Nueva York propone nuevas leyes contra los abusos policiales
● Fianza de 750.000 dólares a los tres compañeros del agente que mató a Floyd ● Los toques de queda se diluyen
El gobernador del estado estadounidense de Nueva York, Andrew Cuomo, anunció ayer que espera que la próxima semana se apruebe un paquete de reformas para combatir los abusos policiales, una medida que llega después de más de una semana de protestas tras la muerte a manos de agentes del afroamericano George Floyd en Minneapolis.
La propuesta, que debe pasar por el legislativo estatal, consta de cuatro medidas, empezando por la modificación de una ley que ahora mantiene secretos los historiales disciplinarios de los policías. Además, plantea una prohibición de las inmovilizaciones que pueden provocar asfixia, un problema que se ha denunciado durante años en Nueva York, sobre todo tras la muerte en 2014 de Eric Garner, un hombre negro que falleció a manos de agentes y cuyas últimas palabras, “No puedo respirar”, se convirtieron en un lema de protestas en todo EEUU.
El paquete legislativo propone que las denuncias falsas con base racial por parte de ciudadanos sean considerados delitos de odio. La medida responde a un polémico caso reciente, en el que una mujer blanca fue capturada en vídeo en Central Park llamando a la Policía y asegurando que un hombre negro la estaba amenazando, cuando eso no era cierto y lo único que él había hecho era recriminarle que llevase a su perro sin correa en una zona donde no estaba permitido.
El cuarto pilar de las reformas, según Cuomo, es ordenar por ley que el fiscal general del estado actúe como independiente en los casos de homicidios por parte de la Policía, algo que ya ocurre por orden ejecutiva desde hace años.
Floyd, recordó Cuomo, es únicamente el último nombre de esa larga lista, que incluye varios casos en Nueva York. Sobre la última jornada de protestas, el gobernador destacó la mejora con respecto a noches pasadas y denunció algunos casos de excesos por parte de los agentes, en especial uno registrado en la localidad de Buffalo, en el oeste del estado, donde un anciano resultó herido.
Por otra parte, mientras el principal acusado de la muerte de Floyd, Derek Chauvin, sobre el que pesa un cargo de asesinato en segundo grado, no comparecerá ante un juez hasta la semana próxima, el jueves lo hicieron sus tres compañeros, que se enfrentan cargos criminales por ser
cómplices. Dos de estos policías, Thomas Lane y J. Alexander Kueng, ambos novatos en el cuerpo, acusaron a Chauvin al ser el agente experimentado y el encargado de adiestrarlos, y aseguraron que le instaron a no seguir presionando el cuello de Floyd.
“Él (Chauvin) tiene 20 años de experiencia. ¿Qué se suponía que debía hacer mi cliente sino seguir las instrucciones de su oficial de capacitación?”, dijo el abogado de Lane, que cumplía su cuarto día en el cuerpo el lunes del asesinato. El cuarto agente, Tou Thao, está colaborando con las autoridades desde antes incluso de su detención, según explicó su abogado, lo que evidencia una clara ruptura entre los implicados, algo muy extraño en casos con policías como acusados.
El juez, Paul R. Scoggin, fijó fianzas de 750.000 dólares para cada uno de estos tres acusados.
En la décima jornada de protestas raciales, muchas de las ciudades que habían vivido noches de caos, violencia y saqueos, como Washington y Los Ángeles, levantaron los toques de queda al vivir movilizaciones mayoritariamente pacíficas y sin disturbios.