Marlaska resiste el vendaval del cese de Pérez de los Cobos
● PP, Cs y Vox redoblan su exigencia de dimisión al ministro del Interior ● Alega que no detalló por qué lo destituyó por “respeto a su carrera”
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, volvió a dejar ayer claro que no piensa dimitir por haber cesado al coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos y aseguró que no quiso detallar los motivos de la destitución por respeto a la carrera profesional de este mando.
Marlaska tuvo que someterse de nuevo en el Pleno del Congreso a las preguntas de los partidos de la oposición PP, Vox y Ciudadanos, cuyos diputados le reclamaron una vez más la dimisión, le acusaron de mentir y le echaron en cara que haya cometido una ilegalidad aun siendo juez de carrera.
El titular de Interior precisó que fue el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, quien cesó al coronel a propuesta de la directora de la Guardia Civil, María Gámez, por pérdida de confianza y por la reestructuración que se lleva a cabo en el cuerpo.
E indicó: “En un primer momento dije que las causas eran la remodelación y también de pérdida de confianza, pero no quise decir más porque tengo respeto a la carrera profesional de Pérez de los Cobos. Ustedes están indagando para perturbar esa carrera profesional y yo no estoy por la labor”.
La primera en preguntarle fue la diputada del PP Ana Belén Vázquez, a quien le pareció “increíble” ver aún a Marlaska en el hemiciclo “perdiendo su dignidad” al haber “fulminado” al coronel por, según ella, no haberse sometido y no haber entregado el informe de la Guardia Civil sobre el 8-M que investiga una juez de Madrid.
La portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, también preguntó a Marlaska “por qué no ha dimitido” y, tras decirle “márchese”, aseguró que “da pena y miedo”.
“¿Qué hace usted todavía en el banco azul, por qué no ha dimitido, y cómo es posible que Sánchez no lo haya cesado?. ¡Márchese!. Ni el tatuaje de su muñeca ni el título de su autobiografía dicen la verdad: usted da pena y miedo”, dijo en referencia al libro escrito por Marlaska que se titula Ni pena ni miedo.
Para la portavoz popular no son las palabras del PP las que causan la crispación, sino los hechos del Gobierno, que quiere una oposición “sumisa y silente” y que retoma una “vieja tradición” socialista de acusar de crispar a los otros partidos, como antes hicieron Felipe González o José Luis Rodríguez Zapatero.
Después le tocó el turno al diputado de Vox Ignacio Gil Lázaro, quien tachó de “tramposa e inmoral” la conducta del ministro. “Ya no queda nada de aquel magistrado que fue, que luchaba contra ETA. Ahora es un puro aprendiz de esbirro de un Gobierno que pacta con ETA”, le dijo.
Marlaska volvió a defender el cese dentro de su competencia para elegir los cargos de libre designación. La medida adoptada puede ser “justa o injusta”, añadió antes de preguntar si fue legal la decisión del ex ministro Juan Ignacio Zoido de destituir a toda la cúpula de la Policía Nacional que había acabado con ETA.
Se preguntó también si fue legal que Zoido, en pleno verano, dictara una orden para “quitar” a los DAO”.
Mientras el PP echa a mandos “por la puerta y no les dice ni adiós”, el actual Gobierno les dice por qué ha perdido la confianza y “nunca denostamos sus trayectorias”, dijo el ministro.
Cayetana Álvarez de Toledo Portavoz del PP en el Congreso ¿Qué hace usted todavía en el banco azul, por qué no ha dimitido ni lo cesan?”