha ocurrido en el resto del país. Ya nadie se acuerda de la fase 1 en Sevilla, pero en el Parlamento se ha hecho esperar. “Bienvenidos, os echábamos de menos”, reza una cartulina con el logo de la empresa concesionaria del comedor de la Cámara andaluza. No está claro quién más echaba de menos a quién, pero en la sede del legislativo andaluz han hecho falta tres plenos para que los miércoles vuelvan a ser jornadas animosas. “¿Cómo están los tuyos?” era la frase más repetida por los pasillos.
En la cafetería, la barra sigue acordonada, esperando a la fase 3, pero hay quien no renucia a las palmeras de chocolate para merendar. El tercer Pleno tras el parón provocado por el coronavirus tuvo algo de vuelta al cole, de reencuentro entre políticos, periodistas y trabajadores parlamentarios. Entre debate y debate se descubre que hay consejeras del Gobierno que compartieron piso durante los primeros compases de la pandemia. También que, a pesar de las broncas habituales, todos los grupos se han puesto de acuerdo para aprobar una ley sobre climatización sostenible de colegios.
En lo que no se pone casi nadie de acuerdo es en el tipo de mascarillas más adecuadas para volver al Parlamento. La más habitual es la quirúrgica, por la que optó el presidente Juanma Moreno. Su número dos, Juan Marín, se puso la mascarila corporativa que incluye el nuevo logo que representa a la Administración regional desde el pasado enero. Marta Bosquet se puso una negra, pero las hay personalizadas para cada partido. Teresa Pardo y Rodrigo Sánchez Haro optaron por los colores corporativos: naranja Ciudadanos para ella y rojo socialista para él. Ignacio Molina optó por el morado Podemos y una bandera blanquiverde y la diputada no adscrita, Luz Belinda Rodríguez, cambió el verde Vox por una rojo y negra que le facilitaron desde Falange. La más original fue Susana Díaz. Su mascarilla lleva un visor para facilitar la lectura labial, recomendada por la Asociación Española de Implantados Cocleares.
No hay dos mascarillas iguales en el Parlamento, pero nadie acaba de acostumbrarse al calor de este nuevo complemento. A pesar de que el día está fresco ya se barrunta el verano en el lustroso magnolio del Patio del Cardenal, cuajado de enormes flores blancas que durarán sólo unos días. “Les recordamos que es necesario guardar la distancia social y ser cuidadoso en los saludos”, avisan desde megafonía los locutores improvisados.
Susana Díaz llevaba la mascarilla más original, con visor para lectura de labios