DIVAS CHEFS
LA eliminación de Raquel Sánchez Silva de MasterChef Celebrity era de las inevitables y necesarias. Quien debió realmente irse este martes fue su tocaya Raquel Meroño. Por rima algún día debería formar tándem con Fani Carbajo, la de La isla de las tentaciones. Cayó así una de las mimaditas del programa. Silva llegó a destacar en la prueba previa de la cocina de estudiantes, aunque se llevó el titulo de “Mari la Cochina” por parte de Pepe Rodríguez, honor de cada edición al concursante que deja más cosas por medio de la encimera. En esta edición el nivel de escamondao está muy alto.
Pero el nivel de diva por centímetro cuadrado está al límite de la hipertensión. Las tres mayores del programa se hallan en ebullición. Ainhoa Arteta ha vuelto a tener varias rabietas lloronas, como cuando se sintió que le habían tildado de derrochona por hacer caldo con cuatro filetes de aúpa. Pero el choque más fuerte de este martes fue en la prueba colectiva alcarreña entre la jefa Celia Villalobos y Lucía Dominguín, que se negaba a respetar sus decisiones de relevos en la faena. Le acusaban además sus compañeros de mandona, de gritar e irritar. Hubo más lágrimas.
La hermana de Miguel Bosé minó la moral de la ex alcaldesa, rota de impotencia y aseguró ser víctima de su pasado político. Chocó incluso con La Terremoto, que le quiso demostrar que ella con un “titirití titirití” se le rebaja los enfados para no estropear la relación con los demás. Villalobos acabó llorando de angustia pese a que su equipo, sí, el azul en esta ocasión, venció por contundencia en el menú elaborado en el magnífico paraje monumental de Pastrana, en la provincia de Guadalajara. Se salvaron así en conjunto. La semana próxima, más. Más piques entre estas tres venerables señoras, que están dejando a Carmen Lomana al nivel de aficionada en intrigas.
Josie, que sí es el imprescindible de este MasterChef, estuvo cansino por momentos, ensu noche de más cansancio, quedándose en la cuerda floja. Se salvó. Sin él este programa perdería bastante. Rasé.